Iberoamérica necesita inversiones rápidas, seguridad jurídica y conjunción de empresas públicas y privadas para avanzar en la transición energética y distribución de energía en la región, donde existen aún 25 millones de personas sin electricidad, coincidieron los participantes de un encuentro en Casa de América en Madrid



La transición energética es una necesidad imperiosa para abordar el reto del cambio climático y conseguir poner en marcha una economía baja en carbono y más sostenible. A escala regional, hay zonas del mundo, com América del Sur y Centroamérica que pueden avanzar todavía mucho en este camino. Esa es una de las conclusiones del encuentro virtual Una transición energética innovadora y sostenible en América Latina, organizado por la Fundación Iberoamericana Empresarial y la Casa de América de Madrid, en la que participaron la vicepresidenta cuarta del Gobierno español y ministra para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, y la secretaria general Iberoamericana, Rebeca Grynspan.
En el avento también participaron el presidente de Iberdrola, Ignacio Galán, el presidente de la Fundación Iberoamericana Empresarial, Josep Piqué, y la catedrática de Análisis Económico, Técnico Comercial y Economista del Estado, Paulina Beato.
Seguridad jurídica
Iberoamérica necesita inversiones rápidas, seguridad jurídica y conjunción de empresas públicas y privadas para avanzar en la transición energética y distribución de energía en la región, donde existen aún 25 millones de personas sin electricidad, coincidieron los participantes del encuentro.
Todos los participantes coincidieron en la necesidad que tiene la región de garantizar un marco jurídico seguro «a largo plazo», garantizar las inversiones y realizar la transformación energética con la mayor celeridad posible, porque «hay soluciones que funcionan y ya se conocen».


La vicepresidenta española aseguró que Latinoamérica tiene «infinitas oportunidades» en el sector energético. No obstante, para la transformación es necesario «conciliar razonablemente» objetivos climáticos, tecnológicos y la seguridad de acceso a la energía, por medio de tecnología limpia, aproximándose lo máximo posible a las renovables.
En la región iberoamericana existen aún 25 millones de personas sin electricidad
El presidente de Iberdrola, Ignacio Galán, señaló que es necesario contar con «garantías jurídicas seguras y trasparentes, con soluciones integrales» para realizar las inversiones en la región, porque son «decisiones a muy largo plazo».
Galán subrayó la importancia de la colaboración y diálogo entre el sector público y privado, y entre los gobiernos y empresas para lograr la creación de empleo y mejorar las condiciones sociales de la población latinoamericana.
La secretaria Iberoamericana Grynspan también incidió en la necesidad de un marco regulatorio seguro y permanente, en la voluntad política local, nacional y regional para lograr la transformación energética ante la demanda social y el diálogo público privado.
El gerente del Sector de Infraestructura y Energía del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Agustín Aguerre, señaló que la región afronta varios desafíos que se necesitan encarar para lograr la modernización y mejorar las infraestructuras de todos los países latinoamericanos.
