El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ha activado el periodo de información pública de la Estrategia de Descarbonización a Largo Plazo (ELP), que marca la senda para lograr que España sea neutral en carbono para 2050



La actividad legislativa del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico no cesa. Aunque normativas clave como la Ley de Cambio Climático, el Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático (PNACC) o el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) se encuentran actualmente en proceso de tramitación en las Cortes, faltaba todavía una cuarta pata del proyecto ambiental del Gobierno: la Estrategia de Descarbonización a Largo Plazo (ELP). El documento, que marca la senda para alcanzar la neutralidad climática a mediados de siglo, ha iniciado su periodo de consulta pública este jueves. El plazo para presentar contribuciones se prolongará hasta el próximo 30 de septiembre
La ELP viene a suponer un marco general para la política climática del Gobierno durante las próximas décadas, señalando las oportunidades que ofrece la descarbonización en términos de empleo, atracción de inversiones, activación y transformación de la economía y mejora de la competitividad empresarial e industrial. Es más, el documento perfila, con la suficiente anticipación y bajo criterios de cohesión social, equidad y transición justa, la trayectoria que permitirá que el consumo final de energía –incluyendo el de edificios, transporte y sectores económicos– sea plenamente renovable a mediados de siglo.
“Nuestro país se sitúa en una zona de especial vulnerabilidad ante los impactos del cambio climático. Anticiparnos y planificar las herramientas para mitigar su impacto es una cuestión de responsabilidad con el presente y con el futuro del país y la única y mejor manera de atender a la llamada a la acción climática de la Ciencia y del conjunto de la ciudadanía», ha explicado la vicepresidenta cuarta del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera.
La transición que marca la ELP posibilitará que España reduzca no más tarde de 2050 sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 90% respecto a los niveles de 1990, es decir, que alcanzará la neutralidad climática. Se pasará de los 334 millones de toneladas de CO2 equivalente de 2018 a un máximo de 29 en 2050. Para alcanzar el objetivo, el 10% restante será absorbido por los sumideros de carbono (bosques, humedales, etc.), que podrán almacenar unas 37 millones de toneladas.
Según el ministerio, la transición que perfila la ELP tendrá un impacto positivo en la salud y calidad de vida de la ciudadanía, especialmente en el ámbito de la calidad del aire. Las diferentes trayectorias en cada sector permitirán reducir la presencia de contaminantes primarios asociados a la polución atmosférica como el dióxido de azufre (SO2) o los óxidos nitrosos (NOx). Disminuirán un 55%, un 38% y un 36%, respectivamente, en 2050.
Cumplir con los acuerdos internacionales
La ELP se marca como objetivo cumplir con el Acuerdo de París sobre cambio climático al tiempo que maximiza las oportunidades económicas de la transición energética. «En un contexto de reactivación frente al COVID-19, la transición energética marca también un camino seguro para la recuperación y modernización de nuestra economía, generando actividad y empleos de calidad alineados con los objetivos y necesidades del país a medio y largo plazo”, ha asegurado Ribera.
El análisis de la Estrategia parte de la senda de descarbonización detallada en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2021-2030 y, de hecho, emplea el mismo modelo matemático para trazar la ruta más coste eficiente hacia la neutralidad climática. Ambos documentos han sido elaborados en cumplimiento de los compromisos como Estado miembro de la UE y de acuerdo con acuerdo con el Pacto Verde Europeo.
La Estrategia de Descarbonización a Largo Plazo no solo se alinea con los objetivos climáticos de la UE, sino que también permite identificar las señales adecuadas para fomentar, junto con el PNIEC, el desarrollo de proyectos en el marco del Fondo de Recuperación y del Presupuesto de la Unión Europea hasta 2027, que fijan por primera vez la meta de que el 30% del gasto apoye objetivos climáticos.
La ELP proporciona, a partir del conocimiento científico-técnico disponible, señales a medio y largo plazo a los inversores, agentes económicos, sociales y medioambientales, así como al conjunto de la sociedad española, para anticipar y planificar la transición hacia una economía climáticamente neutra, identificando los potenciales efectos positivos sobre el desarrollo económico, el empleo y la salud de las personas y del medio ambiente.
La transición energética, ya en marcha, tendrá como primera referencia el PNIEC 2021-2030, que contempla la senda de descarbonización de la próxima década, alcanzado hitos como una generación eléctrica renovable de un 74% en 2030, un 42% de contribución renovable sobre el consumo de energía final. En cualquier caso, la visión que plantea la ELP, a partir de 2030, deberá ser concretada en los sucesivos PNIEC que desarrolle España, en cumplimiento de su compromiso con la UE, para los periodos 2031-2040 y 2041-2050.