La Organización Meteorológica Mundial presenta su informe anual con predicciones para los próximos cinco años. Augura un panorama global de temperaturas medias en aumento, vientos y tormentas más fuertes y sequías, pero el pronóstico varía según las regiones



La temperatura media global se mantendrá al menos un grado centígrado por encima de los niveles preindustriales en el lustro 2020-2024 y hay un 20 % de posibilidades de que en alguno de esos años se eleve 1,5 grados, advirtió hoy la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
En su actualización de previsiones anuales, con datos de diversas agencias meteorológicas coordinadas por la del Reino Unido, la OMM predice que todas las regiones, excepto algunas partes de los océanos en el hemisferio sur, tengan una temperatura media mayor a la de años recientes.
La temperatura media global ha estado también en años pasados un grado por encima de los niveles preindustriales (1850-1900), y el pasado lustro 2015-2019 ya fue el más caluroso del que se tiene registro.
“Este estudio de alto nivel científico pone de manifiesto el largo camino que queda por recorrer si queremos cumplir el objetivo del Acuerdo de París sobre el Cambio Climático de lograr que este siglo el aumento de la temperatura mundial quede muy por debajo de los 2 °C con respecto a los niveles preindustriales y de proseguir con los esfuerzos para limitar ese incremento de la temperatura a 1,5 °C”, ha afirmado el secretario general de la OMM, Petteri Taalas.
La pandemia no afecta
El experto reiteró que el freno de la actividad económica e industrial que la pandemia de COVID-19 ha producido en todo el mundo «no es un sustituto de una acción climática sostenida y coordinada».
«Dada la larga duración del dióxido de carbono en la atmósfera, no se espera que el impacto de la caída de las emisiones este año produzca una reducción de las concentraciones de ese gas», explicó.
Predicciones regionales
Estas son algunas de las predicciones del informe de la OMM a escala regional:
Los mares australes se calientan menos
En el período 2020-2024, es probable que la temperatura de prácticamente todas las regiones, salvo en partes de los océanos meridionales, sea más cálida que en el pasado reciente.
Un Sahel más húmedo y Sudamérica más seca
En el período 2020-2024, es probable que en las regiones situadas en latitudes altas y en el Sahel se produzca un aumento de la precipitación con respecto al pasado reciente, mientras que en las zonas norte y este de América del Sur es probable que las condiciones sean más secas.
Tormentas en Europa
En el período 2020-2024, las anomalías de la presión a nivel del mar sugieren que en la región septentrional del Atlántico Norte los vientos del oeste podrían intensificarse y ello podría suponer un incremento de la actividad tormentosa en Europa occidental.
Calor en el hemisferio norte
En 2020, es probable que la temperatura de amplias zonas terrestres del hemisferio norte supere en más de 0,8 °C el valor del pasado reciente (que corresponde a la media del período 1981-2010).
El Ártico se calienta el doble de rápido
En 2020, es probable que el Ártico se haya calentado más del doble que la media mundial.
Los trópicos, más estables que el resto
El cambio en la temperatura más pequeño se espera en los trópicos y en zonas de latitudes medias del hemisferio sur.
Sequías en Australia, el Cono Sur y África
En 2020, es probable que en muchas partes de América del Sur, África meridional y Australia las condiciones sean más secas que en el pasado reciente.
El ascenso continuado de las temperaturas es «realmente alarmante», declaraba a Efe José Ángel Núñez Mora, portavoz de la Aemet, en relación con el anuncio de que en los próximos años se podría superar en 1,5 grados la media anual preindustrial, un «hito más» en una escalada continuada.
Además, respecto a los cambios a escala regional que augura el informe de la Organización Meteorológica Mundial, como un incremento de la actividad tormentosa en la Europa occidental, el experto español afirma: «España es «climáticamente muy compleja» y las tormentas obedecen a diversos mecanismos, pero un incremento de los vientos del oeste, que son los que conducen los frentes atlánticos, implicaría un aumento de la actividad tormentosa en el oeste de la Península y Cantábrico, aunque no en el resto de regiones».
