La población humana no para de crecer y Naciones Unidas advierte de que a final del siglo XXI seremos más de 11.000 millones de habitantes en el planeta., respecto a los 7.700 acutuales. La población envejecerá y el 16% tendrá más de 65 años



La División de Población de la Organización de las Naciones Unidas acaba de presentar el informe World Population Prospects 2019, que señala que la población mundial podría alcanzar su punto más alto en la historia de la humanidad hacia finales del siglo, en torno a 11.000 millones de personas en 2100.
El aumento de la esperanza de vida hará que para entonces uno de cada seis habitantes del planeta tenga más de 65 años, lo que unido al descenso de la tasa de nacimientos dejará una población más envejecida.
Las proyecciones muestran que la población mundial se incrementará en 2.000 millones de personas en los próximos 30 años, de 7.700 millones en la actualidad a 9.700 millones en 2050, y que se aproximará a los 11.000 millones en 2100.
En 2027 se espera que India supere finalmente a China como el país más poblado del mundo
En cambio, Asia Oriental y Sudoriental, y Europa y América del Norte, permanecerán estancadas.
La mitad del crecimiento previsto de la población mundial de aquí a 2050 se explicará por solo nueve países: Estados Unidos, India, Nigeria, Pakistán, Etiopía, Indonesia, Egipto, la República Democrática del Congo y Tanzania.
Se necesita un nivel de fecundidad de 2,1 nacimientos para garantizar la sustitución generacional
«Muchas de las poblaciones de más rápido crecimiento se encuentran en los países más pobres, donde el crecimiento de la población plantea nuevos desafíos en los esfuerzos por erradicar la pobreza, lograr una mayor igualdad, combatir el hambre y la malnutrición y fortalecer la cobertura y la calidad de los sistemas de salud y educación, para garantizar que nadie se quede atrás», dice en el documento Liu Zhenmin, secretario general adjunto de Asuntos Económicos y Sociales de la ONU.
La combinación de que más personas vivan más años con una disminución de la fecundidad conlleva el paulatino envejecimiento de la población mundial. Para 2050, una de cada seis personas en el mundo tendrá más de 65 años (16%), frente a una de cada 11 en 2019 (9%). En 2018, por primera vez en la historia, las personas de 65 años o más superaron en número a los niños menores de cinco.
Disminución de la población sin conflictos
Desde 2010 se está verificando un fenómeno que, décadas atrás, era impensable: la reducción de la población por razones demográficas, sin mediar guerras, crisis ni procesos migratorios abruptos.
En total, 27 países han experimentado una disminución del 1% o más en el tamaño de sus poblaciones.
La causa son los bajos niveles de fecundidad sostenidos.
En 26 naciones se espera que los habitantes disminuyan al menos un 10%. En China, por ejemplo, se prevé que haya 31,4 millones de personas menos entre 2019 y 2050.
«Estos datos constituyen una pieza crítica de la base de evidencia necesaria para monitorear el progreso global hacia el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible para 2030», dice en el informe John Wilmoth, director de la División de Población de las Naciones Unidas.
• Los factores demográficos y un aumento del consumo como consecuencia de una mayor renta per cápita son los principales responsables de la presión ejercida sobre los recursos hídricos.
• La población mundial está creciendo a un ritmo de 80 millones de personas al año, lo que implica una demanda de agua dulce de aproximadamente 64.000 millones de metros cúbicos anuales, afirma la ONU.
• Con el rápido crecimiento de la población, las extracciones de agua se han triplicado en los últimos 50 años. Esta tendencia se explica en gran medida por el rápido incremento del desarrollo de sistemas de irrigación, estimulados por la alta demanda de alimentos en los años 70 y por el continuo crecimiento de economías basadas en la agricultura.
• En el 2030, el 47% de la población mundial vivirá en zonas con estrés hídrico. La mayor parte del crecimiento de la población estará localizada en países en desarrollo, en regiones sin un acceso sostenible al agua potable ni a un saneamiento adecuado.
El quinto informe de evaluación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (GIEC) calcula que, por cada grado de aumento de temperatura, un 7% de la población mundial tendrá que hacer frente a un descenso del 20% en los recursos renovables de agua.
Esta escasez anunciada hará necesario explotar fuentes de agua no convencionales, como agua de lluvia o aguas residuales recicladas o agua procedente de la escorrentía urbana, explica Naciones Unidas.
El uso de estas fuentes alternativas de agua podría generar empleos nuevos relacionados con la investigación y el desarrollo tecnológico. También podrían surgir nuevas oportunidades laborales en ámbitos como la previsión, la evaluación de riesgos o la interpretación de la imaginería satelital, concluye el alto organismo internacional.
