En un nuevo documento, la Organización Meteorológica Mundial señala que existe una alta probabilidad de la humidad sobrepase su meta de limitar el calentamiento planetario en 1,5 grados Celsius en menos de cinco años, poniendo en peligro así el sistema climático, nuestra salud y medio ambiente



Uno de los objetivos esenciales del Acuerdo de Paris establece una limitación del incremento de las temperaturas mundiales en un máximo de dos grados Celsius, aunque señalando la posibilidad de una restricción más ambiciosa en 1,5°C.
En la actualidad, la humanidad se encuentra a tan solo 0,3°C de esa segunda meta y, según los nuevos datos climáticos de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), existe un 40% de posibilidades de que finalmente sobrepasemos la cifra durante los próximos cinco años, incrementándose ese porcentaje con el paso del tiempo.
Aunque ese no ha sido el único dato desprendido por el Boletín sobre el clima mundial anual a decenal de la OMM. En él también se advierte de que existe un 90% de posibilidades de que antes del 2025 se logre registrar el año más cálido de nuestra historia, desbancando sí a 2016 del primer puesto.


Para el secretario general de la OMM, Petteri Taalas, no se tratan de meras estadísticas, sino una prueba más del “terrible cambio” que está sufriendo nuestro planeta hacia uno con más deshielo, mayor nivel del mar y fenómenos extremos que afectarán negativamente en la seguridad alimentaria, salud y medio ambiente.
«Este estudio de alto nivel científico muestra que nos estamos acercando de forma cuantificable e inexorable al objetivo menos ambicioso del Acuerdo de París sobre el Cambio Climático. Es una nueva llamada de atención sobre la necesidad de acelerar la adopción de compromisos mundiales para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y lograr la neutralidad en carbono», enfatiza Petteri Taalas.
Sin embargo, en este sentido, las denominadas Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional se encuentran muy por debajo de lo necesario para reducir esos gases, según expone la OMM, aunque cabe recordar que hace poco las regiones de todo el mundo sacaron a la luz sus planes para reducir sus emisiones.
Por ejemplo, Europa decidió que sus emisiones deberían reducirse al 55% para 2030. España para 2050 pretende ser carbono neutral y disminuir sus emisiones en un 23% para finales de esta década. Otras grandes potencias, como Estados Unidos pretenden reducir sus emisiones a la mitad para 2030, mientras que grandes contaminantes como China no esperan alcanzar la neutralidad hasta el 2060.
En cualquier caso, se acaba el tiempo y en vista de que todas las regiones de nuestro planeta prevén temperaturas más cálidas que las del pasado más reciente, la OMM pide acuerdos decisivos en las próximas convenciones climáticas, en concreto, la vigésimo sexta Conferencia de las Partes (COP 26). Ante de ella, el Grupo de los siete esperan elevar la cuestión del clima a una situación privilegiada en la reunión que llevarán a cabo entre 11 y 13 de junio.
Seguir trabajando
El boletín de la OMM tiene en cuenta las variaciones naturales, así como también la influencia humana en el clima, a fin de proporcionar los mejores pronósticos posibles de la temperatura, la precipitación, la configuración del viento y otras variables para los próximos cinco años.
Sin embargo, los modelos de pronóstico no toman en consideración los cambios en los niveles de emisiones de gases de efecto invernadero y aerosoles fruto de las medidas de confinamiento adoptadas a raíz del coronavirus: “Hasta la fecha, los efectos de esas medidas en las concentraciones atmosféricas de gases de efecto invernadero han sido escasos a causa de la prolongada pervivencia de muchos de esos gases en la atmósfera», recuerda la OMM.
Asimismo, la organización meteorológica ha querido destacar el trabajo de los grupos de predicción climática de España, Alemania, el Canadá, China, los Estados Unidos de América, el Japón, Australia, Suecia, Noruega y Dinamarca han aportado nuevas predicciones.“La combinación de pronósticos de centros de predicción climática de todo el mundo permite obtener productos de mayor calidad que la que podría obtenerse si se recurriera a una única fuente de datos”, señala la OMM en un comunicado.
Uno de los valedores del desarrollo de la capacidad de predicción a corto plazo es el Programa Mundial de Investigaciones Climáticas. Este programa, copatrocinado por la OMM, ha declarado que uno de sus grandes desafíos —o Grand Challenges— globales consistirá en respaldar las actividades de investigación y desarrollo encaminadas a perfeccionar las predicciones climáticas multianuales a decenales y potenciar su utilidad para las instancias decisorias.
En este sentido, Petteri Taalas advierte que todavía solo la mitad de los 193 Miembros de la OMM cuenta con servicios de alerta temprana de última generación, claves para tomar las correctas decisiones en materia de adaptación y mitigar los efectos del cambio climático.
“Los países deberían proseguir con sus esfuerzos para elaborar servicios que serán imprescindibles para propiciar la adaptación en sectores sensibles al clima y promover sistemas de alerta temprana que reduzcan las consecuencias negativas de los fenómenos extremos”, señala el secretario general de la OMM.
“Además de las limitaciones en materia de servicios de alerta temprana, hay una grave falta de observaciones meteorológicas, en particular en África y los Estados insulares, que merma en gran medida la exactitud de las alertas tempranas, no solo en esas zonas, sino en todo el mundo. Y también debemos invertir en las redes básicas». concluye.
