Los océanos están bajo una amenaza sin precedentes como consecuencia del cambio climático. Y los cambios que están experimentando suponen a su vez las mayores amenazas que sobre la población del planeta. Subida del nivel del mar, formación de eventos extremos, subida de las temperaturas, pérdida de miles de millones en economía azul y en alimentación proveniente del mar… La OMM pide mayores inversiones para lograr nuestra adaptación a este nuevo escenario



La Tierra no se entendería sin los océanos debido a su vital papel dentro del sistema climático mundial. Como recuerda la Organización Meteorológica Mundial (OMM), estas masas de agua absorben y transportan la radiación solar, aporta vapor de agua a la atmósfera, regulan el calor de nuestro planeta y, en definitiva, propician la vida tanto dentro como fuera de ellos.
El cambio climático, además de acarrear graves consecuencias para el océano, multiplica los riesgos a los que están expuestos cientos de millones de personas
Así pues, los océanos se han convertido en un perfecto combustible para la generación de huracanes a la vez que están propiciando la descongelación de los polos helados de nuestro mundo, dejando en la estacada a cerca del 40% de la población mundial que vive a menos de 100 kilómetros de la línea de costa.
En este sentido, los científicos del Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC) señalan que el aumento del nivel del mar puede alcanzar entre 30 y 60 cm de aquí a 2100, incluso aunque se reduzcan drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero y se mantenga el aumento de temperatura muy por debajo de 2°C.
De mantenernos en un escenario de altas o moderadas emisiones, estos expertos creen que el incremento oscilará entre los 60 y los 110 centímetros.


Del mismo modo, la absorción de casi el 30% de las emisiones de dióxido de carbono están acidificando los océanos. Para la OMM, este factor, unido al calor, impulsa la pérdida de oxígeno y entraña consecuencias importantes para los ecosistemas, la sociedad y las economías.
En este aspecto, la OMM recuerda que la “economía azul” de los océanos está valorada entre los tres y los seis mil millones de dólares anuales ya que representa más de tres cuartas partes del comercio mundial y proporciona medios de subsistencia a más de 6.000 millones de personas.
“Cada año se pierden en el mar millones de dólares en mercancías y cientos de vidas debido a condiciones meteorológicas extremas, como vientos fuertes, grandes olas, niebla, tormentas eléctricas, hielo marino y rociones congelantes·, señalan desde la OMM.
Mejorar la Meteorología
Aprovechando el Día Meteorológico Mundial, que se celebró este martes y que puso su foco en el papel de los océanos sobre el clima y el tiempo, Petteri Taalas, secretario general de la OMM, argumentó que los avances tecnológicos “están revolucionando nuestra capacidad para monitorear sistemáticamente el océano” y, por tanto, cambian radicalmente nuestra comprensión de sus repercusiones en el tiempo y el clima.
“Gran parte de la información en la que se basan estas predicciones marítimas, meteorológicas y climáticas procede de sistemas de observación a escala de cuenca oceánica coordinados a nivel mundial, tanto satelitales como in situ, concebidos para propiciar mejores observaciones y predicciones”, señaló el secretario general de la OMM.Sin embargo, aclaró que esos avances aún siguen siendo insuficientes en algunos campos, dificultando el suministro efectivo de las predicciones, por ejemplo, a los buques mercantes que deben lidiar constantemente con los peligros de los océanos.
Por ese mismo motivo, resaltó la necesidad de seguir mejorando los servicios meteorológicos de apoyo para ayudar a todos los sectores que dependen del mar para que realicen su trabajo de la forma más eficiente posible.
“La OMM está trabajando para mejorar los sistemas de alertas tempranas de las zonas costeras bajas para mitigar los peligros de las poblaciones que se sitúan dentro de esas regiones. Asimismo, también está trabajando mejorar las predicciones y los avisos sobre las condiciones meteorológicas para evitar peligros en el mar o monitorear el hielo marino”, informa la OMM.
“La necesidad de ampliar un sistema mundial de observación del océano, financiado y diseñado para satisfacer las necesidades de los usuarios, es clara y urgente”, añade Petteri Taalas.
