La Unesco presenta un informe que avisa sobre el retroceso del hielo en los lugares declarados Patrimonio de la Humanidad. En total hay 460 glaciares que no han dejado de perder volumen en los últimos 20 años



El calentamiento global está causando el deshielo acelerado en todo el mundo y afecta de forma muy notoria a los glaciares de montaña. De hecho, un tercio de los glaciares incluidos en el Patrimonio Mundial de la Unesco, que representan un 10% de la superficie glaciar de la tierra, desaparecerán desde ahora hasta 2050 a causa de la subida de las temperaturas por el cambio climático.
Un informe presentado por la Unesco señala que el patrimonio glaciar mundial se encuentra en una situación preocupante: cada año pierde de media 58.000 millones de toneladas de hielo, el equivalente al volumen total de agua utilizado por España y Francia.
En total, son 460 glaciares los que la Unesco señala como gravemente amenazados, tras evaluar su evolución entre el año 2000 y el 2020. En el listado se encuentran lugares emblemáticos, como los glaciares africanos que persisten en el Kilimanjaro, el monte Kenia y el macizo Rwenzori-Virunga. En América del Sur el estudio destaca los glaciares del Parque Nacional de los Alerces en Argentina, que han perdido un 45,6 % de su masa total respecto al año 2000, y los glaciares del Parque Nacional Huascarán (Perú), que se han reducido un 15% desde 2000.
No se libra América del Norte, que ve perder hielo en los famosos parques nacionales de Yellowstone y Yosemite, en EEUU, ni Europa, donde el calor está derritiendo los Dolomitas de los Alpes italianos o los últimos hielos pirenaicos entre España y Francia.


En nuestro país, el glaciar del Monte Perdido, en Huesca, ha disminuido su extensión y grosor a ojos vista en los últimos años. Por su parte, el glaciar de Maladeta, también en Huesca, ha perdido en 30 años el 60% de su superficie.
En Asia, destacan los glaciares en las Áreas Protegidas de los Tres Ríos Paralelos de Yunnan (China), donde se registra la mayor pérdida de masa en relación con 2000 (57,2 %) y también el glaciar que se derrite más rápido. El estudio también cita los glaciares en el oeste de Tien-Shan (Kazajstán, Kirguistán, Uzbekistán) que se han reducido en un 27% desde 2000.
Una fuente de agua dulce amenazada
Todos los glaciares que conforman el patrimonio mundial de la Unesco están seriamente amenazados, y un 60 % de ellos presentan un «retroceso a ritmo acelerado» de su masa, señala el informe. Esto puede tener consecuencias directas sobre el bienestar humano, añade el informe.
Uno de los primeros efectos del deshielo es su impacto sobre el acceso al agua dulce. La mitad de la humanidad depende de las superficies glaciares como fuente de recursos hídricos, tanto para su uso doméstico como para la agricultura y la energía hidroeléctrica, además de que tienen una gran importancia cultural, religiosa y turística, señala la Unesco en su informe.
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Además, este alarmante deshielo causa un 5 % de la elevación del nivel del mar a nivel mundial.
El estudio ofrece un rayo de esperanza: si la temperatura global no se eleva más de 1,5 grados respecto a los niveles preindustriales, el resto de la superficie glaciar de estos lugares protegidos podría salvarse.
Además de reducir drásticamente las emisiones de carbono, la Unesco aboga por la creación de un fondo internacional para el seguimiento y la conservación de los glaciares. Dicho fondo apoyaría la investigación integral, promovería redes de intercambio entre todas las partes interesadas e implementaría medidas de alerta temprana y reducción del riesgo de desastres.
