Un informe destaca que China e India emiten a la atmósfera grandes cantidades de un gas hidrofluorocarbonado, conocido como HFC-23, y que tiene un doble efecto dañino sobre el medio ambiente. Por una parte, es un compuesto que tiene una capacidad de efecto invernadero 12.000 veces más potente que el dióxido de carbono, lo que contribuye al cambio climático. Además, los HFC tienen la capacidad de reaccionar con el ozono en la alta atmósfera, de modo que son también causantes del agujero de ozono



Un estudio publicado en la revista Nature Communications ha informado que la concentración atmosférica de un gas hidrofluorocarbonado (HFC), conocido como HFC-23 o trifluoruro de carbono, ha aumentado enormemente. Esto, según los expertos, puede suponer un serio problema ya que una tonelada de sus emisiones equivalente a la liberación de más de 12.000 toneladas de dióxido de carbono.
“Este potente gas de efecto invernadero ha estado creciendo rápidamente en la atmósfera durante décadas, a pesar de que los informes sobre su control sugieren que el aumento debería haberse detenido casi por completo”, ha señalado Matt Rigby, autor del estudio.
Durante dos décadas, los científicos han estado vigilando de cerca la concentración atmosférica de este gas, que se empleaba en diversas aplicaciones industriales, especialmente como refrigerante. De hecho, en 2015, en vista de las medidas de reducción, India y China, considerados los principales emisores de HFC-23, anunciaron planes ambiciosos para disminuir las emisiones de este gas.
Desde ese momento, los científicos esperaron que las emisiones globales cayeran en casi un 90% entre 2015 y 2017, lo que debería haber hecho que el crecimiento de los niveles atmosféricos de este gas se detuviera.
Sin embargo, en vista de este nuevo estudio, todo apunta a que no se han podido lograr los objetivos:
“Nuestro estudio encuentra que es muy probable que China no haya tenido tanto éxito en la reducción de las emisiones de HFC-23 como se informó. En cuanto a la India, no estamos seguros de sí implantaron su programa”, ha argumentado Matt Rigby.
El Protocolo de Montreal, en peligro
El hecho de que esta reducción no se haya materializado y que, en cambio, las emisiones globales hayan aumentado realmente, es un enigma y puede tener implicaciones para el Protocolo de Montreal, el tratado internacional diseñado para proteger la capa de ozono estratosférico.
Se da la cirscunstacia de que los hidroclorofluorocarburos tienen un doble efecto negativo sobre el medio ambiente. Por una parte, son gases de efecto invernadero y contribuyen al calentamiento global. Pero además, tienen la capacidad de reaccionar con el ozono en la alta atmósfera, de modo que son causantes del agujero de ozono. En este caso, la disminución de la capa de ozono hace que haya una mayor cantidad de radiación ultravioleta que entra en la atmósfera, lo que es dañino para las personas y el medio natural.
En 2016 las Partes del Protocolo de Montreal firmaron la conocida como Enmienda Kigali, que entró en vigor el año pasado y que contempla una reducción de más del 80% durante los próximos 30 años de la producción y el consumo de hidrofluorocarbonos.De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas, la reducción gradual de los HFC en virtud de la Enmienda Kigali puede abrir una ventana para rediseñar equipos de refrigeración que sean más eficientes energéticamente, lo que favorecería aún más la acción climática.
Sin embargo, en virtud de los datos del informe, es posible, como explica Matt Rigby, que los progresos conseguidos hasta ahora para preservar la capa de ozono puedan estar en peligro y más teniendo en cuenta que ni China ni India firmaron la Enmienda: “Aunque China e India no están bajo las directrices de la Enmienda, la reducción establecida por estos países los habría puesto en el mismo camino que aquellos que sí que la ratificaron. Sin embargo, parece que todavía hay trabajo por hacer”, ha concluido.
Gases de Efecto Invernadero (GEI)
De acuerdo con diversos organismos, los gases de efecto invernadero son aquellos componentes gaseosos presentes en la atmósfera que absorben y emiten radiación en determinadas longitudes de onda del espectro de radiación terrestre emitida por la superficie de la Tierra.
El dióxido de carbono (CO2) es, sin duda, uno de los gases más importantes dentro del juego del calentamiento global por estar producido a gran escala por el ser humano. No obstante, existen otros con mayor capacidad de contaminación, como el metano (CH4) o los hidrofluorocarbonos.
