El océano Antártico ha absorbido en los últimos cincuenta años la mayor parte del exceso del calor que se queda atrapada en la atmósfera, mitigando así los efectos de la crisis climática, aunque a un coste muy alto para los ecosistemas, según un reciente estudio científico



Los océanos han contribuido desde hace 50 años a reducir los efectos del calentamiento global porque absorben el 40% de las emisiones de dióxido de carbono del planeta, así como el 90% del exceso del calor que se queda atrapada en la atmósfera. En este escenario, «el océano Antártico domina la captación de calor de los océanos, en parte por la configuración geográfica de la región», según señala el autor de un estudio de la Universidad de Nueva Gales del Sur (UNSW), Maurice Huguenin.
Una de las razones es que los vientos occidentales que soplan con fuerza en la Antártida provocan desplazamientos de las aguas frías a la superficie y las empuja hacia el norte, donde absorben grandes cantidades de calor de la atmósfera antes de hundirse a las profundidades marinas cerca de la Corriente Circumpolar Antártica.
Si el océano Antártico sigue siendo responsable de la mayor captación de calor hasta el año 2100, podríamos ver que su calentamiento se acelere
«El nivel del mar aumenta, los glaciales se derriten, los ecosistemas experimentan estrés por el calor y aumenta la frecuencia de los eventos climáticos extremos», destaca uno de los coautores del estudio, el académico de la UNSW Matthew England, al referirse al impacto del calentamiento de los océanos.
Los científicos también prevén que pesar de que el océano Antártico representa un 15% de la masa oceánica, su calentamiento producirá alteraciones de la red alimentaria de esa región, así como el derretimiento de las plataformas de hielo de la Antártida, entre otros hechos que repercutirán en todo el mundo.
Lo que es preocupante para los científicos de este estudio, que analiza el rol de los océanos en la absorción del calor en los últimos 50 años mediante modelos, es que las proyecciones científicas más optimistas -con un escenario de calentamiento global de 1,5 grados-, suponen un calentamiento de los océanos.
Por ello, Huguenin advirtió de que si el océano Antártico «sigue siendo el responsable de la mayor parte de la captación de calor hasta el año 2100, podríamos ver cómo su calor aumenta hasta siete veces más de lo que ya hemos visto hasta hoy«.
