Los incendios de Siberia han generado una nube de humo con una superficie más grande que la que posee la Unión Europea. Desde comienzos de año se han quemado más de 13,1 millones de hectáreas en todo el mundo, que han liberado decenas de megatoneladas de CO2



Los incendios en el Círculo Polar Ártico no dan respiro, literalmente, ya que tras meses sin poder ser controlados han provocado que una nube de humo más grande que la Unión Europea vague por los cielos de Rusia.
Así lo ha expuesto Antti Lipponen, del Instituto Meteorológico de Finlandia, en su cuenta de Twitter, en la que escribió que el área afectada por el humo ascendió a más de 5 millones de kilómetros cuadrados, medio millón superior al área de la Unión Europa.
Con este hecho se hace palpable la extrema situación que está viviendo Rusia en estos momentos. Un país que se ha visto obligado a movilizar al ejército para ayudar a mitigar la intensidad de los incendios que ya han arrasado con más de tres millones de hectáreas de bosque.
Los científicos, además, han explicado que las consecuencias de este fenómeno van a repercutir directamente en el calentamiento de la Tierra debido, por un lado, a las partículas de dióxido de carbono, capaces de incrementar el efecto invernadero, y por el otro, por las pavesas que arrastra el aire y que se depositan en la superficie, provocando la descongelación del permafrost y que el hielo sea incapaz de reflejar la luz del sol.
The scale of the Siberian wildfires is underlined by this animation of the huge area of the smoke cloud: more than 5 million km².
For comparison, the EU is about 4.5 million km² and the contiguous US about 8.1 million km².
(Via @anttilip of @IlmaTiede)pic.twitter.com/RDhntqaDEO— WMO | OMM (@WMO) August 12, 2019
“Solo en junio, los fuegos emitieron 50 megatoneladas de dióxido de carbono a la atmósfera, el equivalente a todas las emisiones de Suecia en un año, y más que todo lo que se ha liberado durante el mismo mes desde 2010 hasta 2018”, ha informado Claire Nullis, portavoz de la Organización Metereológica Mundial (OMM), en referencia a los incendios que se han visto este año alrededor del Círculo Polar Ártico.
Una cifra que ha sido superada por la del julio, situada en 79 megatoneladas, que es otro ejemplo más de la devastadora catástrofe que se está viviendo en estas zonas del mundo.
En los primeros 11 días de agosto, según el Servicio de Monitoreo de la Atmósfera de Copérnico (CAMS), los incendios ya han expulsado a la atmósfera 25 megatoneladas. Esta cifra no hace sino alcanzar cifras nunca vistas en los 17 años que ha estado el servicio recopilando datos de este tipo.
«No hemos visto esto antes. La intensidad del fuego está muy por encima de la media del resto de incendios”, ha destacado Mark Parrington, científico del Servicio de Monitoreo de la Atmósfera de Copérnico.
Ahora, todos estos científicos han señalado que la nube de humo se está desplazando hasta Alaska, donde los incendios de este año ya han quemado un área más grande que todos los incendios forestales que devastaron California el año pasado.
Según Greenpeace, desde comienzos de año se han quemado más de 13,1 millones de hectáreas en todo el mundo, liberando decenas de megatoneladas de dióxido de carbono, una cifra similar a los gases emitidos por los tubos de escape durante un año de 36 millones de automóviles.
