Las principales organizaciones científicas han lanzado el informe United In Science que recopila diversos trabajos que abordan el calentamiento global y la lucha para reducirlo. Las conclusiones son tajantes y señalan que los gases de efecto invernadero están en niveles récord, la temperatura aumenta de forma acelerada y se suceden fenómenos meteorológicos extremos por todo el planeta



Las principales organizaciones de ciencia climática se han unido, aprovechando la celebración de la Cumbre de Acción Climática de las Naciones Unidas, para elaborar un informe catalogado como “histórico” según la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y en el que han subrayado la “evidente y creciente brecha entre los objetivos acordados para abordar el calentamiento global y la realidad”.
“El informe proporciona una evaluación unificada del estado de nuestro sistema terrestre bajo la influencia creciente del cambio climático antropogénico, de la respuesta de la humanidad hasta el momento y de los cambios de largo alcance que la ciencia proyecta para nuestro clima global en el futuro”, han señalado Petteri Taalas y Leena Srivastava, secretario general de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y vicecanciller de TERI School of Advanced Estudios, respectivamente.
Además, en el informe United in Science, nombre con el que se ha bautizado a este trabajo, se han incluido detalles sobre el estado del clima y se han presentado tendencias de las emisiones y las concentraciones atmosféricas de los principales gases de efecto invernadero. Asimismo, se ha subrayado la imperiosa necesidad de poner en marcha una transformación socioeconómica profunda en sectores fundamentales, como el uso de la tierra, energía y agua, a fin de evitar un aumento peligroso de la temperatura mundial con efectos posiblemente irreversibles.
Por su parte, la OMM ha destacado que, para poder presentar un conjunto transparente de conocimientos científicos prácticos fidedignos y de vanguardia dentro del informe, se ha llevado a cabo una síntesis de diversos estudios elaborados por los organismos colaboradores en el trabajo, como la mencionada OMM o el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), y se han plasmado en el estudio.


Por ejemplo, en él se ha incluido la declaración sobre el estado del clima de la OMM, un estudio en el que se informa que durante el periodo que abarca los últimos cuatro años, 2015 – 2019, se ha observado una intensificación del cambio climático y de sus consecuencias.
En concreto, en ese informe de la OMM, el organismo se ha centrado en el análisis de la concentración de los gases de efecto invernadero, concretamente en el CO2, el cual ha tenido una tasa de aumento un 20% superior a la de los cinco años anteriores.
Este fenómeno, según la OMM, está impulsando el derretimiento de la capa de hielo terrestre, que pierde cada década un 12% de extensión aproximadamente. De hecho, los cuatro valores mínimos de extensión de hielo han tenido lugar durante los últimos cinco años.
Otra de las consecuencias del deshielo es el aumento del nivel del mar en la Tierra. En este sentido, la pérdida de hielo en la Antártida ha provocado un incremento de unos 3.6 milímetros por década desde 1979, así como un aumento total de 14 milímetros desde ese año.
Los fenómenos extremos han sido otro de los puntos que la OMM ha destacado dentro de su informe ya que, según la organización, estos se han visto incrementados durante los últimos cinco años, como las olas de calor que han afectado a todos los continentes y han contribuido a que se registrasen muchos récords de temperatura.
Por otro lado, los incendios forestales han estado también bajo estudio debido a su papel en el cambio climático.
“La sequía aumenta en gran medida el riesgo de incendios forestales en la mayoría de las regiones de bosques, e influye particularmente en los incendios de larga duración”, ha puntualizado la OMM, que también ha explicado que solo los incendios del Ártico producidos en junio emitieron 50 megatoneladas de CO2 a la atmósfera terrestre. Este valor supera la cantidad de CO2 que liberaron todos los incendios que se produjeron en la región ártica durante el mismo mes de 2010 a 2018.
El balance de carbono total
Las emisiones de dióxido de carbono han aumentado un 2% y han alcanzado un nivel elevado sin precedentes de 37.000 millones de toneladas de CO2 en 2018, unas cifras que, según las últimas estimaciones del Global Carbon Project (GCP) no se esperan que sean superadas este año.
Aunque el crecimiento de los combustibles renovables ha sido extraordinario, las fuentes fósiles siguen predominando en el sistema mundial de energía
“A fin de lograr las emisiones netas iguales a cero que se necesitan para estabilizar el clima, es preciso intensificar el uso de fuentes de energía exentas de carbono y reducir rápidamente la proporción mundial de combustibles fósiles en el sistema energético”, ha puntualizado el GCP.
“Los sumideros naturales de CO2, como la vegetación y los océanos, que absorben aproximadamente la mitad de todas las emisiones derivadas de las actividades humanas, resultarán cada vez menos eficientes. Esto pone de manifiesto la necesidad de reducir la deforestación y ampliar los sumideros naturales de CO2, especialmente aquellos que se encuentran en bosques y suelos que pueden mejorarse mediante una gestión y una restauración de los hábitats más adecuadas”, ha continuado informando.
Dónde queremos llegar
El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) no prevé que las emisiones mundiales alcancen su punto máximo antes de 2030, ni mucho menos en 2020, si se mantienen las políticas climáticas y los niveles de ambición actuales de las Contribuciones Determinadas a nivel Nacional (CDN).
Limitar el calentamiento mundial a 1,5 grados centígrados es posible si se endurecen las Contribuciones Determinadas a nivel Nacional
En este sentido, la Earth League y su informe destacan que solo mediante estrategias inmediatas e integrales, que abarquen una descarbonización profunda complementada con políticas ambiciosas, la protección y la mejora de los sumideros de carbono y la biodiversidad, y los esfuerzos tendientes a absorber el CO2 de la atmósfera, será posible cumplir el Acuerdo de París.
“Se pone de relieve la necesidad urgente de adoptar medidas concretas que detengan los efectos más graves del cambio climático”, ha concluido la ONU.
