El glaciar de la Antártida Thwaites, del tamaño de Gran Bretaña, no ha parado de incrementar sus tasas de descongelación. Un nuevo estudio apunta a que las cifras son peores de las que imaginamos y, aunque a corto plazo no se derrita, los expertos señalan que aumentará el nivel del océano en 65 centímetros en 200 años



El glaciar Thwaites, ubicado sobre el mar de Amundsen (Antártida occidental), es uno de los más grandes del mundo, con una extensión similar a la isla de Gran Bretaña. Sin embargo, si por algo destaca esta gran placa de hielo no es por su tamaño, sino por su elevada tasa de descongelación.
En contexto, en la década de los 90, el glaciar perdía poco más de 10.000 millones de toneladas de hielo al año, lo que se ha incrementado hasta los 80.000 millones de toneladas en la actualidad. Esta elevada cifra contribuye en un 4% a la elevación del nivel del mar anual.
Por ahora, el lado Este de la plataforma de hielo está enganchado a una gran cresta, lo que aporta cierta estabilidad y seguridad. No obstante, las grandes tasas de descongelación vaticinan los peores presagios. De hecho, científicos británicos y estadounidenses acaban de arrojar nuevos datos que revelan el acelerado ritmo de deshielo que experimenta.
Anteriores investigaciones apuntaban que el glaciar sufría esta descongelación imparable debido a la filtración de masas de agua con temperaturas superiores a la de fusión en su base e interior.
Este nuevo estudio aporta un nuevo extenso mapeo de más de 2.000 kilómetros cuadrados del lecho marino situado frente al glacial que revelan los canales que penetran hacia el glaciar y que serán fundamentales para predecir las corrientes de hielo e intentar frenar el deshielo del conocido como «Glacial del Juicio Final».


«Estos canales no se habían mapeado antes con este detalle, y lo que hemos descubierto es que en realidad son mucho más grandes de lo que se pensaba, hasta 600 metros de profundidad. Piensen en seis campos de fútbol uno tras otro«, afirma Kelly Hogan, geofísica marina del instituto British Antarctic Survey (BAS) y autora de la investigación.
“Estos canales son tan profundos y tan anchos que permiten que se filtre mucha más agua templada que derrite el frente flotante de Thwaites, así como el hielo que descansa sobre el lecho marino», añade en una entrevista a la BBC.
Por el momento, las investigaciones continúan en el glaciar, aunque muchas de ellas se han tenido que suspender temporalmente debido a la pandemia de la COVID-19, ya que su remota ubicación complicaría la evacuación si algún miembro del equipo resultase contagiado.
De colapsar el glaciar, un escenario que los expertos no sitúan en el corto o medio plazo, este río de hielo tendría el potencial de elevar 65 centímetros el nivel del mar aproximadamente en 200 años.
