Un estudio paleoclimático comparado con imágenes satelitales actuales demuestra que la extensión de hielo en el mar de Bering no tiene precedentes en los últimos 5.500 años. El calentamiento global y el cambio de las corrientes oceánicas son la causa



El verano de 2020 ha sido un verdadero desastre para las extensiones de hielo de todo el planeta, según un informe publicado por la Organización Meteorológica Mundial. La pérdida de hielo o incluso los colapsos de glaciares se vienen sucediendo en los últimos meses, en el que va camino de ser el año más cálido de la historia.
La última zona en notificar un mínimo de hielo alarmante ha sido el mar de Bering, gracias a un estudio publicado en Science Advance que ofrece una mirada al clima del pasado.
El mar de Bering es una parte del océano Pacífico que cubre una extensión de dos millones de kilómetros cuadrados. Limita al norte y al este con Alaska, al oeste con Siberia en Rusia, y al sur con la península de Alaska y las islas Aleutianas. Durante la última glaciación, el nivel del mar fue lo suficientemente bajo como para permitir a personas y animales migrar de Asia a América del Norte a pie, a través de donde actualmente se sitúa el estrecho de Bering.
El nuevo estudio del Servicio Geológico de Estados Unidos y la Universidad Fairbanks de Alaska ha determinado que la extensión del hielo marino en la región es la menor de lo que ha sido durante miles de años, gracias al análisis de la vegetación y restos de plantas de hace 5.500 años de la isla de St. Matthew, a medio camino en el brazo de mar que separa Siberia y Alaska. Los datos del modelo matemático han sido confirmados por través de datos satelitales de hielo marino recopilados desde 1979.«Lo que hemos visto más recientemente no tiene precedentes en los últimos 5.500 años», alerta Matthew Wooller, director de la Instalación de Isótopos Estables de Alaska y colaborador del artículo.
La autora principal, Miriam Jones, geóloga investigadora del Servicio Geológico de Estados Unidos, señala además que los hallazgos a largo plazo también afirman que las reducciones en el hielo del mar de Bering se deben a las recientes temperaturas más altas asociadas con el calentamiento global, pero también a las corrientes atmosféricas y oceánicas, que se ven afectadas por el cambio climático y juegan un papel más importante en la presencia de hielo marino.
«Están sucediendo muchas más cosas que simplemente el calentamiento de las temperaturas. Estamos viendo un cambio en los patrones de circulación tanto en el océano como en la atmósfera«, señala Jones.
Registro de isótopos
Al analizar la composición química del núcleo de turba de la isla St. Matthew , que incluye restos de plantas desde hace 5.500 años hasta el presente, los científicos pueden estimar cómo ha cambiado el hielo marino en la región durante ese período de tiempo. «Esta isla en medio del mar de Bering ha estado registrando lo que está sucediendo en el océano y la atmósfera a su alrededor», la geóloga
El antiguo registro del hielo marino se presenta en forma de cambios en las cantidades relativas de dos isótopos del elemento oxígeno: oxígeno-16 y oxígeno-18. Al analizar los datos de un modelo que rastrea el movimiento atmosférico utilizando la firma isotópica de la precipitación, los autores encontraron que las precipitaciones más intensas se originaron en el Pacífico norte, mientras que las precipitaciones más ligeras se originaron en el Ártico.


Una proporción «alta» indica un patrón estacional que hace que la cantidad de hielo marino disminuya. Una proporción «ligera» indica una temporada con más hielo marino. Esa conexión se ha confirmado a través de datos satelitales de hielo marino recopilados desde 1979 y, en menor medida, a través de la presencia de algunos microorganismos en muestras de núcleos anteriores.
La instalación de isótopos estables de Alaska de la UAF analizó las proporciones de isótopos en las capas de turba, proporcionando una marca de tiempo para las condiciones del hielo que existieron a lo largo de los milenios. Después de revisar la historia isotópica, los investigadores determinaron que las condiciones modernas del hielo se encuentran en niveles notablemente bajos.