Polonia afirma que no se encuentra en condiciones de garantizar el cumplimiento del objetivo de neutralidad climática para el año 2050. La UE volverá a debatir la situación en junio, pero da por aprobado el Green New Deal



Los jefes de Estado y de Gobierno de la UE han sido incapaces de alcanzar un acuerdo unánime este jueves para comprometerse a eliminar las emisiones de dióxido de carbono (CO2) en 2050 por los problemas de Polonia para asumir este objetivo, por lo que volverán a debatir esta cuestión en junio del próximo año.
Eso sí, los Veintiocho dan por hecho el acuerdo en torno al Green New Deal tras haber pactado un texto en el que destacan que comparten el objetivo de conseguir la neutralidad climática a mitad de siglo. Como Polonia afirma no estar todavía preparada para conseguirlo y, por tanto, se pospone la adopción del texto definitivo a junio, cuando se espera haber contentado a Polonia con financiaciones específicas para la transición enegética dentro del marco presupuestario para 2021-2027.
En concreto, el documento apunta que el Consejo europeo «se adhiere al objetivo de alcanzar la neutralidad climática para 2050», pero acto seguido admite que «un Estado miembro, en este momento, no puede comprometerse a implementar este objetivo», por lo que los líderes «volver a esto en junio de 2020».
El presidente del Consejo europeo, Charles Michel, ha presentado el resultado de la reunión como un éxito para la UE, pero ha admitido que un Estado miembro todavía no puede dar su visto bueno y, por eso, los jefes de Estado y de Gobierno deben volver a esta cuestión dentro de seis meses.
«Es una importante decisión la que tomamos hoy porque la neutralidad es un objetivo común, pero es correcto decir al mismo tiempo que, en este momento, un Estado miembro no es capaz de comprometerse con implementar este objetivo, lo que significa que habrá una nueva reunión del consejo para considerar la situación de este país», ha justificado el belga.
Todos hablan de «éxito»
El primer ministro de Polonia, Mateusz Morawiecki, ha confirmado en su posterior comparecencia que su país ha quedado «exento» de la aplicación del dicho objetivo de la neutralidad climática, que perseguirá con «su propio ritmo».
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, también ha celebrado el resultado del «intenso debate» de los líderes que, a su juicio, ha concluido con el aval de los Veintisiete a su «compleja» estrategia para el clima.»Por tanto creo que es un enorme éxito tener hoy el Consejo muy alineado en el objetivo común y si un Estado miembro necesita mas tiempo para ir a los detalles creo que es completamente aceptable», ha apuntado la alemana.
Von der Leyen, además, ha afirmado que «todos» en la UE son conscientes de que «no todas las regiones parten del mismo punto y que para algunos países o sectores será más difícil alcanzar» el objetivo de la neutralidad carbónica.
Por ello, el documento recoge la principal reivindicación de los tres países del Este (Polonia, Hungría y República Checa): que la transición climática vaya acompañada de apoyo financiero para los países que actualmente más dependen de los combustibles fósiles.
«El próximo Mecanismo para la Transición Justa dará apoyo personalizado a las regiones y sectores más afectadas por la transición», recalca el texto, en referencia al fondo que con el nuevo Ejecutivo comunitario quiere movilizar 100.000 millones de euros en inversiones verdes entre 2021 y 2027.
El Consejo Europeo también ha reconocido, tal y como pedían Praga, Budapest y Varsovia, que los Estados miembros son libres de decidir las fuentes energéticas y las tecnologías que consideren «más adecuadas» para recorrer esta transición. E incluso han conseguido que el documento haga referencia a la energía nuclear como una fuente válida dentro del ‘mix energético’.


El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ha apoyado ante sus colegas europeos la creación de un Fondo de Transición Justa para que todos los Estados europeos puedan alcanzar la neutralidad climática en 2050, pero ha reclamado que también se puedan beneficiar de él los países que, como España, muestran la mayor ambición climática, han informado fuentes del Ejecutivo.
La delegación española está a favor de facilitar el camino a los países que parten de peor situación por su estructura económica y energética, bien flexibilizando los objetivos intermedios, bien con compensaciones económicas, pero siempre que éstas sean justas y no supongan, en la práctica, un premio para los reticentes. Las negociaciones para alcanzar un acuerdo unánime que comprometa la UE a tener en 2050 una economía neutral en emisiones de carbono aún continúan en los márgenes del Consejo Europeo.
El Gobierno español también considera muy positiva la propuesta de introducir un mecanismo de control de carbono en frontera que permita preservar la competitividad de la industria europea frente a otros socios comerciales menos comprometidos en la lucha contra el cambio climático. Esa tasa supondría, además, un nuevo recurso propio para la financiación de la transición ecológica de la UE.
