Un tercio de españoles teme que la crisis climática les obligue a mudarse

Un tercio de los españoles teme que la crisis climática les obligue a mudarse

El 35% de los españoles cree que el cambio climático le forzará en el futuro a cambiarse de región o país, un porcentaje que es superior a la media de la UE y el tercero mayor del bloque, según una encuesta realizada por el Banco Europeo de Inversiones (BEI)


A pesar de que en las últimas semanas toda la actualidad parece centrada en asuntos inmediatos como el conflicto de Ucrania o los problemas de suministro en España, la población española y europea sigue estando muy preocupada por la crisis climática y el impacto que puede tener en su futuro. Una encuesta elaborada por el Banco Europeo de Inversiones (BEI), el brazo financiero de la Unión Europea, revela que el 35% de los españoles cree que la crisis climática le forzará en el futuro a cambiarse de región o país, un porcentaje que es superior a la media de la UE (29%) y el tercero mayor del bloque. Eso sí, el sondeo también apunta que la mayoría de la ciudadanía europea cree que las políticas destinadas a impulsar transición ecológica mejorarán su calidad de vida y producirán crecimiento económico.

Eso sí, la preocupación es mucho mayor entre los veinteañeros, grupo de edad en el que el porcentaje que responde afirmativamente a esta pregunta sobre la posibilidad de un desplazamiento climático forzoso se dispara al 61% en España, un porcentaje que sigue siendo superior a la media europea en esta franja de edad, que es del 50% y solo es superado por Francia y Lituania (37%). En este sentido, el temor a que el calentamiento global suponga problemas de empleo también es mayor entre los jóvenes: casi la mitad de los encuestados de entre 20 y 29 años (44%) temen perder su trabajo debido a su incompatibilidad con la lucha contra la crisis climática.

Sin embargo, la encuesta del BEI no trae solo malas percepciones. También supone un espaldarazo a las políticas de transición ecológica, que son muy bien valoradas por la mayoría de la población europea. En concreto, el 61% de los europeos cree que su calidad de vida mejorará, con mayor comodidad en su día a día y un impacto positivo en su alimentación y su salud. En este sentido, y aunque pueda parecer en contradicción con el temor a perder el empleo, las políticas que abordan la emergencia climática también se consideran buenas noticias para el mercado laboral: el 56% de los europeos dice que tendrán un impacto neto positivo en los niveles de empleo, creando más puestos de trabajo de los que eliminan.

Hay, por supuesto, diferencias geográficas además de las mencionadas de edad. Mirando más de cerca los países occidentales y orientales de la Unión Europea, los resultados indican que la mayoría de las personas que viven en los países del este de la UE son bastante pesimistas sobre el impacto de las políticas climáticas en el mercado laboral. El 55% teme que estas políticas eliminen más empleos de los que crean. Por el contrario, el 60 % de los habitantes de los países occidentales de la UE cree que estas políticas crearán más puestos de trabajo de los que eliminarán.

Inflación y cambios en la forma de vivir

Eso sí, la preocupación por la inflación y la necesidad de cambiar nuestra forma de vivir parece ser completamente transversal a nivel generacional y geográfico. Dos tercios (62%) de los europeos anticipan que su poder adquisitivo disminuirá con la transición verde, mientras que algo más de la mitad considera los cambios de estilo de vida individuales que reducen las emisiones de carbono obtendrán un impulso significativo en los próximos 20 años.

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En España, Francia e Italia, con un 83% cada uno, el cambio climático encabeza las preocupaciones de la población.

En este sentido, un tercio de los encuestados (32%) cree que la mayoría de la gente ya no tendrá coche dentro de 20 años y el 63% dice que piensa que la mayoría de la gente trabajará desde casa para contribuir a la lucha contra el cambio climático. Por último, un tercio (36%) piensa que la mayoría de las personas habrá adoptado una dieta basada en plantas y el 48% predice que se asignará una cuota de energía a cada individuo.

«La mayoría de los europeos ven la transición verde como una oportunidad para mejorar su calidad de vida y crear puestos de trabajo. Al mismo tiempo, les preocupan las consecuencias a largo plazo del cambio climático para ellos individualmente y para la sociedad en su conjunto. Como banco climático de la UE, estamos trabajando con el sector público y privado para financiar una transición verde que sea baja en carbono y resistente, mientras nos aseguramos de no dejar a nadie atrás», ha asegurado en un comunicado Ambroise Fayolle, vicepresidente del EIB.



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