Los españoles tiramos a la basura un 11% más de comida que el resto del año. El verano pasado desperdiciamos 667 millones de kilos de alimentos y bebidas, un derroche que la Administración se ha propuesto reducir tanto en los comercios como en los hogares



El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación quiere concienciar a los ciudadanos y ciudadanas sobre la compra responsable de alimentos y su aprovechamiento, especialmente en verano, ya que en esta época el desperdicio alimentario crece cerca de un 11%.
La tasa de desperdicio más alta se da verduras y hortalizas frescas, naranjas manzanas y plátanos
Así, durante las dos primeras estaciones del pasado año, los hogares españoles arrojaron 667,79 millones de kilos de alimentos y bebidas a la basura, frente a los 603,27 millones de kilos desechados en otoño e invierno.
El 52,5% de los alimentos desechados a la basura se tiran en la temporada de primavera verano, mientras que este porcentaje disminuye hasta el 47,5% de cuota sobre el total en otoño invierno.
Este aumento puede estar provocado por dos efectos; el primero de ellos relacionado con la climatología y el incremento de las temperaturas. Esto hecho provoca que los alimentos pierdan sus propiedades nutritivas antes.
O que, directamente, los productos frescos se desvíen de lo que se considera óptimo en cuanto a forma, tamaño y color y finalmente los hogares lo terminen desechando tanto si lo guardan dentro como fuera de la nevera.
Este hecho condiciona que aquellas preparaciones de comida guardadas y planificadas para su posterior consumo o aquellos sobrantes finalmente sean arrojados al cubo por no ser consumidos.
En verano aumenta el desperdicio de productos que puedan deteriorarse antes por los efectos del calor como, por ejemplo, leche líquida (+17,5%), platos preparados (+20,2%), frutas en verano (15,0%), pescados y mariscos frescos (+12,2%), y huevos con un incremento del 10,2% o chocolates (77,2%).
En el marco de la campaña “Mas alimento, menos desperdicio” impulsada por el Ministerio, se ha elaborado un decálogo para el consumidor, para reducir el desperdicio de alimentos y bebidas, tanto en la tienda como en la cocina y fuera de casa.
1. Planifica tu menú semanal. Ten en cuenta las necesidades familiares y evita la improvisación.
2. Haz una compra responsable. Revisa tu despensa y frigorífico y elabora una lista de la compra
3. Ten en cuenta tu presupuesto. Compra solo lo que necesites. Tirar comida es tirar dinero.
4. Conserva adecuadamente los alimentos. Consulta las etiquetas y fechas de caducidad. En la compra asegura la cadena de frío.
5. Compra productos de temporada y consume por orden de entrada. Sigue el sistema FIFO (First in, first out): Lo primero que entra es lo primero que sale.
6. En la cocina ajusta las raciones. Cocina solo lo necesario. Adapta las medidas a la edad y el apetito.
7. Aprovecha las sobras con creatividad. Atrévete con nuevas recetas. Hay recetarios específicos para aprovechar las sobras.
8. Deposita en la basura solo lo que sea imposible de aprovechar. Recicla los residuos. Con los orgánicos elabora tu propio compost para macetas y jardín.
9. Si comes en el trabajo lleva tu propio recipiente reutilizable. Llévate los alimentos que han sobrado en casa. Así también ahorrarás dinero.
10. En restaurantes pide que te pongan las sobras en un envase para llevar. Pide solo lo que vas a consumir. Si tienes poco apetito pide raciones reducidas.
