Cada español desperdicia casi 31 kilos de alimentos al año

Cada español desperdicia casi 31 kilos de alimentos al año

Los datos del desperdicio alimentario en España 2020 muestran que, si bien se aumentó el aprovechamiento de los alimentos, España aumentó su tasa de desperdicio hasta llegar 1.364 millones de kilos de comidas y bebidas desechadas, 30,93 kilos por persona al año


Dice el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (Mapa) que los españoles vivimos en el país más rico del mundo en el sentido de que producimos una enorme variedad de alimentos únicos en la Tierra que dan vida a “universos culinarios incomparables”.

Sin embargo, esos mismos alimentos que dan forma a nuestro patrimonio gastronómico y cultural han ido perdiendo paulatinamente su valor hasta gestar un problema de desperdicio alimentario “que no solo impacta negativamente en nuestro medio ambiente y los recursos que nos proporciona, sino en el trabajo y esfuerzo de aquellas personas que constituyen la cadena del suministro alimentario”.

Según ha explicado José Miguel Herrero, director general de la Industria Alimentaria, durante la presentación de la campaña “Aquí no se tira nada”, nuestro país arrojó a la basura durante el 2020 unos 1.364 millones de kilos de comidas y bebidas, lo que supuso un 0,8% más con respecto a las cifras del año anterior. Esto quiere decir que a cada español le correspondieron unos 30,93 kg de comida desperdiciada, un kilo y medio más en comparación con el 2019.

Aun así, Miguel Herrero ha querido puntualizar que durante el 2020, posiblemente debido a la pandemia, la compra de alimentos aumentó en un 11,2%, lo que indica que el año pasado se mejoró o el aprovechamiento de los alimentos, “aunque todavía son muchos los kilos que se desperdician”.

Por otro lado, ha informado que tres de cuatro hogares, de los 13 millones que existen en España, desperdiciaron alimentos. Se trata de una cifra similar a las arrojadas en el 2019, con la diferencia que el año pasado uno 700.000 hogares que desperdiciaron comida en el 2019 lo dejaron de hacer en el 2020.

“Cabe destacar que hogares compuestos por personas de más de 50 años y que tienen hijos son los que más alimentos desperdiciaron este 2020. Aquellos situados en las regiones más cálidas del país también se posicionan como los grandes desperdiciadores de comida”, ha querido enfatiza Miguel Herrero.

En relación con los tipos de comida, el 76% (frente al 84% del 2019) de los alimentos desechados se correspondieron con productos “sin utilizar”, como la comida envasada, mientras que el 24% restante (frente al 15% del año anterior) se tacharon como comidas preparadas, siendo las lentejas el plato más desperdiciado por los españoles.

Desde hoy y hasta el 2 de junio se celebra Madrid Fusión, uno de los congresos gastronómicos más influyentes del mundo, bajo el título de la gastronomía circular:

“El congreso pondrá en valor el papel de los nuevos resortes que van a condicionar las cocinas del futuro, la importancia de compartir conocimiento y los cambios en las prioridades de las cocinas. ¿Serán las mesas del futuro cada vez más sostenibles, locales y orgánicas? Se avecinan cambios apasionantes”, señala José Carlos Capel, presidente de Madrid Fusión.

Para Capel “nunca como ahora las ciudades habían mirado al campo de manera tan recurrente. Además, ya no se transige con agotar los recursos naturales y los comensales son cada vez más sensibles y críticos con aquello que consumen”.

Un dato curioso que ha dejado el 2020 fue que un 12% más de los españoles recuperaron en 2020 el hogar como espacio para realizar más comidas especiales, lo que explica el aumento del desperdicio de comidas preparadas en los hogares. Del mismo modo, un 56% (un 3% menos) congeló sus productos después de haberlos cocinado en el 2020.

Como novedad, también se han ofrecido datos sobre el desperdicio de los alimentos fuera de los hogares, aunque desde el punto de vista del usuario, por lo que no se han incluido las cifras producidas por los establecimientos, sino de las consumiciones que se quedan en el plato y, por lo tanto, se tienen que desechar.

En este sentido, se desperdiciaron 25,7 millones de kilos, una cifra anómala dado el contexto de pandemia, según Miguel Herrero. Al mismo tiempo, cuatro de cada 10 personas dejaron comida en el plato, una proporción “mucho menor” de la que se observan en los hogares.

Del mismo modo, el 45% de la comida desperdiciada en establecimientos se llevó a cabo desde los hogares debido “al incremento de los pedidos de comida a domicilio”. Miguel Herrero también ha querido exponer que las comidas en solitario motivan el desperdicio de alimentos.

“Es importante destacar que en los restaurantes se desperdician menos comida que en los hogares porque le estamos dando un valor tangible al alimento que consumimos porque lo estamos pagando. Sin embargo, la realidad es que todos los alimentos tienen un valor”, ha concluido Miguel Herrero.

Blindarse frente al desperdicio.

El titular del Mapa, Luis Planas, también ha participado en la presentación y ha expresado el compromiso de España por luchar contra el desperdicio de alimentos y sus propias intenciones de sacar adelante un proyecto de Ley “precisamente para acabar con este problema”.

“Constituye un objetivo global en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), pero más allá de ello yo creo que constituye una necesidad social”, ha señalado el ministro, que además ha avanzado que unas de las prioridades de la Ley será destinar los alimentos, siempre que sea posible, al consumo humano.

Con este proyecto de Ley pretende introducir la obligación de reaprovechar todos los productos que se retiren del mercado y fomentar la donación y la distribución de alimentos, así como reducir el desperdicio en la venta al menor y a nivel de consumidores y reducir el desperdicio en el conjunto de la producción y del suministro.

“Tres de cuatro hogares desperdicia alimentos en nuestro país, lo que constituye una llamada de atención sobre nuestros hábitos que debemos cambiar”, ha enfatizado Planas, que además ha recordado que reducir el desperdicio no es solo un objetivo de alimentación, sino ético.



Se adhiere a los criterios de transparencia de

Archivado en:
Otras noticias destacadas