Las lavadoras europeas crean 13.000 toneladas de microfibras al año

Las lavadoras europeas crean 13.000 toneladas de microfibras al año

Una reciente investigación ha llegado a la conclusión que solo en los hogares europeos se producen casi 13.000 toneladas de microfibras con los lavados. Los autores recomiendan llenar las lavadoras y realizar programas más fríos con el fin de reducir esas cifras de emisiones


Cada vez que lavamos nuestra ropa, miles de pequeñas microfibras de tela se liberan en el agua. Debido a este hecho, un grupo de científicos se ha lanzado a analizar qué cantidad de microfibras se desprenden y así poder esclarecer el impacto de los lavados.

Tras una revisión de diversos informes, como uno de la International Association for Soaps, Detergents and Maintenance Products (Aise) que determinaba que en 23 países de Europa solo se realizan 35,6 mil millones de cargas completas al año, los investigadores determinaron que se liberan 12.709 toneladas masivas de microfibras solo en el viejo continente.

Los científicos han especulado durante algún tiempo que estas microfibras pueden causar más daño que las microperlas de los detergentes

No obstante, cabe destacar que los investigadores lograron una reducción del 30% en la cantidad de microfibras liberadas cuando realizaron un ciclo de lavado de 15°C de 30 minutos, en comparación con un ciclo estándar de 40° C de 85 minutos.

“Si los hogares cambiaran a lavados más fríos y rápidos, potencialmente ahorrarían 3.813 toneladas de microfibras que se liberarían en los ecosistemas marinos de Europa”, detalló el estudio.

En cualquier caso, los expertos encontraron que el 96% de las fibras liberadas eran naturales, provenientes del algodón, la lana y la viscosa, con fibras sintéticas, como el nylon, el poliéster y el acrílico, que representan solo el 4%.

Que la mayoría de las fibras que se liberen sean naturales, como el algodón, es un aspecto positivo ya que se biodegradan mucho más rápido que las fibras sintéticas. En este sentido, un estudio anterior encontró que las fibras de algodón se degradaron un 76% tras pasar ocho meses en aguas residuales en comparación con el 4% que sufrieron las de poliéster.

Esto significa que las fibras naturales terminarán por degradarse en el medio mientras que aquellas sintéticas están destinadas a permanecer durante decenas de años, contaminando así los medios marinos.

“Este es el primer estudio importante para examinar las cargas reales de lavado doméstico y la realidad de la liberación de fibra. Encontrar una solución definitiva a la contaminación de los ecosistemas marinos por las microfibras liberadas durante el lavado probablemente requerirá intervenciones significativas tanto en los procesos de fabricación de textiles como en el diseño de aparatos de lavado”, explicó John R. Dean, profesor de Ciencias Analíticas y Ambientales en la Universidad de Northumbria, quien dirigió el estudio.

Mejorar nuestro lavado

Además de realizar lavados con unas temperaturas más frías, los expertos recomendaron en su estudio llenar las lavadoras casi al máximo, tres cuartas partes, ya que, según sus cálculos, esto permitiría liberar menos fibras al medio.

Paralelamente recomiendan actualizar estos electrodomésticos debido a que las lavadoras más actuales permiten producir un ahorro de hasta el 50% en la energía y agua utilizada. Esto se traduce, a su vez, en una menor liberación de materiales nocivos.

Una lavadora más nueva supone un ahorro tanto energético como en el número de fibras que se desprenden al medio

“Estas máquinas de alta eficiencia liberaron durante el estudio menos microfibras que las máquinas de carga superior tradicionales, con ejemplos notables que incluyen una reducción del 70% en microfibras de las telas de poliéster y una reducción del 37% de las camisetas de poliéster”, exponen los expertos en la investigación.

La reducción de las fibras en los nuevos electrodomésticos se debe también a la implementación de nuevos diseños que incorporan nuevos y mejores filtros. Esto para los expertos es crucial, ya que en un futuro y todos los fabricantes de lavadoras deberían de invertir en este aspecto.

“Los fabricantes de electrodomésticos deberán introducir nuevos sistemas de filtrado en sus máquinas y desarrollar enfoques que permitan reducir el número de recursos utilizado en cada lavado, como el agua”, subrayan en la investigación.

Por otro lado, descubrieron que la ropa nueva libera más microfibras que la ropa vieja, sobre todo, en los primeros ocho lavados.

«Este estudio ha demostrado que las elecciones de los consumidores en la forma en que lavan la ropa pueden tener un impacto significativo e inmediato en la contaminación por microfibras. Esto no eliminará el problema, pero podría lograr una reducción significativa a corto plazo, mientras que otras soluciones, como los filtros de la lavadora y la ropa de bajo desprendimiento, se desarrollan y comercializan”, concluyó Neil Lant, otro de los autores de la investigación.



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