Los líderes de la ONU y la COP piden a los países más esfuerzo climático

Los líderes de la ONU y la COP piden a los países más esfuerzo climático

Reino Unido y Egipto, que ocupan la Presidencia de la Cumbre del Clima COP26 de Glasgow y la COP27 que se celebrará e Sharm-El-Sheik en noviembre, se han comprometido a impulsar la acción climática y reclaman a los países que refuercen sus compromisos tras el último informe del IPCC


Con la publicación este lunes del nuevo informe del Grupo Intergubernamental de Expertos de Cambio Climático de la ONU (IPCC, por sus siglas en inglés), este cuerpo de científicos de la ONU ha emitido una dura advertencia sobre el impacto del cambio climático en las personas y el planeta: el colapso de los ecosistemas, la extinción de especies, las olas de calor mortales y las inundaciones se encuentran entre los «riesgos climáticos múltiples inevitables» que el mundo enfrentará en las próximas dos décadas debido al calentamiento global. Frente a una evidencia tan terrible, la ciencia advierte de que es esencial cumplir con el objetivo de limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 grados, una meta del Acuerdo de París que exige que el mundo reduzca las emisiones en un 45% para 2030 y logre la neutralidad climática para 2050.

Sin embargo, ese objetivo parece lejano especialmente en un contexto donde la pandemia de coronavirus y ahora la guerra en Ucrania parecen estar distrayendo la atención internacional del mayor desafío a medio y largo plazo que tiene la humanidad, un problema que se quiere atajar desde Naciones Unidas y su principal herramienta para la negociación climática: las Conferencias de las Partes (COP). «De acuerdo con los compromisos actuales, las emisiones globales aumentarán casi un 14% durante la década actual. Eso significa catástrofe y destruirá cualquier posibilidad de mantener con vida el objetivo de los 1,5″, ha asegurado este lunes el secretario general de la ONU, António Guterres.

Esta petición a los países y las empresas para que hagan mayores esfuerzos climáticos también se ha explicitado desde la COP. En un comunicado conjunto emitido tras la publicación del nuevo informe del IPCC, la Secretaria de la Convención de Cambio Climático de la ONU, Patricia Espinosa; y los presidentes de la COP26, el británico Alok Sharma, y de la COP27, el egipcio Sameh Shoukry, se han comprometido a «impulsar una acción climática en línea con la ciencia». Para ello, será vital «acelerar los recortes de emisiones a lo largo de este año», un reto para el que reclaman a los países que refuercen sus compromisos este año y los cumplan de aquí en adelante.

Además, exigen a los países desarrollados que cumplan su compromiso de, al menos, duplicar su financiación para adaptación a los países en desarrollo para 2025, para lograr un equilibrio entre la financiación para la adaptación y la mitigación. Asimismo, urgen actuar para poner en marcha el apoyo técnico y financiero para hacer frente a las pérdidas y daños, incluso a través de la Red de Santiago y el Diálogo de Glasgow.

En ese sentido, recuerdan que «todos» deben responder al nuevo informe del IPCC cumpliendo «colectivamente» los compromisos adquiridos en el marco de la Convención Marco de Cambio Climático y el Acuerdo de París y cumplir primero el Pacto de Glasgow para el Clima ahora y a continuación, con la COP27 garantizar que la construcción de un mundo sostenible y resiliente al clima. «Con una respuesta decisiva e inmediata, que combine una adaptación transformadora con una mitigación rápida dirigida por los planes de los países, podemos crear una sociedad resiliente al clima, con beneficios para todo el mundo», confían.

«Una de las verdades centrales del informe es que el carbón y otros combustibles fósiles están asfixiando a la humanidad», ha explicado por su parte Guterres, que pide a todos los gobiernos del G20 que cumplan sus acuerdos para dejar de financiar el carbón en el extranjero y empiecen a hacer lo mismo con urgencia en casa. Es más, el secretario general ha apuntado que los gigantes del petróleo y el gas también están sobre aviso, ya que «no pueden pretender ser ecológicos mientras sus planes y proyectos socavan el objetivo de cero emisiones netas para 2050 e ignoran los importantes recortes de emisiones que deben ocurrir en esta década».

La adaptación, cada vez más importante

A pesar de las advertencias, uno de los hallazgos centrales del informe del IPCC es en realidad una buena noticia: las inversiones en adaptación funcionan y deben ser una prioridad de los Gobiernos y las empresas para evitar las peores consecuencias del cambio climático. «A medida que los impactos climáticos empeoren, y lo harán, aumentar las inversiones será esencial para la supervivencia. La adaptación y la mitigación deben perseguirse con igual fuerza y urgencia. Es por eso que he estado presionando para llegar al 50% de todo el financiamiento climático para la adaptación», ha asegurado Guterres.

Según la ONU, el compromiso de Glasgow sobre el financiamiento para la adaptación» claramente no es suficiente» para enfrentar los desafíos que enfrentan las naciones en la primera línea del cambio climático, por lo que Guterres y los campeones de las COP también está presionando para eliminar los obstáculos que impiden que los pequeños estados insulares y los países menos desarrollados obtengan el financiamiento que necesitan desesperadamente para salvar vidas y medios de subsistencia.

adaptación
La intensificación de los desastres climáticos exige mejorar la adaptación y resiliencia de los países.

Actualmente, las consecuencias de la crisis climática han expuesto a millones de personas a una inseguridad alimentaria y de agua aguda, especialmente en África, Asia, América Central y del Sur. Para evitar una creciente pérdida de vidas, biodiversidad e infraestructura, «se requiere una acción ambiciosa y acelerada para adaptarse al cambio climático, al mismo tiempo que se realizan reducciones rápidas y profundas en las emisiones de gases de efecto invernadero», apuntan desde la Convención Marco de Cambio Climático. Hasta ahora, el progreso en la adaptación es desigual y hay brechas cada vez mayores entre las medidas tomadas y lo que se necesita para hacer frente a los riesgos crecientes, especialmente entre las poblaciones de bajos ingresos.

Por su parte, Inger Andersen, directora del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) ha apuntado también que proteger y fortalecer la naturaleza para que haga su trabajo es vital para evitar una catástrofe. «No podemos seguir recibiendo los golpes y tratando las heridas. Pronto esas heridas serán demasiado profundas, demasiado catastróficas para sanar», ha asegurado Andersen, que considera quela mejor manera de «suavizar y frenar los golpes» es reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero, pero apunta también que debemos «amortiguar los golpes redoblando nuestros esfuerzos para adaptarnos al cambio climático, que han sido demasiado débiles durante demasiado tiempo».



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