España aporta 30 millones de euros al fondo de adaptación climática de la ONU al tiempo que los países menos desarrollados pedirán más financiación climática en la COP27



El Grupo de los Países Menos Desarrollados (LDC, por sus siglas en inglés) exige que se atiendan sus demandas de financiación climática en la Cumbre de la ONU del Clima COP27, que se celebrará el próximo noviembre en Egipto. Según acordaron en una reunión ministerial en Dakar, este grupo, integrado por 46 países (la mayoría africanos), subraya que «no se puede abordar adecuadamente la crisis climática sin captar las demandas de los países más vulnerables«.
Precisamente, esta petición coincide con la decisión adoptada este martes por el Consejo de Ministros del Gobierno de España de aportar 30 millones de euros al Fondo de Adaptación de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático.
«La COP27 será un momento crítico para nuestras naciones a medida que continuamos nuestra lucha por la justicia climática, asegurando el financiamiento climático para proteger a nuestra gente de los impactos de una crisis climática a la que contribuyeron poco», afirma la jefa de negociación climática de los LDC, Madeleine Diouf Sarr.
Según Sarr, el objetivo de mantener el calentamiento global por debajo de 1,5 grados respecto a niveles preindustriales, como recomienda el Acuerdo de París (2015), es «un salvavidas» para esos países. «Cualquier cosa por encima de eso es una sentencia de muerte», remarca la representante de los países más pobres, donde «la crisis climática ha provocado destrucción y devastación».
«Los impactos del cambio climático -advierte- sólo aumentarán en intensidad y frecuencia, lo que se sumará a las cargas de nuestras naciones, retrasará nuestros esfuerzos de desarrollo y conducirá a pérdidas irrecuperables».
El grupo considera «crucial» que aumenten sus capacidades de adaptación a los «impactos inevitables» del cambio climático y, por eso, piden a los países desarrollados que cumplan su promesa de «duplicar la financiación para la adaptación«.
En la COP27, debemos ver un plan para la entrega de estos fondos prometidos«, exige Sarr, al recordar que «un flujo continuo de financiación es uno de los objetivos del Acuerdo de París y un elemento vital en la lucha contra el cambio climático».
Los países desarrollados, agrega, «deben compensar el déficit en la entrega de los 100.000 millones de dólares acordados en financiamiento climático anualmente».
En 2009, los países ricos prometieron en la COP15 (Copenhague) aportar 100.000 millones de dólares anuales para 2020 a fin de ayudar a los países pobres a combatir la crisis del clima y construir economías más «verdes».
