El Gobierno ha aprobado un catálogo de 57 medidas transversales y sectoriales en el que confluyen medidas para lograr la descarbonización con aquellas que persiguen mejorar la calidad del aire y cumplir con los objetivos de descontaminación



El Consejo de Ministros ha aprobado este viernes el primer Programa Nacional de Control de la Contaminación Atmosférica, que incluye un catálogo de 57 medidas. El plan ve la luz precisamente coincidiendo con la huelga mundial para exigir acción urgente y decidida para frenar la emergencia climática.
Durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la ministra para la Transición Ecológica en funciones ha señalado que la aprobación del programa permitirá a España cumplir sus obligaciones con la Unión Europea en materia de control de la contaminación atmosférica, de acuerdo con la Directiva de Techos Nacionales de Emisión.
Ahora, España enviará a la Comisión Europea y a la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) el primer Programa para reducir emisiones de contaminantes atmosféricos.
Así, Teresa Ribera ha explicado que, por un lado, permitirá reforzar el sistema de seguimiento de las emisiones y de sus impactos en la salud de las personas y en los ecosistemas mediante un catálogo de 57 medidas transversales y sectoriales para «asegurar que España en la década de 2020 a 2030 cumple sus objetivos» en una serie de contaminantes y ha añadido que están en consonancia con las políticas climáticas y energéticas definidas en el borrador del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030.
Además, ha destacado que se trata de un programa que apela, en gran medida, a las cuestiones de salud, al tiempo que Ribera ha recordado que, de acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la contaminación del aire es el cuarto factor de riesgo de muerte en el mundo y según el Instituto de Salud Carlos III provoca la muerte prematura a 93.000 personas en España.
Por tanto, valora que el plan será una «herramienta de acompañamiento imprescindible» a los planes de contaminación del aire de los distintos niveles de la administración ya que regularán distintas actividades como las agrarias, la ganadería, la movilidad o el sector energético o sectores, por ejemplo como el de las pinturas y barnices.
La contaminación del aire es el cuarto factor de riesgo de muerte en el mundo y según el Instituto de Salud Carlos III provoca la muerte prematura a 93.000 personas en España
La Directiva obliga a los Estados miembro a aprobar un Programa Nacional de Control de la Contaminación que incluya las acciones en todos los sectores pertinentes, tales como la agricultura, la generación de energía, la industria, el transporte por carretera, el transporte por vías navegables y aéreas, la calefacción doméstica, la utilización de máquinas móviles no de carretera y el uso y fabricación de disolventes.
Para el Gobierno, este programa hace que por primera vez confluyan medidas para lograr la descarbonización con aquellas que persiguen mejorar la calidad del aire.
En concreto, está diseñado para el periodo 2020-2030 de acuerdo con el plazo establecido en la Directiva de Techos. No obstante, al PNCCA se le asigna el periodo 2019-2022 por que la Directiva obliga a actualizar, al menos cada cuatro años, los programas nacionales.
El gobierno deberá presentar una actualización dentro de cuatro años o antes si es necesario o si así lo indican la información de los inventarios y las proyecciones de emisiones de estos contaminantes.
Un total de 57 medidas
En ese contexto, el nuevo programa incluye 57 medidas agrupadas por sectores de actividades en ocho paquetes sectoriales: mix energético, transporte, industria, eficiencia energética en industria manufacturera y en el sector residencial y comercial, generación y gestión de residuos, agricultura y ganadería.
También incluye otros cinco paquetes destinados a mejorar la situación a futuro de los compuestos orgánicos persistentes. Por ejemplo, el paquete de medidas que incide sobre el mix energético tiene por objetivo principal la descarbonización, desnitrificación y la desulfuración, con promoción de manera específica de tecnologías renovables y uso eficiente de la energía y, en segundo lugar, de seguridad de suministro del sector energético.
Por su parte, la descarbonización y la reducción de las emisiones contaminantes en el sector del transporte se lograrán mediante la reducción del consumo de combustible (por ejemplo, fomentando el cambio modal a modos más eficientes) y con la contribución de distintas tecnologías (principalmente los biocarburantes y la electricidad renovable).
Asimismo, hay medidas encaminadas reducir el depósito en vertedero, la fertilización eficiente y la reducción de las emisiones de amoníaco en el sector ganadero.
La combinación de las medidas del PNIEC y de esta primera fase del PNCCA permitirá reducir hasta 2030 el número de muertes prematuras vinculadas a la contaminación atmosférica entre un 17% y un 36% respecto del escenario tendencial.
Objetivos a cumplir
La Directiva de Techos fijó compromisos nacionales para cada Estado miembro. Los porcentajes de reducción para España en 2030 (con respecto al año 2005) son de un 88% para el dióxido de azufre (SO2); un 62% para el óxido de nitrógeno; un 39% para compuestos orgánicos volátiles no metánicos (COVNM); un 16% para el amoníaco (NH3) y un 50 por ciento para partículas finas (PM2,5).
Las medidas propuestas en el PNCCA permitirán alcanzar en 2020 los objetivos de reducción de todos los contaminantes y, para el año 2030, permitirán cumplir los objetivos de cuatro de los contaminantes (SO2, NOx, NH3 y PM2,5), con reducciones del 92% para el dióxido de azufre, 66% para los óxidos de nitrógeno, 21% para el amoníaco y 50% para las partículas finas.
España tiene dos expedientes abiertos por infracción en materia de calidad del aire: uno por superaciones en los valores límite para partículas PM10 y otro por superaciones de dióxido de nitrógeno (NO2)
El Gobierno estima que cumplir la Directiva de Techos ayudará a cumplir también los valores límite de calidad del aire que establece la Directiva relativa a la calidad del aire ambiente y a una atmósfera más limpia en Europa.
En este contexto, recuerda que España tiene en la actualidad dos expedientes abiertos por infracción en materia de calidad del aire: uno por superaciones en los valores límite para partículas PM10 (en fase de dictamen motivado) y el otro por superaciones de dióxido de nitrógeno (NO2), ya en fase de remisión por parte de la Comisión Europea al Tribunal de Justicia de la Unión Europea.
Además de los perjuicios para la salud de los ciudadanos y de los ecosistemas, el hecho de no disponer de este programa para alcanzar los techos de emisión que establece la directiva comunitaria para 2020 y 2030 abriría la posibilidad de que la Comisión Europea iniciara procedimientos de infracción contra el Reino de España que, en su caso, podrían suponer multas millonarias.
En la elaboración del Programa han participado los departamentos ministeriales implicados en la ejecución de las medidas. También se han tenido en cuenta las aportaciones de las comunidades autónomas, la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) y del Consejo Asesor de Medio Ambiente y de los interesados y del público, en un proceso de participación pública.