La Banca Pública da el impulso definitivo a la transición ecológica

La Banca Pública da el impulso definitivo a la transición ecológica

El Banco Europeo de Inversiones confirma que se desvincula del petróleo y tecnologías en desuso y apuesta un billón de euros de financiación pública a proyectos centrados en el clima, la biodiversidad y la sostenibilidad. Las finanzas públicas empiezan a acompañar la senda iniciada ya por las empresas punteras


La evolución a una economía baja en carbono y circular ya está en marcha. Nadie puede discutir a estas alturas que este cambio de paradigma ya ha arrancado, pues lo impulsan los gobiernos, las empresas que lideran la economía, la sociedad civil, que lleva reclamándolo décadas y, ahora, también, las grandes instituciones financieras, tanto públicas como privadas.

Cabe discutir la velocidad del cambio o la forma de llevarlo a cabo, pero no que el proceso en sí ha empezado y que no va a haber forma de frenarlo. Estos días, por ejemplo, Australia anunciaba un gran proyecto de energía solar y eólica que estará listo en cuatro años y que permitirá al país aussie exportar electricidad a sus vecinos asiáticos, ya sea por cable de conexión o por vectores de almacenamiento.

El proyecto, denominado Asian Renewable Energy Hub, impulsado por inversores privados dispuestos a movilizar 50.000 millones de euros y crear 30.000 empleos fijos, tendrá una potencia instalada de 27 gigas eléctricos, es decir, la cuarta parte de la capacidad eléctrica de toda España, enchufada a la red en cuatro años y en un solo desarrollo industrial.

Recreación de cómo será la planta de 10 gigas eléctricos, similar a una decena de centrales atómicas, que se pretende instalar en Australia, cerca de Darwin. | The Guardian

Es una potencia similar a 27 centrales nucleares. Y sólo tres de los 27 gigas están pensados para consumo local. El resto, se concibe como una fuente de divisas para el país por medio de la exportación de electricidad.

El Asian Renewable Energy Hub se anuncia como un desarrollo industrial basado en energías limpias y que es tan grande como el de una gran petrolera. Lo importante de ello es que sus promotores lo ponen en marcha porque entienden que la inversión, dada la rentabilidad creciente de las renovables, ofrece retornos más certeros que el improbable horizonte de las fósiles.

«Australia tiene más potencia eléctrica instalada en los tejados de las casas de particulares que toda España en sus centrales nucleares»

Si alguien se pregunta qué está haciendo Australia, en la otra parte del mundo y tan lejos de nuestro horizonte respecto a la energía, podría mirar estos datos: la mayor fuente de producción de electricidad son ya los hogares. A mediados de 2020, el país tenía alrededor de 12 GW de paneles solares situados en la azotea del 29% de los domicilios, es decir, más de la potencia instalada de las nucleares españoles. Y  las instalaciones continúan a un ritmo que no se ve afectado por la Covid-19 o el retroceso gradual de los incentivos gubernamentales.

Porque hay que señalar que todo está ocurriendo en Australia a pesar de que el actual Gobierno del país no está impulsando las renovables con incentivos especiales ni un compromiso especial con la rebaja de las emisiones de gases de efecto invernadero. Es la realidad la que se impone a los administradores públicos o a las legislaturas. La corriente profunda de los mercados supera al responsable público de turno.

Adiós a la contaminación

Precisamente por la necesidad de enviar a los mercados señales que confirmen lo que ellos están experimentando es un hito lo ocurrido hace escasos días. El pasado 12 de noviembre se celebraba la Cumbre de Finanzas en Común, la primera reunión de todos los bancos públicos de desarrollo del mundo.

El encuentro presentó acciones climáticas concretas para alcanzar los objetivos del Acuerdo de París sobre cambio climático, el pacto internacional que ha estado en el alero durante los últimos años y que retoma fuerzas con la victoria de Joe Biden en EEUU, que ha prometido retornar a su país a los acuerdos climáticos internacionales, y el anuncio reciente de China, Japón y Corea del Sur de que esperan ser economías neutrales en carbono para 2050 o 2060.

Una pieza central de la cumbre fue la aprobación de la hoja de ruta del Banco del Clima del Banco Europeo de Inversiones. Los gobiernos de la Unión Europea aprobaron una «hoja de ruta» ecológica de un billón de euros que hará que deje de financiar proyectos de combustibles fósiles y expansiones de aeropuertos, al menos mientras el sector de la navegación aérea dependa del queroseno y no de fuentes limpias.

El plan Climate Bank del Banco Europeo de Inversiones (BEI) ha estado en discusión desde el año pasado cuando fue presentado como una señal de la intención de la UE de liderar la lucha contra el cambio climático, informa Reuters.

El billón de euros se destinará hasta 2030 en proyectos centrados en el clima, la biodiversidad y la sostenibilidad. El banco afirma que «todas las actividades de financiación» también se alinearán con el acuerdo climático de París a finales de este año.

“Es una contribución importante en el papel que tiene Europa a la hora de abrir el camino hacia la descarbonización y hacia una economía verde, resiliente y socialmente inclusiva”, afirmaba el presidente del BEI, Werner Hoyer, en un comunicado.

Con respecto al agua, el BEI también se unió al Llamado a la Acción para una Coalición de Financiamiento del Agua junto con la Agence Française de Développement, el Banco de Desarrollo de América Latina y el Banco Mundial.

El empuje de las renovables

La decisión del Banco Europeo de Inversiones va en línea con lo que los mercados energéticos están experimentando. La semana pasada, la Agencia Internacional de la Energía publicaba su informe Renovables 2020 en el que pronostica un crecimiento imparable de las energías limpias y augura que la apuesta de Europa, India, China y Estados Unidos por las renovables tirará de la economía mundial.

Según el informe, este 2020, y debido a la pandemia de coronavirus, la demanda de energía mundial caerá un 5%. Sin embargo, las renovables utilizadas para generar electricidad crecerán casi un 7% en este mismo periodo.



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