Día Mundial sin coches: el agua suma en la movilidad sostenible

Día Mundial sin coches: el agua suma en la movilidad sostenible

Concienciar sobre los inconvenientes del trafico rodado es uno de los objetivos del Día Mundial sin coches, que también trata de visibilizar otros tipos de movilidad sostenible. El sector del agua, comprometido con estas metas, también aporta un enorme grano de arena para promover un futuro verde


La gran niebla de Londres de 1952 marcó un antes y después en la investigación de la contaminación atmosférica en las ciudades debido a la gran mortalidad del evento, del que se cree que fallecieron unas 12.000 personas por el exceso de contaminación en la capital inglesa.

Tal fue el impacto que seis años después la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó su primera monografía sobre los impactos adversos para la salud de la contaminación. Desde entonces, los criterios y la legislación para evitar que se repitan eventos similares ha ido en aumento en muchas ciudades del mundo, aunque no a la velocidad que muchos hubiesen deseado.

La presencia de los vehículos de combustión interna constituye el motivo de sus preocupaciones. Según los expertos, estas herramientas insustituibles en la rutina de las personas emiten con su funcionamiento partículas y elementos igual de nocivos que los que se vertieron con la quema de carbón durante el evento de Londres.

Un ejemplo son los óxidos de nitrógeno (NOx), unos tipos de gases corrosivos que pueden desencadenar edemas pulmonares cuyos efectos no se observan hasta pasadas unas horas, agravándose con el esfuerzo físico. Las autoridades advierten que una exposición prolongada “puede afectar al sistema inmune y al pulmón, dando lugar a una menor resistencia frente a infecciones y causar cambios irreversibles en el tejido pulmonar”.

Un ciclista avanza por un carril bici ganado a los coches aparcados en el barrio de Brooklyn, Nueva York. | Foto: Goofyfoottaka

En cifras, un estudio que analizó los principales gases desprendidos por la combustión en 432 ciudades europeas, junto a algunas de Reino Unido, Noruega y Suiza, descubrió que los costes de la contaminación para sus residentes ascendían a un total de 166 mil millones de euros anuales.

“Quienes viven en ciudades grandes y caras tienden a enfrentar los costes de contaminación más altos debido a la densidad de población, mayores ingresos y gastos. Pero las ciudades de Europa Central y del Este se oponen a esta tendencia y ocupan un lugar destacado en la tabla de impacto a pesar de los niveles de ingresos más bajos ya que la contaminación del aire particularmente mala pasa factura”, destacan sus autores.

En Madrid, el tráfico rodado supone el 46,9 % de las emisiones de óxido de nitrógeno por encima de los ciclos de aterrizaje y despegue del aeropuerto de Barajas, con un 25,5 %, o los sistemas de climatización no industrial, con 18,1%, según el Inventario de emisiones de contaminantes a la atmósfera.

Ante este estos datos, el Día Mundial sin Coches, que se celebra hoy, trata de concienciar del verdadero uso que se le debe dar a los automóviles y busca iniciativas para que los ciudadanos no usen el automóvil particular y realicen sus desplazamientos de forma sostenible.

Se trata además de una jornada que cierra la Semana Europea de la Movilidad, que desde el año 2000 se realiza para sensibilizar, tanto a los responsables políticos como a los ciudadanos, sobre las consecuencias negativas que tiene el uso irracional del coche en la ciudad, tanto para la salud pública como para el medio ambiente.

El sector del agua también suma

El agua actúa como un nexo vital entre los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Sin el líquido elemento, el desarrollo sostenible, la erradicación de la pobreza o la igualdad de género no podrían alcanzar, del mismo modo que tampoco se podría consolidar nuestra victoria contra el cambio climático.

Y también aporta a la movilidad sostenible. Ejemplo de ello es Aigües de Barcelona, referente en sostenibilidad en el sector de la gestión del agua, que no permanece ajena a esos objetivos: “Con el impulso del agua, cambiamos el futuro”, aseguran desde la compañía, que en el ámbito de la movilidad sostenible contribuye a la reducción de las emisiones y de la contaminación del aire en el área metropolitana de Barcelona mediante su flota de vehículos eléctricos.

Los vehículos Agbar lograron evitar la emisión de 99 toneladas de dióxido de carbono

De hecho, con un parque de 142 vehículos 100% eléctricos, constituye la flota de vehículos eléctricos más grande de toda el área metropolitana de Barcelona. Con ella, Aigües de Barcelona logró evitar la emisión de 99 toneladas de dióxido de carbono.

Del mismo modo, la compañía ha diseñado un plan de movilidad vial para conocer las necesidades de movilidad de toda su plantilla y que se ha convertido en una herramienta de trabajo y de consulta permanente para adoptar hábitos de movilidad más sostenibles, seguros y saludables.

El proyecto LIFE NIMBUS también personifica esa relación entre el agua y la movilidad sostenible usando las Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales (EDAR) para conseguir recursos de valor que sirvan de combustible para impulsar el transporte verde del futuro.

El proyecto cuenta con socios que colaboran junto con Cetaqua, coordinadora del proyecto, como Agbar, al ser esta la empresa que gestiona la EDAR donde, por ahora, se limita el proyecto. El objetivo: potenciar la colaboración público-privada para demostrar la capacidad técnica y la viabilidad económica de la tecnología power-to-gas de conversión de energía eléctrica en gas, basada en procesos biológicos en biofactorías para producir biometano.


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