El 91% de las grandes empresas españolas cuenta con una política de reducción de emisiones, aunque apenas el 37 % tiene objetivos claros para llevarla a cabo, según datos de un estudio que apunta que la falta de previsión afectará «gravemente» el crecimiento empresarial



Las empresas empiezan a ser conscientes de que tienen que actuar para frenar la emisión de gases invernadero. Eso sí, parece que aún no tienen demasiado claro el cómo. Según un estudio de la consultora especializada en inversión socialmente responsable Refinitiv, el 91% de las grandes empresas españolas cuenta con una política de reducción de emisiones, pero solo el 37% tiene objetivos claros para llevarla a cabo. La consultora que ha elaborado el estudio advierte de que no adaptar el propósito comercial a estas tendencias afectará «gravemente» el crecimiento empresarial a largo plazo.
Eso si, la cifra sube 14 puntos con respecto al 80% de empresas que hace cinco años contaban -en un estudio similar- con una política de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. Esto hace que España destaque por encima de la media europea, donde el 81% tiene política de reducción, once puntos porcentuales menos.
En materia de gestión del agua, el 68% de las empresas cuenta con una política de eficiencia, pero solo el 25% tiene objetivos claros y definidos.
Esto se ve reflejado en varias áreas de actuación empresarial. En materia de gestión del agua, el 68% cuenta con una política de eficiencia del agua, pero solo el 25% tiene objetivos claros y definidos. En cuanto a los residuos, el 91% cuenta con iniciativas, un 3% más que hace un lustro. En total, la media de toneladas de residuos por cada millón de dólares generados es de 86.691 toneladas y el ratio de reciclaje es del 55%.
Finalmente, en lo que respecta a la cadena de suministro, el estudio señala que en España el 84% de las empresas establece políticas medioambientales para sus proveedores.
