Organismos internacionales se han comprometido a conseguir que en 2025 todos los países y regiones del mundo estén cubiertos por sistemas de alerta temprana de emergencias para minimizar los efectos sobre la población de un clima cada vez más extremo



En todo el mundo, las emergencias, los desastres y los fenómenos meteorológicos extremos, climáticos y relacionados con el agua provocan trágicas pérdidas de vidas y medios de subsistencia cada año. Y muchas de estas tragedias se deben a una advertencia pública ineficaz ya que en muchas partes del mundo los avisos de emergencia no son lo suficientemente oportunos, comprensibles, o no llegan a todas las personas en riesgo con la anticipación necesaria.
Por ello la Organización Meteorológica Mundial (OMM), la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR) y la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) se han unido en un objetivo común: conseguir que en 2025 todos los países y regiones del planeta estén cubiertos por sistemas de alerta temprana que minimicen los efectos de los eventos climáticos, cada vez más frecuentes y más extremos debido al calentamiento global.
Y la herramienta principal para conseguirlo es el Protocolo Común de Alerta (CAP), un estándar internacional para transmitir avisos de emergencias de una manera comprensible, precisa, confiable, segura y rápida a través de todas las plataformas posibles de comunicación: Internet y redes sociales, radio, televisión, medios impresos, alarmas y muchas más.
Un mensaje CAP comunica hechos clave de la emergencia, como: ¿Qué es? ¿Dónde está? ¿Cuánto tiempo falta para que se produzca?¿Qué intensidad tendrá? ¿Qué efectos tendrá? ¿Qué debe hacer la gente?
Desde 2006, la OMM ha reconocido el CAP como el estándar clave para todos los peligros, advertencias públicas en todos los medios y alertas de fuentes autorizadas. Los Servicios Meteorológicos e Hidrológicos Nacionales de la mayor parte del mundo ya han adoptado este protocolo, sin embargo son precisamente los países más vulnerables económicamente y más castigados por los eventos extremos los que aún tienen que avanzar en el ámbito de estas alertas.
Cooperación y asesoramiento
En virtud de este compromiso adquirido, las tres organizaciones internacionales asesorarán y cooperarán con todos los países o regiones para implementar estos protocolos y prepararlos en materia técnica y humanitaria para hacer frente a cualquier emergencia que se presente a través de la acción temprana y la respuesta eficaz.El secretario general de la OMM, Petteri Taalas, destacó la importancia de este acuerdo en un planeta que tendrá que hacer frente a cada vez más fenómenos extremos. «La OMM se complace en firmar este compromiso como parte de su desarrollo en curso del Sistema mundial de alerta de peligros múltiples (GMAS) y su colaboración con organizaciones gubernamentales, no gubernamentales y comerciales para lograr la adopción más amplia de la PAC en todo el mundo», señaló.
En 2019, la OMM estableció un puesto de coordinación del GMAS en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York que proporciona un flujo de información estratégica sobre peligros meteorológicos, climáticos y relacionados con el agua a las operaciones de las Naciones Unidas y al Centro de Crisis. Las oficinas de la OMM en Nueva York y Ginebra han combinado recientemente sus fuerzas para garantizar la prestación de asesoramiento autorizado al Comité Permanente entre Organismos de las Naciones Unidas.
