Las emisiones de EEUU bajan un 2% tras cambiar el carbón por el gas

Las emisiones de EEUU bajan un 2% tras cambiar el carbón por el gas

Al igual que en España, el coste del carbón ha hecho que Estados Unidos esté abandonándolo progresivamente como fuente de energía en favor del gas. Este cambio ha provocado que las emisiones de efecto invernadero del país se hayan reducido un 2%


A pesar del negacionismo climático de Donald Trump y sus esfuerzos por poner obstáculos a la reducción de emisiones con la retirada de Estados Unidos del Acuerdo de París, el empuje del mercado ha provocado un efecto inesperado pero positivo. La emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera se redujo un 2% en 2019 en el país norteamericano, gracias a un solo factor: el abandono del carbón como fuente de energía en favor del gas.

Según ha adelantado el medio estadounidense Bloomberg, las emisiones que causan el cambio climático bajaron un 2% debido «totalmente» a las reducciones impulsadas por el sector eléctrico. La disminución subraya las limitaciones de las políticas a favor de los combustibles fósiles de Trump. Si bien la Casa Blanca ha hecho retroceder las regulaciones ambientales en todo el país y ha tratado de mantener abiertas las centrales térmicas basadas en carbón, las empresas que gestionan la energía están basculando hacia el gas natural o incluso la energía eólica y solar, que son consideradas no solo más limpias sino sobre todo más baratas.

El consumo de carbón de EEUU se desplomó aproximadamente un 18% en 2019, llegando hasta el punto más bajo desde 1975. «Las plantas de carbón están cerrando y nadie está construyendo nuevas«, ha asegurado a Bloomberg Trevor Houser, socio de Rhodium Group, una firma de investigación independiente y fuente fiable de datos sobre emisiones de efecto invernadero.

Al igual que en España, la principal explicación a este fenómeno es la subida en el uso del gas natural de los ciclos combinados por parte de las centrales térmicas, una práctica que produce menos CO2 que la quema de carbón. Este cambio se explica por una menor rentabilidad del carbón: el gas natural ha bajado de precio y el carbón ha subido.

Bajada del 13% desde 2007

Las emisiones anuales han fluctuado en los últimos años, pero en 2018 hubo un fuerte aumento de casi el 3% que se relacionó con las políticas pro combustibles fósiles de Trump. Y aunque la tendencia general de la última década ha sido a la baja, esta buena noticia tiene más que ver con el ralentizamiento de la economía a partir de la crisis de 2008 que con un intento político por reducir la huella de carbono de la población estadounidense. En total, las emisiones de Estados Unidos han disminuido aproximadamente un 13% desde 2007.

La generación de electricidad representa aproximadamente el 30% de las emisiones totales de EEUU, por lo que ese 2% de reducción total se debe a un recorte aún más grande de las emisiones en el sector enérgetico. Esto ayuda a compensar el hecho de que los gases de efecto invernadero del transporte, que suponen el 35% de las emisiones, se mantuvieron estables en 2019, a pesar de la mayor cuota de mercado de coches eléctricos o híbridos. Además, las emisiones de la agricultura y la industria aumentaron ligeramente.

«La buena noticia es que estamos avanzando mucho en el sector de la electricidad», ha dicho Houser, que cree que «sin embargo, hay mucho más trabajo por hacer en otros sectores de la economía». Un trabajo que, desde luego, no va a ser impulsado por la Casa Blanca salvo si el Gobierno cambia de dueño el próximo mes noviembre de 2020. Los demócratas, en la oposición actualmente, ya se han comprometido a reintegrar a Estados Unidos en el Acuerdo de París e incluso algunos de los candidatos a la presidencia, como Elisabeth Warren, piden «liderar los esfuerzos mundiales en materia de cambio climático».



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