El consejo de Ministros de Agricultura y Pesca de la UE ha acordado los TAC y cuotas del Atlántico y los días de pesca para el Mediterráneo en 2021, un acuerdo que cada año asegura una pesca sostenible para la flota comunitaria y que se decide en base a informe científicos y sobre el principio de precaución



Como cada año y después una larguísima negociación, el Consejo de Ministros de Agricultura y Pesca de la UE ha acordado los Totales Admisibles de Capturas (TAC) y cuotas de las que dispondrá la flota para faenar en el Atlántico y los días de pesca que podrá faenar la flota del mediterráneo en 2021.
Un Consejo que define el modelo pesquero de la Unión Europea como el más sostenible del mundo porque basa sus decisiones a partir de los informes que los comités científicos especializados, a los que pertenece el Instituto Español de Oceanografía, realizan sobre cada una de las especies sometidas a explotación por nuestros barcos.
Las existencias pesqueras pueden ser renovables, pero son finitas por lo que las autoridades comunitarias pretenden evitar a toda costa que haya poblaciones de peces sometidas a sobrepesca. Como resultado, los países de la UE han tomado medidas para garantizar que la industria pesquera europea sea sostenible y no amenace el tamaño y la productividad de la población de peces a largo plazo.
De hecho la Política Pesquera Común tiene como objetivo garantizar que la pesca y la acuicultura sean sostenibles desde el punto de vista medioambiental, económico y social y que proporcionen una fuente de alimentación saludable para los ciudadanos de la UE. Su objetivo es fomentar una industria pesquera dinámica y garantizar un nivel de vida justo para las comunidades pesqueras.
Aunque es importante maximizar las capturas, debe haber límites. Hay que asegurarse de que las prácticas de pesca no dañen la capacidad de reproducción de las poblaciones de peces. La política actual estipula que entre 2015 y 2020 se deben establecer límites de captura que sean sostenibles y mantengan las poblaciones de peces a largo plazo.
Las poblaciones de peces de Europa no tienen una capacidad de reproducción ilimitada. Sin cierto control sobre lo que pesca cada cual, algunas poblaciones de peces podrían agotarse, o su captura podría dejar de ser económicamente viable.
Las poblaciones de peces y pesquerías más importantes se gestionan a nivel de la UE mediante planes plurianuales y límites de capturas anuales.
La UE establece límites anuales de capturas para la mayor parte de las poblaciones de peces de interés comercial. Estos límites se denominan «totales admisibles de capturas» (TAC) o «posibilidades de pesca». Determinan de las cantidades máximas de peces de determinadas poblaciones que pueden capturarse y se expresan en toneladas o en número de ejemplares. Los Estados miembros se reparten los TAC a través de las cuotas nacionales. Cada uno de los Estados miembros es responsable de asegurarse de que no se pesquen cantidades superiores a las cuotas que tiene asignadas.
España mejora las propuestas de la Comisión
Este año España, con una de las flotas más importantes de Europa, ha logrado mejorar las propuestas presentadas por la Comisión Europea, tras intensas y largas negociaciones en un Consejo de Ministros de Agricultura y Pesca de la Unión Europea (UE), que comenzaron el 15 de diciembre, en un contexto complicado, marcado por la crisis sanitaria de la COVID-19, así como por la incertidumbre de la salida del Reino Unido de la Unión Europea.
La Comisión Europea planteaba recortes importantes en las cuotas de especies de gran interés para España, como la merluza sur, así como una reducción drástica de los días de pesca en el Mediterráneo. Por ello, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, siempre ha apelado a la Política Pesquera Común, cuyo objetivo es la búsqueda del equilibrio entre la sostenibilidad ambiental y la rentabilidad económica del conjunto del sector pesquero y de los municipios costeros.
En el caso de las pesquerías afectadas por el brexit (119 de 146), se prorrogan las cuotas de 2020 durante el primer trimestre del año, periodo en el que, en función de la especie, se podrá pescar el 25 % de las cuotas de las pesquerías compartidas y, en el caso de algunas especies de gran interés para España, como caballa, bacaladilla y jurel, se ha logrado elevar hasta el 65%, en atención a su ciclo estacional anual (especie migratoria).
También se ha incluido el mecanismo de intercambio de cuotas para atender la obligación de desembarque en aquellas pesquerías en las que España tiene cuota cero.
El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación afirma que este acuerdo permite garantizar la continuidad de la actividad pesquera de la flota española durante 2021 y confirma el compromiso de España con la sostenibilidad de los recursos y el medio ambiente.
España reduce del 15 al 7,5% el recorte de los días de pesca para el Mediterráneo. Las negociaciones de la delegación española, con el apoyo de Francia, logran bajar las pretensiones comunitarias, consigue también mejoras en especies de gran interés para el conjunto de la flota como merluza sur, lenguado sur o cigala del golfo de Cádiz.
Para España, el Mediterráneo era un punto fundamental y crítico de la negociación en el Consejo, en atención a combinar la preocupación por la sostenibilidad de los recursos pesqueros en el Mediterráneo con las garantías de continuar con una actividad socioeconómica crucial en esas zonas, ante un sector que además se ha visto afectado por la COVID-19 de una forma muy importante.
Por su parte, el secretario general de CEPESCA, Javier Garat, ha mostrado su preocupación porque «en España dispondremos de menos posibilidades de pesca en 2021, a pesar de que la gran mayoría de las poblaciones de peces del Atlántico Nordeste se encuentran en buen estado desde el punto de vista biológico».
«En el contexto actual, con una crisis económica y sanitaria brutal provocada por la COVID-19, la Comisión Europea se ha mostrado insensible con unos pescadores y sus familias que están sufriendo sus consecuencias”, lamenta.