Un grupo de científicos, que ha cuantificado la tasa de deshielo de los glaciares del Himalaya, afirma que la velocidad de retroceso en esta región supera a lo observado en otras partes del mundo. En 400 años se ha perdido el 40% de los glaciares, acelerándose con la llegada del cambio climático



Durante siglos, el equilibrio en el deshielo en los glaciares del Himalaya ha proporcionado una fuente estable y segura de agua para millones de personas en Asia y, por este motivo, el adelgazamiento y retroceso de estas masas heladas suscita una enorme preocupación en la región.
La pregunta en este contexto aparece al cuestionarse cuándo desaparecerán los glaciares. El Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC), por ejemplo, realiza unas estimaciones globales en las que cree que el 80% de los glaciares del mundo podrían desaparecer a finales de este siglo en un escenario de altas emisiones.
En vista de la incertidumbre a nivel local, un grupo de expertos se ha lanzado a analizar las tasas de retroceso en el Himalaya en una escala de tiempo centenaria. Los resultados, publicados en la revista Nature, exponen que los glaciares han alcanzado durante las últimas décadas una tasa de deshielo 10 veces superior que hace 700 años.
En otras palabras, esta tasa de descongelación ha provocado que en los últimos 400 años se haya perdido por lo menos un 40% de cobertura helada. Como viene siendo habitual en este tipo de trabajos, advierten que estos cambios no son homogéneos y que hay áreas donde el retroceso es “desproporcionado”. Así, Nepal, que solo posee el 16% de los glaciares, contribuyó con el 35% de la pérdida total de volumen de hielo.
“Los glaciares del Himalaya cubrieron unos 28.000 kilómetros cuadrados en su máximo apogeo, mientras que la actualidad esta extensión se ha reducido hasta los 19.500 km2 aproximadamente”, recalcan los autores.
Durante ese tiempo, el Himalaya también ha perdido entre 390 y 586 kilómetros cúbicos de hielo, el equivalente a todo el que se encuentra hoy en día en los Alpes de Europa central, las montañas del Cáucaso -entre Armenia, Azerbaiyán y Georgia- y Escandinavia juntos.
Asimismo, señalan que disminuyen más rápido donde confluyen en grandes lagos, ya que estas masas ayudan a que se derrita mucho más rápido que cuando el glaciar se asienta en tierra debido a la temperatura del agua por encima de los 0 grados Centígrados. Un efecto similar lo sufre el glaciar Thwaites en estos momentos.
“Son la topografía local y los atributos glaciológicos como la cubierta de escombros y la presencia de un lago proglacial los que promueven la rápida pérdida de masa”, confirman los autores.
«Esta aceleración en la tasa de pérdida se ha producido en las últimas décadas y coincide con el cambio climático inducido por la humanidad”, añade Jonathan Carrivick, autor principal del estudio y subdirector de la Facultad de Geografía de la Universidad de Leeds.
Por último, los autores han comparado estas tasas con las registradas en otros glaciares del mundo, llegando a la conclusión la respuesta en el Himalaya es la “más espectacular” en cualquier parte del globo.
“En general, la cuantificación de la variabilidad pasada de los glaciares en una escala de tiempo centenaria debería ayudar a validar los modelos numéricos del clima y los glaciares y, por lo tanto, producir proyecciones más fiables de la pérdida de masa futura en un clima cálido”, concluyen los expertos.
