La entrada de una masa de aire caliente y cargado de arena, la calima del Sáhara, ha provocado la suspensión de parte del Carnaval en Gran Canaria y Tenerife y la suspensión de las clases el lunes. Las temperaturas de 36 grados y el fuerte viento alimentan los incendios. El nivel de partículas en suspensión, que provocan afecciones respiratorias, supera 18 veces el nivel recomendado por la OMS



Una entrada de aire procedente del Sahara y cargado de arena ha alterado durante este fin de semana el funcionamiento normal en las islas Canarias. La fuerza de los vientos, las elevadas temperaturas, la escasa visibilidad y los problemas respiratorios que ocasionan las partículas en suspensión han provocado la adopción de medidas drásticas para garantizar el bienestar de la población.
Las condiciones meteorológicas generadas por la calima sahariana han afectado a las fiestas de Carnaval, que son especialmente importantes en las islas. Parte de la programación se ha suspendido el domingo en Gran Canaria y en Santa Cruz de Tenerife. Además, la previsión meteorológica es que el viento siga soplando con intensidad en las próximas horas, por lo que el Gobierno de Canarias ha anunciado que suspende las clases el lunes.
El motivo de estas medidas es proteger la salud de la población. Las partículas en suspensión provocan problemas respiratorios, especialmente en segmentos de población sensible, como ancianos, niños y personas con determinadas patologías.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que este tipo de problemas se ven agravados con la exposición a valores de de concentración de partículas en el aire que superen los 50 µg/m³ (microgramos por metro cúbico). En el caso de Canarias se han medido durante este episodio de calima sahariana los 900 µg/m³, es decir, 18 veces más de lo recomendable.
Tráfico aéreo suspendido
Las comunicaciones también se han visto afectadas. El sábado se suspendieron más de 200 vuelos en las islas y el domingo se canceló temporalmente toda actividad aeroportuaria por la entrada de viento con polvo en suspensión, que dificultaba la visibilidad.
Aena ha informado de que el domingo se vieron afectados 144 vuelos de los 1.200 previstos para el día, lo que ha provocado que miles de pasajeros se quedaran en tierra.
#CalimaCanarias ? Vídeo desde #torrescontrolENAIRE en Aeropuerto de #GranCanaria afectado por la fuerte #calima.
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— ENAIRE (@ENAIRE) February 23, 2020
Los vuelos con destino a Canarias han sido destinados provisionalmente a otros lugares y los aeropuertos de Gran Canaria y Lanzarote no han aceptado vuelos ni de llegada ni de salida. Por su parte, los vuelos entre las islas, operados con aeronaves más pequeñas, han quedado suspendidos.
El tráfico marítimo también se ha visto afectado. La compañía Fred Olsen Express ha cancelado las rutas Fuerteventura-Lanzarote y San Sebastián de La Gomera-Valle Gran Rey por meteorología adversa, informa Europa Press.
Incendios y vientos de gran velocidad
La Agencia Estatal de Meteorología ha registrado vientos de hasta 163 kilómetros por hora en el observatorio de Izaña, en Tenerife, y de 105 kilómetros en La Victoria de Acentejo. Al mismo tiempo, se han registrado máximas de temperatura de 36 grados, un registro inusualmente alto para unas islas que por estas fechas no superan los 20 grados. La AEMET cree que estas condiciones se mantendrán hasta el domingo por la noche por lo menos.
?#FMACanarias El Gobierno de Canarias mantiene la #AlertaVientos y #AlertaCalima en todas las Islas. La situación durante la mañana ha sido muy complicada. Extrema las precauciones para evitar incendios #IF y sigue en todo momento las recomendaciones⬇️https://t.co/DUI83vWqVE pic.twitter.com/jBTQ9INY5Y
— 1-1-2 Canarias (@112canarias) February 23, 2020
La mezcla de fuertes vientos y altas temperaturas ha creado las condiciones ideales para el surgimiento y avivamiento de lo incendios forestales. Diversos focos se encuentran activos en Tenerife y Gran Canaria. El más problemático de ellos ha sido el declarado en la localidad grancanaria de Tasarte, que ha forzado al desplazamiento de 250 vecinos. Muchos de ellos buscaron refugio en la playa cuando las llamas avanzaron durante la madrugada del sábado al domingo quemando varios edificios.
Durante el domingo se ha conseguido contener el perímetro del incendio. Solo han ardido 300 hectáreas, una mínima fracción del tremendo incendio que dañó la isla este verano y afecto al Parque Natural de Tamadaba, pero con grandes pérdidas materiales.
