Drones y satélites retratan un Ártico cada vez más verde

Drones y satélites retratan un Ártico cada vez más verde

Más de 40 científicos están haciendo uso de la más alta tecnología para averiguar el origen del masivo crecimiento de plantas en el ártico durante los meses más cálidos. Los expertos destacan que el cambio climático es el principal artífice, pero los nuevos datos indican más factores determinantes


No es blanco todo lo que reluce en el Ártico. De hecho, es habitual que, durante los meses más cálidos, los brotes verdes hagan acto de presencia en las zonas de tundra. El problema es que, durante los últimos años, cada vez son más las zonas que se suman a mostrar ese color verde tan inusual en esta región.

Para los expertos, el origen de la proliferación de las zonas verdes en el Ártico está relacionado directamente con el cambio climático, que provoca el temprano derretimiento de la nieve y el hielo que, a su vez, motiva el nacimiento de nuevas plantas.

No obstante, un equipo de 40 científicos de 36 instituciones, dirigido por dos exploradores de National Geographic, revela que las causas de este proceso de ecologización son más complejas y variables de lo que se pensaba anteriormente.

El hielo más grueso y antiguo del Ártico se derrite rápidamente

Por ejemplo, la humedad en el paisaje puede ser un factor a tener en cuenta en el crecimiento de las plantas, así como el momento en el que se inicia el deshielo, que pueden provocar que, incluso, la vegetación crezca más grande y fuerte.

Para poder llegar a sus conclusiones, el equipo de expertos hizo uso de la última tecnología de drones y satélites que, según ellos, puede ayudar a construir una imagen más clara de cómo no solo las regiones del Ártico, sino las del norte de Europa, Asia y América del Norte están cambiando a medida que aumenta la temperatura.

«Las nuevas tecnologías, incluidos los sensores en aviones no tripulados, aviones y satélites, están permitiendo a los científicos rastrear patrones emergentes de ecologización que se encuentran en píxeles de satélites que cubren el tamaño del fútbol campos”, señala Isla Myers-Smith, de la Facultad de Geociencias de la Universidad de Edimburgo y autora del estudio.

Según detallan, los cambios en la vegetación alteran el equilibrio entre la cantidad de carbono capturado y su liberación a la atmósfera. Pequeñas variaciones podrían afectar significativamente los esfuerzos para mantener el calentamiento por debajo de 1.5 grados centígrados, un objetivo clave del Acuerdo de París, por lo que sus resultados ayudarán a determinar qué factores acelerarán o retrasarán el calentamiento.

«Además de recopilar nuevas imágenes, los avances en la forma en que procesamos y analizamos estos datos, incluso imágenes que tienen décadas de antigüedad, están revolucionando cómo entendemos el pasado, el presente y el futuro del Ártico «, declara Jeffrey Kerby, coautor del estudio.

«Esperamos con interés el impacto que este trabajo tendrá en nuestra comprensión colectiva del Ártico para las generaciones futuras», destaca por su parte Alex Moen, vicepresidente de programas exploradores de la National Geographic Society.



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