Una simulación climática de alta resolución, que ha proporcionado datos a 30 años con una precisión sin precedentes, pronostica para las regiones monzónicas asiáticas un aumento significativo de precipitación a causa del calentamiento global



Los monzones son los principales impulsores de los ciclos mundiales del agua. Estos vientos estacionales que en verano corren de sur a norte cargados de lluvias afectan especialmente al océano Índico y al sur de Asia y producen el 80% de la precipitación anual de las zonas por las que pasa. Los monzones tienen un gran impacto en la economía, la agricultura y la cultura de los países asiáticos, especialmente en India, y sus efectos pueden ser devastadores.
Ante un nuevo escenario de cambio climático que afecta a los ciclos de lluvias en todo el mundo, científicos de la Universidad Metropolitana de Tokio han realizado una simulación de alta resolución que ha proporcionado datos a 30 años con una precisión sin precedentes. Los resultados del estudio apuntan a un aumento significativo de precipitaciones sobre el ‘canal’ del monzón (una zona que abarca el norte de la India, la península de Indochina y las partes occidentales del Pacífico Norte) a causa del calentamiento global.
Como hogar de una gran proporción de la población mundial, estas predicciones detalladas y localizadas de la escala y la naturaleza de los monzones desempeñarán un papel importante en la mitigación de desastres, el desarrollo de infraestructura y las decisiones políticas en la zona.


El equipo, dirigido por el profesor asistente Hiroshi Takahashi, utilizó un modelo climático de alta resolución conocido como NICAM (Modelo Atmosférico Icosaédrico no hidrostático) para estudiar la evolución detallada de los monzones asiáticos.
La simulación a 30 años de calentamiento global muestra niveles significativamente elevados de precipitación en el ‘canal’ del monzón. Los investigadores simularon explícitamente la formación y disipación de nubes y, junto al aumento en las precipitaciones, apreciaron perturbaciones en eventos tropicales como los tifones y en la concentración del vapor de agua.
La fortaleza clave de este modelo modelo es una explicación explícita de la formación y disipación de nubes basada en principios físicos, por ejemplo teniendo en cuenta los efectos convectivos que dan lugar a las nubes de cumulonimbos y la precipitación posterior cuando cae la presión del aire. Este nivel de detalle ha permitido los futuros patrones de precipitación de los monzones con una precisión sin precedentes.
Más calor, más lluvias
Es bien sabido que el calentamiento global conduce a más precipitaciones, impulsadas principalmente por más vapor de agua en la atmósfera. Sin embargo, las diferentes características de cada región significan que los cambios están lejos de ser uniformes. Por ejemplo, el estudio descubrió que no estaba claro si los «vientos del oeste del monzón» fueron mejorados, pero sí encontró más ciclones en el canal, lo suficiente como para explicar el aumento de la precipitación. Simultáneamente con el aumento de la precipitación, también encontraron tendencias distintas en el vapor de agua sobre la región del monzón.
Además, el equipo se centró en el efecto de la temperatura de la superficie del mar. Estudios anteriores a menudo aplicaban un aumento global y uniforme de la temperatura más las variaciones regionales creadas por el efecto El Niño. Para separar sus efectos, los agregaron por separado en dos simulaciones independientes, concluyendo que fue el primero, un aumento global en la temperatura de la superficie del mar, lo que contribuyó más fuertemente al aumento de la precipitación.
