Desde finales del mes pasado, Turquía ha encadenado más de 100 incendios que han obligado a desalojar poblaciones enteras. Algunas fuentes apuntan que la falta de medios ha desencadenado este infierno, aunque el Gobierno de Erdogan apunta a ataques terroristas



Cientos de turistas abandonan sus estancias en el popular enclave turístico de Bodrum, en Turquía, mientras corren confusos alejándose de un enemigo imparable que desciende por las laderas cercanas. La desesperación es palpable en el ambiente, del mismo modo que lo es el humo y las llamas de un escenario que Ahmet Aras, alcalde de Bodrum, ha clasificado como “de infierno”.
Pero la situación en Bodrum no es excepcional en el país ya que los turcos sufren la presencia de ocho grandes focos de incendios que aun no son capaces de controlar. El más devastador de ellos se encuentra Manavgat, a unos 60 kilómetros al este de Antalya, donde, según Fahrettin Koca, ministro de salud, ha habido 507 personas afectadas por las llamas.
?| #Turkey evacuates hotels in Bodrum
▪️An evacuation order was issued as the wildfires neared hotels area.
▪️Police evacuated three hotels in İçmeler town of Bodrum, #Muğla. pic.twitter.com/Idz9vbUijk— EHA News (@eha_news) July 31, 2021
Precisamente en ese lugar, el ministro ha comunicado el fallecimiento de ocho personas. Tres de ellas perdieron la vida el viernes, el sábado dos bomberos se sumaron a la fatídica lista tras quedar atrapados en medio de las llamas dentro de su vehículo, para terminar el domingo con el hallazgo los cuerpos sin vida de un hombre turco y su esposa alemana en el olivar cerca de su casa rural.
A los siete fallecidos en Manavgat se suma un joven que murió el viernes al intentar ayudar a los bomberos en la zona turística de Marmaris, en la costa del mar Egeo. Allí las llamas siguen avanzando, lo que obligó a desalojar más zonas turísticas.
«De los 125 incendios declarados entre el 28 de julio y el 1 de agosto, 117 ya se han extinguido por completo o están bajo control», dicen desde el Gobierno
Los vecinos de Turquía han mostrado su solidaridad con el país enviando ayuda inmediata, como es el caso de la Unión Europea, que ha movilizado al organismo RescEU para mandar dos aviones bomberos tipo Canadair de España y uno de Croacia. Estos se suman a los 16 aviones, 9 aeronaves no tripuladas, 45 helicópteros y más de 800 vehículos, con 4.800 personas desplegadas en las labores de extinción.
«La UE actúa en plena solidaridad con Turquía en este momento tan difícil. Doy las gracias a los países que han ofrecido su ayuda. Estamos dispuestos a enviar más ayuda», enfatizó el comisario europeo de gestión de crisis, Janez Lenarcic.
La ayuda de España
En marzo de 2019 la Unión Europea reforzó el Mecanismo Europeo de Protección Civil (UCPM), creando rescEU para mejorar la protección frente a desastres y la gestión de riesgos emergentes. Este programa proporciona a los países de la Unión Europea una línea adicional de defensa frente a situaciones de emergencia. A través de la reserva rescEU, la UE garantiza una respuesta más rápida y completa en situaciones de emergencia.
Este programa cuenta con una flota de aviones y helicópteros de extinción de incendios forestales, además de otras capacidades disponibles para responder a diferentes amenazas como emergencias médicas, químicas, biológicas, radiológicas o nucleares. España, como miembro de la iniciativa, ha desplegado dos aviones anfibios CL-415 para apoyar a Turquía en la extinción de la ola de incendios forestales que asola el país.
«Las dos aeronaves constituyen la aportación permanente de España a la iniciativa RescEU de la Comisión europea para asistir a otros países en situaciones de emergencia como la que vive Turquía estos días», destaca el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico (Miteco).
Además de los anfibios operados por el 43 Grupo del Ejército del Aire, España ha enviado también un avión de transporte CN-295 con recambios y personal que trabajará en labores de apoyo al dispositivo. Se trata de 21 personas entre las que se incluye dos tripulaciones de refresco formadas por 6 pilotos y 10 técnicos de mantenimiento y mecánicos. En el equipo también participan cinco trabajadores de la Unidad Militar de Emergencias (UME) que actuarán como oficiales de enlace de la misión.
Al tiempo que esto sucedía, el presidente de Turquía era señalado por la falta de medidas preventivas y la inversión prácticamente nula en infraestructura de extinción de incendios, como aviones cisterna -los cuales han tenido que ser desplegados por Rusia, Ucrania, Irán y Azerbaiyán, entre otros-, pese a la frecuencia con la que ocurren este tipo de desastres en el país.
Como respuesta, Erdogan ha insinuado que los responsables de esta debacle son los terroristas, “que desde que el año pasado dieron la orden de quemar los bosques, los incendios no han parado de sucederse”.
?Apocalyptic scene from Turkey’s coast where residents were evacuated by boats from the city of Cokertme in the Bodrum region.#Turkeyisburning #Turkey
— Gabriel Hébert-Røuillier (@Gab_H_R) August 1, 2021
De hecho, desde hace días, varios diarios ultranacionalistas especulan con la posibilidad de que los focos se deban a actos de sabotaje y atribuyen a Murat Karayilan, dirigente proscrito del Partido de Trabajadores de Kurdistán (PKK), la guerrilla kurda, un llamamiento a usar los incendios como arma política.
Cabe señalar que en medio de esta crisis no ha quedado fuera el factor de las altas temperaturas. En el sur Turquía, los termómetros se han acercado a los 40 grados Celsius con la amenaza de seguir creciendo durante los próximos días.
Paradójicamente, mientras el sur del continente europeo tiene que hacer frente a los incendios, en el norte tienen que combatir las lluvias torrenciales. Alemania, por ejemplo, se sigue recuperando de las inundaciones del mes pasado y en Londres una lluvia torrencial ha anegado las calles.
Hemisferio norte en llamas
El Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S) advirtió a principios del mes pasado que las condiciones extremas derivadas por la falta de humedad y el calor estaban preparando el terreno en zonas del hemisferio norte para una notable temporada de incendios.
Por ejemplo, en Rusia, la República de Sakha está experimentando actualmente una actividad de fuego más extrema que cualquier otra parte de Rusia, señalan. Allí, midiendo la cantidad de carbono emitida por el fuego, comentan que ya se ha emitido más carbono que cualquier otro año, excepto 2020.


Para medir la magnitud de los incendios en los Estados Unidos, comentan que las emisiones totales de carbono estimadas de los incendios de Oregón para junio y julio fueron más del doble que las de cualquier año desde el comienzo del conjunto de datos de emisiones de incendios CAMS en 2003.
“California ha experimentado ahora alrededor de 10 a 15 años de sequía, y estamos comenzando a ver la misma narrativa en otros estados”, explica el científico senior de CAMS, Mark Parrington. «Es probable que las condiciones secas estén dando lugar a incendios más intensos que son difíciles de controlar”, concluye.
