China, Estados Unidos e India no se comprometen en Nueva York a recortar sus emisiones de gases de efecto invernadero. La ONU calcula que para cumplir la limitación de incremento de 1,5 grados se necesita que los esfuerzos aumenten entre tres y cinco veces



La sede de la ONU continúa con las sesiones previstas para esta semana. Hoy comienza la Cumbre sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible y ayer tuvo lugar la Cumbre del Clima que concentró los momentos más mediáticos de la cita de alto nivel.
La reprimenda de Greta Thunberg será uno de los discursos más recordados en Naciones Unidas. La joven sueca cargó con vehemencia contra los mandatarios mundiales por su inacción para atajar la crisis climática.
«Estamos al inicio de una extinción masiva y de lo único que podéis hablar es de dinero y de cuentos de hadas sobre un crecimiento económico eterno», ha dicho esta joven de 16 años con lágrimas en los ojos. «¡Cómo os atrevéis!», espetó.
«Habéis robado mis sueños y mi infancia con vuestras palabras vacías», les ha dicho, al mismo tiempo que ha recalcado que aún están a tiempo de corregir el rumbo. Pero, «si elegís fallarnos», advirtió, «nunca os perdonaremos«.
"Ustedes me han robado mi infancia y aún así yo soy una de las afortunadas. La gente está sufriendo y muriéndose y ustedes solo pueden hablar de dinero"
"Si nos fallan no se los vamos a perdonar", un emotivo y fuerte discurso de @GretaThunberg en la Cumbre de #AcciónClimática pic.twitter.com/U4OxFFfWpz
— Noticias ONU (@NoticiasONU) September 23, 2019
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, también dirigió duras palabras a los asistentes a la sesión. “Esta no es una cumbre para venir a hablar, a negociar; no se negocia con la naturaleza”, advirtió.
El objetivo de la cumbre era intentar marcar un punto de inflexión en el deterioro del clima y el aumento de las temperaturas. Para ello, se invitó a tomar la palabra sólo a los países dispuestos a anunciar medidas para reducir colectivamente las emisiones en al menos un 45% para 2030 y preparar estrategias nacionales para lograr la neutralidad de carbono a mediados de siglo.
Solo 77 países se han comprometido a revisar sus planes de recorte de emisiones de gases de efecto invernadero para poder cumplir con los objetivos del Acuerdo de París: que el incremento de la temperatura se quede por debajo de los dos grados centígrados respecto a los niveles preindustriales y, si es posible, por debajo de 1,5ºC.
La ONU ya ha advertido de que el incremento de temperatura ya está en un grado y que los planes de recorte de los estados son insuficientes. De continuar así, el incremento será de más de tres grados a finales de siglo. Para cumplir con los objetivos, Naciones Unidas calcula que se necesita que los esfuerzos aumenten entre tres y cinco veces.
Pero las previsiones no son nada halagüeñas. Entre los 77 países comprometidos no figuran tres de los cuatro principales contaminadores: China, Estados Unidos e India.
Iniciativas
Varios países anunciaron medidas, como Alemania, que recordó que aumentará sus fondos para la protección del clima global de 2.000 a 4.000 millones de euros o Francia, cuyo presidente, Emmanuel Macron, presentó junto a otros líderes como el colombiano, Iván Duque, y el chileno, Sebastián Piñera, una gran alianza para proteger la Amazonía y otros bosques tropicales, una iniciativa que tiene la gran ausencia de Brasil.
España y Perú, junto con otros organismos y agencias, anunciaron la creación de la Coalición de Impulsores Sociales y Políticos que arrastra a 45 países para lograr la igualdad de género y el empoderamiento de mujeres y niñas como un componente esencial de las acciones de lucha contra el cambio climático.
Además, España contribuirá con 150 millones de euros en los próximos 4 años al Fondo Verde del Clima (GCF por sus siglas en inglés), un fondo dentro del marco de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (UNFCCC por sus siglas en inglés) constituido como mecanismo para ayudar a países en desarrollo en prácticas de adaptación al cambio climático y mitigación de sus efectos.
China, Estados Unidos y Rusia
A pesar de no intervenir en la sesión, el consejero de Estado y ministro de Asuntos Exteriores chino, Wang Yi, anunció ante la prensa que China impondrá un nuevo impulso a los esfuerzos contra el cambio climático después de 2020 y utilizará su iniciativa Cinturón y Ruta para impulsar la cooperación en la lucha contra el calentamiento global.
Wang Yi afirmó que su país mostrará «la mayor ambición posible» al revisar sus compromisos climáticos el próximo año, aumentando las esperanzas de que el mayor emisor de gases de efecto invernadero del mundo incluya objetivos más fuertes en un plan quinquenal a partir de 2021.
Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se presentó de improviso en la sesión y estuvo un cuarto de hora. Trump, que sí participó en una reunión para proteger la libertad religiosa, con la que intentó contraprogramar la Cumbre del Clima, aseguró sobre el clima a unos periodistas que le seguían: «Soy un gran creyente en el aire limpio y el agua limpia, y todos los países deberían unirse y hacer eso, y deberían hacerlo por sí mismos. Es muy, muy importante».
Trump volvía así a esquivar cualquier referencia a la crisis climática, algo que durante su campaña electoral de 2016 describió como un «fraude» creado por China y que ha minimizado desde que llegó al poder, a base de concesiones a la industria de los combustibles fósiles y eliminación de regulaciones medioambientales.
Coincidiendo con la cumbre, el primer ministro ruso, Dmitri Medvédev, firmó el decreto con el que Rusia, el cuarto país que más gases de efecto invernadero emite, ratifica el Acuerdo del clima de París de 2015.
«El cambio climático es un reto común, no se trata de politizar la cuestión o hacer que la problemática del clima sea un tema conflictivo que divida», dijo en su discurso.
