La economía española emitió 340,7 millones de toneladas de gases de efecto invernadero en 2018, un 2,3% menos que en 2017, gracias a la bajada de la huella de carbono de las redes de suministro de energía, aunque aún está lejos de cumplir los objetivos para 2030



La lucha contra calentamiento global tiene esta semana una pequeña buena noticia en España. La economía del país emitió 340,7 millones de toneladas de gases de efecto invernadero en 2018, un 2,3% menos que en 2017, según el Avance de la Cuenta de Emisiones a la Atmósfera del INE, que registra todas las emisiones realizadas por las unidades económicas residentes, tanto en el territorio económico como fuera de él.
Concretamente, se emitieron 283,5 millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2), lo que supone un 1,9% menos que el año anterior y 18 millones de toneladas de óxido nitroso (N2O), un 2,8% menos. Sin embargo, se emitieron 33,6 millones de emisiones de metano, lo que supone un 0,1% más. La rama de la economía que más disminuyó sus emisiones de gases de efecto invernadero en 2018 fue la del suministro de energía eléctrica, gas, vapor, aire acondicionado y agua, que bajó un 11,6%. Sin embargo, el sector del transporte y almacenamiento fue el que más aumentó sus emisiones, un 2,6%, un auge que en parte se explica por el crecimiento del comercio electrónico.
Los que más contaminan
Los mayores contaminantes fueron, de nuevo, la industria manufacturera y los hogares. La industria manufacturera concentró el 23,9% del total de emisiones de gases de efecto invernadero en 2018, mientras que los hogares emitieron un 21,0% del total y el suministro de energía, un 20,9%.
También, las mayores cantidades de CO2 emitidas correspondieron a la industria manufacturera (76,1 millones de toneladas), los hogares (69,0 millones) y el suministro de energía eléctrica, gas, vapor, aire acondicionado y agua (59,7 millones). En conjunto, estos tres sectores representaron el 72,2% del total de las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera.
Por otro lado, el sector de la agricultura, ganadería, selvicultura y pesca emitió las mayores cantidades de metano y óxido nitroso. En concreto, el 62,7% del total de dióxido de carbono equivalente de metano y el 78,8% de óxido nitroso.
Una bajada insuficiente
Sin embargo, los objetivos de reducción de emisiones a 2030, que quedan recogidos en las Conclusiones del Consejo Europeo de octubre de 2014, están aún lejos de cumplirse, también en el caso de la economía de España. Tiene dos objetivos vinculantes: que haya un 40% menos de emisiones de gases de efecto invernadero en comparación con 1990 y un 27% de energías renovables en el consumo de energía. Por ahora, las reducciones anuales de España son insuficientes: de hecho, en 2017 aumentaron un 4,46% las emisiones, una subida que no se compensa con la bajada de este año.
En comparación con 1990, aún hay casi un 20% más de emisiones de efecto invernadero en España actualmente. Eso significa que, para cumplir los objetivos de la UE, la economía española tendría que reducir a más de la mitad el volumen actual de emisiones contaminantes.
