El informe Cotec sobre el avance de la economía circular en España alerta del estancamiento experimentado en los últimos cinco años pese a la creación de políticas y estrategias en distintos niveles administrativos



La transición de España hacia la economía circular se ha estancado en los últimos cinco años. Ha aumentado la percepción social sobre la importancia del concepto y también ha crecido la penetración de políticas circulares en la administración y sectores productivos; sin embargo, esto no está dando todavía los resultados requeridos, hasta el punto de que España se sitúa en el puesto 18 entre los 27 países de la UE en desarrollo de la economía circular.
Esta es una de las principales conclusiones del Informe Cotec Situación y Evolución de la Economía Circular en España, recién presentado y elaborado junto a la Cátedra UNESCO de Sostenibilidad de la Universidad Politécnica y la Asociación para la Sostenibilidad y el Progreso de las Sociedades (ASYPS).
Se trata de un estudio bienal que Cotec viene realizando desde 2016 y que traza una completa radiografía de la situación de la economía circular en España y de las políticas puestas en marcha desde los distintos niveles administrativos. El estudio incorpora un estudio detallado de las competencias y capacidades disponibles a nivel nacional para impulsar la transición circular, así como de las barreras y los elementos facilitadores para dicha transición.


El informe aporta datos que reflejan que España está lejos de ser circular. En este sentido, señala que en nuestro país el uso circular de materiales era solo de un 10%, es decir, solo un 10% de los requerimientos totales de material estuvieron cubiertos por material recuperado.
Se trata, sin embargo, de una cifra cercana a la media de uso circular de materiales que registra la UE-27 (11,8%), aunque muy por debajo respecto a otros territorios como Países Bajos (30%) o Francia (20%). Finlandia es uno de los países que menos uso circular de materiales registra (6,3%).
En paralelo a esta baja capacidad en el uso circular de materiales, se observa una tendencia de incremento en la generación de residuos en el conjunto de la UE-27. En el caso de España, que inició el siglo con un comportamiento favorable de reducción en la generación de recursos, desde 2012 se ha invertido esa tendencia lo que refuerza la conclusión de que los buenos registros en algunas de las variables de circularidad de la economía española se han debido más a una cuestión coyuntural que a un cambio estructural en términos de uso e intensidad material y circularidad.
Cerrar los ciclos de materiales
La economía circular ofrece una alternativa al actual modelo de producción, basado en una cadena de valor lineal que genera residuos en todas las etapas, desde la extracción de materias primas hasta la generación de residuos, pasando por las fases de fabricación, distribución y consumo.
La opción consiste en prolongar la vida económica útil de los materiales y los recursos tanto como sea posible, reduciendo al mínimo la generación de residuos.


Reciclamos menos de lo necesario
La tasa de reciclado en España es del 35%, lejos del objetivo del 50% marcado por la Comisión Europea para 2020. Esta cifra sitúa al país por debajo de la media de la UE-27 (48%) y lejos del nuevo objetivo para el año 2025, en el que los países de la Unión Europea tendrían que reciclar el 55% de los residuos municipales generados.
Respecto al tratamiento de residuos, en España el depósito de residuos en vertedero en 2019 fue del 54%, una cifra alejada del objetivo fijado por la UE de no superar el 10% para el año 2035. En el conjunto de la UE este indicador se redujo un 50% entre 2000 y 2019, pero aumentó el porcentaje de la incineración del 16% al 27%.
La situación actual de la economía circular en España requiere de una urgente transformación, indica el informe de Cotec, en favor de medidas centradas especialmente en la reparabilidad y la durabilidad, aunque también orientadas al reciclaje de productos, la prevención de desperdicio de alimentos, avances en el ecodiseño, la eco-innovación y mayor sensibilización de la ciudadanía.
Por último, el informe destaca el avance en el desarrollo de planes, programas y normativas de la economía circular en todos los niveles administrativos públicos, pero advierte de que aún es prematuro determinar su impacto porque se encuentran en una etapa tempana con avances parciales.
Durante la presentación del informe, la presidenta de Cotec, Cristina Garmendia argumentaba que se han dado «pasos necesarios, pero no suficientes». En ese sentido, afirmaba: «Hay que hacer más y más rápido, porque no estamos siendo capaces de desacoplar crecimiento y uso de recursos. Debemos hacerlo por preocupación ambiental, pero también por una cuestión estratégica, de no depender de otros países o estar expuestos a circunstancias sobrevevenidas, como hemos visto con el incidente del Canal de Suez o con la pandemia».
En los últimos años, la UE se ha venido esforzando en promocionar una economía circular con el objetivo de que la reutilización, la reparación y el reciclado se conviertan en la norma y los «residuos pasen a ser una cosa del pasado». Después de las importantes iniciativas del primer Plan de Acción de la UE de 2015 y las iniciativas posteriores de 20181, la UE ha seguido avanzado decididamente en su acción política en materia de economía circular con el nuevo Plan de Acción Circular 2020.
En España, aunque con cierto retraso, se cuenta desde mediados de 2020 con la Estrategia Nacional «España Circular 2030», a lo que se suma el lanzamiento de su primer Plan de Acción 2021-2023, y una Hoja de Ruta para la gestión sostenible de Materias Primas Minerales.
Hay que destacar también la Ley de Residuos y Suelos Contaminados, actualmente en tramitación parlamentaria, que será una pieza angular del desarrollo estratégico del nuevo modelo circular.
