El Gobierno australiano ha anunciado la aparición del fenómeno meteorológico «La Niña» en el Pacífico tropical por segundo año consecutivo, lo que provocará lluvias más abundantes de lo habitual en casi todo el país oceánico



La Niña es un fenómeno que produce un enfriamiento a gran escala de las aguas de la superficie oceánica en las zonas central y oriental del Pacífico ecuatorial, además de otros cambios en la circulación atmosférica tropical, a saber, los vientos, la presión y las precipitaciones. Por lo general, tiene efectos en el tiempo y el clima contrarios a los de El Niño, que es la fase cálida del fenómeno denominado “El Niño-Oscilación del Sur (ENOS)”.
Sin embargo, a pesar de que este fénomeno se produce de manera natural, el cambio climático ha ido intensificando su radio de acción y efectos tanto en los trópicos como en las zonas más templadas, por lo que el hecho de que alcance Australia por segundo año consecutivo es motivo de preocupación.
Así lo ha anunciado este martes el Gobierno australiano, que apunta que la llegada de La Niña provocará lluvias más abundantes de lo habitual en casi todo el territorio de Australia, temperaturas más frescas y mayor posibilidad de ciclones tropicales. «Los modelos climáticos sugieren que La Niña tendrá una vida corta y persistirá hasta bien entrado el verano en el hemisferio sur o hasta el otoño de 2022» (entre enero y marzo), indicó en un comunicado la Oficina de Meteorología de Australia.
Según Andrew Watkins, director de este organismo, la Niña «aumenta las posibilidades de temperaturas más frescas de la media durante el día en buena parte de Australia y puede incrementar el número de ciclones tropicales». «Los fenómenos de La Niña consecutivos no son inusuales», dijo Watkins, quien señaló que la última vez en que este fenómeno ocurrió dos años seguidos fue entre 2010 y 2012, cuando Australia sufrió inundaciones provocadas por las mayores precipitaciones de su historia.
De hecho, este fenómeno climático causó el pasado año inundaciones en Australia que desplazaron a miles de personas y causaron daños por más de 1.000 millones de dólares australianos, ya que se caracteriza por provocar temperaturas más bajas de lo habitual y precipitaciones más copiosas, especialmente en el este, el norte y el centro del país.
Intensificación climática
Eso sí, la agencia meteorológica advirtió de que el cambio climático «sigue influyendo el clima global y australiano» y recordó que las temperaturas se han incrementado en 1,44 grados entre 1910 y 2019 y las lluvias en la estación húmeda (octubre-abril) han aumentado en los últimos veinte años. En este sentido, indicó que en las últimas décadas ha habido «una tendencia hacia una mayor proporción de lluvias de alta intensidad y corta duración, especialmente en el norte de Australia».


Tanto El Niño como La Niña se expanden desde las regiones tropicales durante varios meses y provocan variaciones en las temperaturas globales y en las precipitaciones. Sin embargo, la Organización Meteorológica Mundial afirma que los eventos climáticos que ocurren naturalmente como La Niña «ahora tienen lugar en el contexto del cambio climático inducido por el hombre«, que está «aumentando las temperaturas globales, exacerbando el clima extremo e impactando los patrones de precipitación estacional».
“El cambio climático antropógeno acrecienta los efectos de los fenómenos de origen natural, como La Niña, e incide cada vez más en las condiciones meteorológicas, en particular mediante una mayor intensidad del calor y las sequías y el riesgo conexo de incendios forestales, así como los diluvios y las inundaciones sin precedentes”, afirma el profesor Petteri Taalas, Secretario General de la OMM.
