El cambio climático marca un verano de eventos extremos

El cambio climático marca un verano de eventos extremos

Las olas de calor vividas a mediados de junio en el hemisferio norte junto a las inundaciones que han sucedido recientemente en Europa son el último indicador para la OMM de que el cambio climático es una realidad y que debemos redoblar los esfuerzos para adaptarnos a ellos


El verano arrancó con una noticia que sorprendió al mundo: la Columbia Británica, la provincia más occidental de Canadá, rompió más de 40 récords relacionados con temperaturas máximas, empezando con los 46,6 grados Celsius registrados el domingo 27 de junio para acabar con los ya famosos 49,6°C del martes 29.

Esta última cifra se sitúa 2 grados por encima de los 47,3°C que suponen el récord de temperatura máxima español y marcas similares a las que se podían vivir en esos momentos en Dubái o en el mismo desierto del Sáhara.

Pero Canadá no fue la única que experimentó este fenómeno extremo. Su vecino Estados Unidos también registró marcas sorprendentes, como Utah o Las Vegas, que midieron su récord de temperatura más alto, con 47,2°C, o el Valle de la Muerte, que volvió a sufrir 54,4°C durante el 9 de julio. Para la Organización meteorológica Mundial (OMM), esa temperatura vivida en el desierto de California se trata de la más alta jamás registrada en el planeta y se encuentran en estos momentos investigándola.

«Las condiciones de mega sequía, los combustibles muy secos y las olas de calor están alimentando la ocurrencia de incendios forestales extremos este año en el oeste de EE. UU., Así como en el oeste y centro de Canadá», advierte la OMM.

Temperaturas del aire de superficie para el 1 de julio del 2021 | Foto: Climate Reanalyzer

En Rusia, las estaciones meteorológicas de Moscú registraron el 23 de junio temperaturas que llegaron a los 34,8 grados Celsius, la más alta para un mes de junio. Helsinki, la capital de Finlandia, también vivió su día más caluroso para este periodo, con 31,7°C, mientras que en Bielorrusia y Estonia siguieron esa misma estela con 35,7°C y 34,6°C respectivamente.

De hecho, según el Instituto Meteorológico de Finlandia (FMI), Finlandia vivió su junio más cálido. Solo en algunas partes de la Laponia finlandesa el mes pasado fue simplemente «inusualmente cálido», lo que significa que se “alcanzaron temperaturas que ocurren de media una vez cada 10-30 años”.

“La temperatura promedio para todo el país fue de 16,5 grados Celsius, un récord. Esto supera el récord anterior establecido en 1953 en 0,3°C”, asegura la agencia en un comunicado. Por ejemplo, en Kouvola Anjala, que se encuentra en el sur de Finlandia, se vivieron 27 días consecutivos con temperaturas superiores a los 25°C, lo que supone la ola de calor más longeva desde al menos 1961.

En Lappeenranta Hiekkapakka y Porvoo Kalbådagrund la temperatura nocturna no descendió por debajo de 24,2°C, que se corresponden con las noches más cálida jamás registrada en el país, mientras que en la estación meteorológica Kaisaniemi de Helsinki se registraron 19,3°C, la más alta desde que comenzaron los registros en 1844.

Agua, también protagonista

Por si el calor no fuese suficiente, la noche del pasado 15 de julio, una Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA) generó precipitaciones de carácter puntualmente torrencial que, acompañadas de abundante aparato eléctrico, generaron grandes inundaciones en el oeste de Alemania y algunas partes de Bélgica, Francia e incluso Suiza.

En algunas regiones recibieron hasta 2 meses de lluvia en 2 días en suelos que ya estaban cerca de la saturación. En la estación meteorológica de Rheinbach-Todenfeld (Renania del Norte-Westfalia) se registraron 158 mm, seguida de Colonia-Stammheim (Renania del Norte-Westfalia) con 154 mm, Klein-Altendorf (Renania-Palatinado) con 147 mm y Kall- Sistig (Renania del Norte- Westfalia) con 145 mm.

Clare Nullis, de la OMM, señaló que el siniestro vivido Europa sobrepasó la capacidad de las medidas de prevención implementadas por los países desarrollados afectados.

“En general, Europa está preparada, pero cuando se producen eventos extremos, como los que hemos visto (dos meses de lluvia en dos días), es muy, muy difícil afrontarlos”, sostuvo Nullis, señalando que hay zonas de “total devastación” en Renania-Palatinado, un estado del suroeste de Alemania que hace frontera con Francia, Bélgica y Luxemburgo.

Entre las medidas de preparación de los países afectados, la OMM destacó una aplicación del servicio meteorológico de Suiza que emite regularmente alertas cuando se registran niveles peligrosamente altos de agua.

En términos de víctimas humanas, Alemania y Bélgica fueron los países más afectados por las inundaciones en Europa. Las autoridades informaron que al menos un centenar de personas murieron y muchas más desaparecieron cuando las personas quedaron atrapadas o arrastradas por las aguas. Imágenes de casas derrumbadas y deslizamientos de tierra fueron norma durante aquellos días.

Según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), uno de los factores más destacados de este evento ha sido el carácter casi estacionario de la DANA: “Le ha costado circular por verse estrangulada por dos potentes dorsales que ofrecían resistencia, complicando la situación en aquellas áreas donde llovía sobre mojado”, comenta Beatriz Hervella, portavoz de la Aemet.

Atribución al cambio climático

“El cambio climático ya está aumentando la frecuencia de los fenómenos meteorológicos extremos, y se ha demostrado que muchos acontecimientos aislados han empeorado con el calentamiento global”, deja claro la OMM.

Así pues, la ola de calor récord en partes de los EE. UU. y Canadá a fines de junio habría sido prácticamente imposible sin la influencia del cambio climático causado por los humanos, según un rápido análisis de atribución realizado por un equipo internacional de destacados científicos climáticos.

Un operario de rescate rodeado de escombros en uno de los lugares inundados en Pepinster, tras las fuertes lluvias de los últimos días | Foto: EFE

En este sentido, el cambio climático, causado por las emisiones de gases de efecto invernadero, hizo que la ola de calor tuviera al menos 150 veces más probabilidades de ocurrir.

Coincidiendo con las fuertes lluvias, la Met Office del Reino Unido emitió un nuevo estudio que examina cómo el clima de alto impacto en el Reino Unido, como días extremadamente calurosos, lluvias intensas y condiciones muy frías, podría verse afectado en diferentes niveles de calentamiento global.

El estudio, publicado en la revista Climatic Change, encontró que cuanto mayor sea el nivel de calentamiento global, el aumento proyectado en la frecuencia o severidad, o ambos, será más fuerte para el clima cálido, las sequías y las inundaciones en el Reino Unido. Estos fenómenos meteorológicos de alto impacto pueden provocar importantes alteraciones en todo el Reino Unido que afecten a sectores como la salud, el transporte, la agricultura y la energía.

Por su parte, Beatriz Hervella explica que lo sucedido con las inundaciones se encuentra en línea con las proyecciones de cambio climático, “en las que los fenómenos adversos, como estas lluvias, serán cada vez más frecuentes e intensos”.

No obstante, aclara que será un estudio de atribución específico de este fenómeno el responsable de determinar cual fue el papel del cambio climático en su aparición.



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