Las autoridades consideran peligrosa la calidad del aire en el noroeste de Sídney y alertan de que la visibilidad es muy baja. Seis personas han muerto y 577 hogares han sido pasto de las llamas en Australia a causa de los incendios en menos de un mes



Los incendios que desde octubre arrasan el sureste australiano continúan provocando problemas a la ciudad más importante del país, Sídney. Aunque las llamas, que llegaron a acercarse a apenas una decena de kilómetros, no han provocado aún destrucción en zona urbana, si que están afectando gravemente la calidad del aire. Una espesa neblina de humo proveniente de los incendios forestales registrados alrededor de Nueva Gales del Sur ha cubierto este martes la ciudad de Sídney y sus alrededores, al tiempo que otros tres estados de Australia se enfrentan a temperaturas abrasadoras y fuertes vientos.
Las autoridades han considerado peligrosa la calidad del aire en el noroeste de la ciudad y han alertado de que la visibilidad es extremadamente baja. Además, han pedido a los residentes de Sídney que «se mantengan vigilantes» ante la posibilidad de «graves peligros» por los incendios, ya que las temperaturas han superado los 30 grados y las ráfagas de viento han alcanzado los 65 kilómetros por hora.
Actualmente, el incendio más cercano a la ciudad es el incendio forestal de Gospers Mountain, que ha quemado más de 138.000 hectáreas, incluyendo parte del Parque Nacional Wollemi, a unos 100 kilómetros al noroeste. Asimismo, unos 1.400 bomberos luchan contra medio centenar de incendios en Nueva Gales del Sur.


«Es justo decir que todos estos incendios presentan un desafío real hoy», ha dicho el jefe del Servicio de Incendios Rurales (RFS, en inglés) de Nueva Gales del Sur, Shane Fitzsimmons.
Seis personas han muerto y 577 hogares han sido destruidos o quemados por las llamas en Australia desde que la temporada de incendios comenzara a finales de octubre, un mes antes de lo normal. Y cerca de 1,6 millones de hectáreas de tierra se han visto también afectadas por el fuego.
