Un nuevo informe de Naciones Unidas apunta que tan solo 75 países han presentado nuevos planes de recorte de emisiones y alerta de que, con los objetivos actuales, apenas se logrará una reducción del 1% de los gases de efecto invernadero para 2030



El primer gran examen sobre el cumplimiento del Acuerdo de París, el tratado climático más importante de nuestra era, se ha saldado con un suspenso general para los Gobiernos del planeta. A pesar de los avances de actores relevantes como la Unión Europea (UE), existe una grave falta de ambición de la comunidad internacional en la lucha contra el cambio climático: la suma de todos los planes de recorte de emisiones presentados supone una reducción para 2030 de apenas el 1% frente a las del año 2010, lejos del 45% que recomienda la comunidad científica. Y es que, hasta el momento, solo el 40% de los firmantes del histórico Acuerdo han presentado sus Contribuciones Nacionalmente Determinadas (NDC), aunque todos se habían comprometido a enviarlo antes de finales del año pasado.
Así lo pone de manifiesto un informe publicado este viernes por la Convención Marco de la ONU para el Cambio Climático (UNFCCC), en el que se alerta de que las naciones deben redoblar sus esfuerzos y presentar planes nacionales de acción climática más fuertes y ambiciosos en 2021 si quieren lograr el objetivo del Acuerdo de París de limitar el aumento de la temperatura global en 1,5 o como mucho 2 grados centígrados para finales de siglo.
«El informe provisional de la UNFCCC es una alerta roja para nuestro planeta. Muestra que los gobiernos no están en absoluto cerca del nivel de ambición necesario para limitar el cambio climático a 1,5 grados y lograr los objetivos del Acuerdo de París», ha lamentado el secretario general de la ONU, António Guterres, durante la presentación del informe. Eso sí, el veterano diplomático portugués, ha subrayado que son especialmente los «mayores contaminantes» quienes deben ser «mucho más ambiciosos» en sus objetivos de reducción de emisiones para 2030.
Las palabras de Guterres señalan en concreto a las dos potencias que más gases de efecto invernadero expulsan a la atmósfera en la actualidad, China y Estados Unidos, cuyas emisiones suman casi el 40% de los gases de efecto invernadero producidos anualmente. Y es que, a pesar de las recientes promesas de neutralidad climática para 2060 del gigante asiático y del prometido «giro verde» del nuevo presidente estadounidense, Joe Biden, ninguno de estos países está entre los 75 que han presentado sus NDC a tiempo.
Eso sí, en ese grupo de países «cumplidores» sí que figuran el Reino Unido, anfitrión de la próxima COP26 en Glasgow, y los 27 miembros de la Unión Europea, entre los que se encuentra España, que está muy cerca de aprobar su primera ley climática. En concreto, la UE ha elevado del 40% al 55% su objetivo de reducción de emisiones en 2030 y el Reino Unido ha pasado del 53% al 68%. También han enviado las revisiones de sus NDC prácticamente todas las naciones de Latinoamérica, con la excepción de Bolivia, Venezuela y Paraguay. Sin embargo, la suma de los 75 países que han hecho sus deberes climáticos apenas supone el 30% del total de las emisiones de gases que provocan el efecto invernadero.
El tiempo se acaba
La secretaria ejecutiva de UNFCCC, Patricia Espinosa, ha reconocido que el informe no aporta una «imagen completa» de los lucha climática, ya que antes de la Cumbre del Clima de este año (COP26) se presentará una actualización en la que esperan que ya se incluya a los mayores contaminantes. Eso sí, Espinosa también ha incidido en que es crucial que los países se comprometan «ahora» a reducir sus emisiones de forma sustantiva. «Se nos acabó el tiempo», ha advertido, ya que a nivel global «estamos muy retrasados y necesitamos algo mucho más radical encima de la mesa».
“Debemos reconocer que el tiempo para salvaguardar nuestro planeta se está acabando rápidamente», ha coincidido el presidente de la COP26, Alok Sharma, que ha añadido que el informe debe servir como un llamado a la acción urgente y ha pedido también a todos los países, y de nuevo en particular a los principales emisores, que presenten ambiciosos objetivos de reducción de emisiones para 2030.
Por su parte, los grupos ecologistas han ido un paso más allá tildando la acción de los gobiernos contra la emergencia climática de «fracaso» y considerando que es «vergonzante» la escasa ambición global a la hora de recortar emisiones para cumplir con los objetivos del Acuerdo de París. «Este informe muestra con cifras cómo los gobiernos están fracasando en la lucha contra el cambio climático», ha afirmado la directora ejecutiva de la Red de Acción Climática (CAN), Tasneem Essop, mientras que el consejero sénior sobre Política Global de Greenpeace, Li Shuo, ha considerado que «las ofertas actuales presentadas por los países se quedan miserablemente cortas respecto a lo que es necesario».
Eso sí, a pesar de la dureza del informe presentado, la ONU abre una puerta a la esperanza, ya que sus principales responsables consideran que los planes de recuperación del COVID-19 ofrecen una oportunidad de reconstruir de forma más ecológica y limpia. «Los billones de dólares que se están movilizando”, ha opinado Espinosa, «deben ir a inversiones en la dirección correcta», mientras que Guterres ha pedido que los compromisos a largo plazo vayan acompañados de «acciones inmediatas para lanzar la década de transformación que tanto la gente como el planeta necesita».
