Proteger a mil millones de niños del cambio climático

Proteger a mil millones de niños del cambio climático

Un documento colaborativo marca las directrices globales para proteger a los niños que deben desplazarse o migrar por el cambio climático. La ONU busca proteger los derechos básicos de 1.000 millones de niños que viven en países con alto riesgo de impacto climático


El cambio climático y los fenómenos meterológicos extremos están forzando a millones de personas a desplazarse. Entre esos millones de personas, están los niños. Solo en 2020, casi 10 millones de niños fueron desplazados como consecuencia de las crisis climáticas. Con estos datos como contexto, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), la Universidad de Georgetown y la Universidad de las Naciones Unidas han publicado nuevas directrices para proporcionar el primer marco de política mundial que ayudará a proteger, incluir y empoderar a los niños desplazados en un contexto de cambio climático.

El documento llamado Los Principios rectores para los niños en movimiento en el contexto del cambio climático proporciona un conjunto de nueve principios que abordan las vulnerabilidades únicas y estratificadas de los niños desplazados tanto internamente, como a través de las fronteras como resultado de los impactos adversos del cambio climático.

Hasta la publicación de este documento no existía un un marco político global para abordar las necesidades y los derechos de los niños que se desplazan en el contexto del cambio climático. Actualmente, la mayoría de las políticas de migración relacionadas con los niños no tienen en cuenta los factores climáticos y ambientales, mientras que la mayoría de las políticas sobre el cambio climático pasan por alto las necesidades únicas de los niños.

Las pautas recién publicadas señalan que el cambio climático se cruza con las condiciones ambientales, sociales, políticas, económicas y demográficas existentes que contribuyen a las decisiones de las personas de mudarse. Alrededor de 1.000 millones de niños, casi la mitad de los 2,2 mil millones de niños del mundo, viven en 33 países con alto riesgo de los impactos del cambio climático. Con estos datos, las agencias internacionales afirman que es probable que más personas y niños migrarán por el cambio climático que por las guerras.

Consenso de especialistas

El documento fue desarrollado en colaboración con jóvenes activistas climáticos y migratorios, académicos, expertos, formuladores de políticas, profesionales y agencias de la ONU. Los principios rectores se basan en la Convención sobre los Derechos del Niño ratificada a nivel mundial y se basan en directrices y marcos operativos  existentes.

«Cada día, el aumento del nivel del mar, los huracanes, los incendios forestales y las malas cosechas están empujando a más y más niños y familias a abandonar sus hogares», dijo la Directora Ejecutiva de UNICEF, Catherine Russell durante la presentación del documento. «Los niños desplazados corren un mayor riesgo de abuso, trata y explotación. Es más probable que pierdan el acceso a la educación y la atención médica. Y con frecuencia se ven obligados a contraer matrimonio a una edad temprana y al trabajo infantil».

Estos principios rectores brindan a los gobiernos nacionales y locales, las organizaciones internacionales y los grupos de la sociedad civil una base para desarrollar políticas que protejan los derechos de los niños. Las organizaciones e instituciones involucradas han hecho un llamado a los gobiernos, actores locales y regionales, organizaciones internacionales y grupos de la sociedad civil para que adopten los principios rectores para ayudar a proteger, incluir y empoderar a los niños frente al cambio climático.

Las nueve directrices

Lo primero que las agencias quieren que los gobiernos tomen en cuenta es que los niños desplazados deben tener la garantí de preservar los derechos de los niños consagrados en la Convención sobre los Derechos del Niño.

En segundo lugar el documento exige que todas las decisiones y acciones que afecten a los niños desplazados en el contexto del cambio climático, el bienestar del niño será una consideración primordial. Al margen de esto el tercer punto dice que los gobiernos y otros actores son los responsables, es decir; sus decisiones y acciones son los que contribuyen a la excesiva movilidad de los niños en el contexto del cambio climático.

El cuarto principio rector afirma que los niños tienen derecho a ser informados, consultados y a participar en la toma de decisiones para mudarse o permanecer. Esto de acuerdo con su ‘edad y madurez’, reconociendo los derechos de los padres. Por lo que es necesario brindar orientación adecuada al niño en el ejercicio de estos derechos.

Los niños que se desplazan en el contexto del cambio climático tienen derecho a ser cuidados por sus padres o cuidadores y a no ser separados de ellos. Según el quinto principio si se produce la separación, los niños tienen derecho a la protección y asistencia especiales del Estado, que debe asegurar su cuidado alternativo temporal y tomar todas las medidas necesarias para reunirlos con sus padres u otros familiares.

Para los especialistas el sexto principio es que el bienestar del niño deberá ser una consideración primordial. Por ello es séptimo principio es que los niños que se desplazan por el cambio climático tienen derecho a acceder a la educación, la salud y otros servicios sociales en todas las etapas de su viaje. El acceso a la atención de la salud, incluidos los servicios de salud reproductiva para niñas y mujeres jóvenes en movimiento, es fundamental. Más allá de los problemas de salud física, como la desnutrición, el saneamiento deficiente, el acceso inadecuado al agua y la exposición a enfermedades infecciosas, la salud mental de los niños también puede verse afectada. En particular, los niños atrapados en desastres relacionados con el cambio climático experimentan estrés, trauma y ansiedad cuando se interrumpen sus lazos con la familia y las comunidades. Es por ello que este quizá sea el principio más complicado de cumplir de los que contiene el documento.

Los niños desplazados tienen derecho a un trato no discriminatorio independientemente de su estatus migratorio o el de sus padres. Así es como que la última exigencia es que cuando los niños apátridas se mudan en el contexto del cambio climático, o cuando los niños se vuelven apátridas como resultado de alejarse de su país de nacionalidad, los Estados tienen la obligación de garantizar que tengan una nacionalidad. Lo que incluye, cuando sea necesario, otorgarles la nacionalidad del Estado receptor.



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