En los últimos 100 años, las emisiones de actividades antropogénicas como la quema de combustibles fósiles han sido de 40 a 100 veces mayores que las emisiones de carbono geológico de nuestro planeta, según una investigación científica sobre el balance total de carbono de la Tierra



Las emisiones de carbono de la Humanidad a través de la quema de combustibles fósiles y bosques, son de 40 a 100 veces mayores que todas las emisiones volcánicas en los últimos cien años. Es una de las conclusiones recogidas en una actualización de las estimaciones del balance total del carbono en la Tierra, realizada por científicos del Deep Carbon Observatory.
De acuerdo con este informe, dos décimas partes del 1% del carbono total de la Tierra, alrededor de 43.500 gigatoneladas (Gt), se encuentran sobre la superficie en los océanos, sobre tierra firme y en la atmósfera. El resto es subsuperficial, incluida la corteza, el manto y el núcleo, un estimado de 1.850 millones de Gt en total.
El CO2 emitido a la atmósfera y a los océanos desde los volcanes y otras regiones magmáticas activas se estima en 280 a 360 millones de toneladas (0,28 a 0,36 Gt) por año, incluida la liberada en los océanos desde las crestas del océano medio.
Estabilidad a largo plazo
El ciclo profundo del carbono en la Tierra a través del tiempo revela una estabilidad equilibrada a largo plazo del CO2 atmosférico, interrumpido por grandes perturbaciones, incluidas inmensas y catastróficas liberaciones de magma que ocurrieron al menos cinco veces en los últimos 500 millones de años. Durante estos eventos, se desgasificaron grandes volúmenes de carbono, lo que condujo a una atmósfera más cálida, océanos acidificados y extinciones masivas.
De manera similar, un impacto de meteorito gigante hace 66 millones de años, el evento Chicxulub en la península de Yucatán en México, liberó entre 425 y 1.400 Gt de CO2, calentó rápidamente el planeta y coincidió con la extinción masiva (> 75%) de plantas y animales, incluyendo los dinosaurios.
En los últimos 100 años, las emisiones de actividades antropogénicas como la quema de combustibles fósiles han sido de 40 a 100 veces mayores que las emisiones de carbono geológico de nuestro planeta, señala el informe.
La científica del Deep Carbon Observatory Marie Edmonds, de la Universidad de Cambridge, Reino Unido, dice en un comunicado: «El carbono, la base de toda la vida y la fuente de energía vital para la humanidad, se mueve a través de este planeta desde su manto hasta la atmósfera. Para asegurar un futuro sostenible, es de suma importancia que comprendamos todo el ciclo del carbono de la Tierra».
«La clave para desentrañar el ciclo de carbono natural del planeta es cuantificar cuánto carbono hay y dónde, cuánto se mueve (el flujo) y cómo de rápido, desde los depósitos de la Tierra Profunda a la superficie y viceversa».
La situación del volcán Copahue, en el sur de Chile, pasó a alerta naranja, el segundo máximo nivel, tras registrar abundante sismicidad de largo periodo cerca del cráter.
Así lo determinó del Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin) del país austral. El director del organismo, Alfonso Domeyko, explicó que la alteración de la situación de alerta se debió al registro de “una actividad anormal del volcán”, ubicado en la región del Bíobío a más de 600 kilómetros al sur de la capital chilena.
El cambio en la condición del volcán Copahue conllevó el establecimiento de un área de exclusión de 5 kilómetros alrededor del cráter activo y que se convocase una mesa técnica para determinar los cursos de acción. Además, se realizará un control más exhaustivo del devenir del volcán, aunque las malas condiciones climáticas actuales en la zona no permiten su visualización a través de las cámaras de 24 horas que vigilan su actividad.
El Copahue llevaba en alerta amarilla desde el pasado 5 de abril y no había generado ninguna situación de alarma hasta ahora a pesar de ser uno de los volcanes activos en Chile.
Corresponde a un estratovolcán principalmente andesítico que posee una decena de cráteres, si bien la actividad reciente se concentra en el llamado El Agrio, que presenta actividad fumarólica permanente y un lago ácido en su interior.
Tiene una altura de 2.965 metros y registró su última actividad en 2016, aunque entre los principales eventos ocurridos en décadas recientes destacan las erupciones de 1992, 2000 y 2012-2013 todas controladas por componentes freáticas y freatomagmáticas.
La última actividad registrada corresponde a emisiones de vapor y ceniza desde su cráter que alcanzaron alturas de hasta 3,7 kilómetros.
Chile es el país que posee la segunda cadena volcánica más grande y de mayor actividad en el mundo después de Indonesia, en el llamado Cinturón de Fuego.
Esta cadena de volcanes a lo largo de la costa occidental de Suramérica es donde están los volcanes más activos del mundo.
En Chile, país de 18 millones de habitantes, hay más de 2.000 volcanes, de ellos unos 125 son considerados geológicamente activos y cerca de 60 han tenido algún tipo de actividad eruptiva histórica en los últimos 450 años.