Marcas líderes del mundo de la tecnología como Google, Microsoft, Vodafone o Dell han establecido la Circular Electronics Partnership, una gran alianza público-privada que busca lograr una electrónica totalmente circular para 2030



El mundo de la tecnología se compromete con la circularidad. Más de 50 empresas conectadas a la innovación tecnológica y electrónica han lanzado esta semana la Circular Electronics Partnership (CEP) junto a a un grupo de grandes organizaciones mundiales, creando la que es por ahora la primera gran alianza del sector privado con vistas a mejorar la reducción, reutilización y reciclaje de los desechos electrónicos. Su objetivo es especialmente ambicioso: lograr que, en apenas una década, la gran mayoría de los componentes necesarios para fabricar móviles, ordenadores e incluso electrodomésticos sean totalmente circulares, un paso muy necesario tanto para reducir el volumen global de residuos como para combatir el cambio climático.
«La electrónica es omnipresente. Más allá de los ordenadores, monitores y teléfonos, la electrónica se encuentra en todo, desde la ropa hasta los juguetes. A medida que las aplicaciones de estas tecnologías se extienden, deben ser totalmente circulares en su diseño, producción, uso y recuperación para crear una cadena de valor positiva para la naturaleza, el clima y las personas», ha explicado Peter Bakker, presidente y director ejecutivo del Consejo Empresarial Mundial y Desarrollo Sostenible (WBCSD), una de las organizaciones internacionales que, junto al Foro Económico Mundial (WEF) o la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), han impulsado esta iniciativa.
Pero el principal atractivo de este proyecto es que la alianza incluye marcas líderes en electrónica que suman valor de casi 6 billones de dólares en capitalización de mercado total, entre las que se encuentran multinacionales como Accenture, Cisco, Dell Technologies, Glencore, Google, KPMG International, Lanxess, Microsoft, Security Matters, Sims Limited y Vodafone.
Actualmente, los desechos electrónicos son el flujo de más rápido crecimiento en el mundo, con más de 50 millones de toneladas de residuos producidos anualmente. Según una investigación publicada en The Conversation, solo el 17,4% de los desechos electrónicos se recolectan y reciclan a nivel global. Es más, desde 2014, la cantidad de desechos electrónicos reciclados solo ha aumentado en 1,8 millones de toneladas, mientras que en el mismo período la cantidad total de desechos electrónicos generados ha crecido en 9,2 millones de toneladas.
Sin embargo, esta flagrante falta de circularidad representa también una importante oportunidad económica. Según diversas estimaciones, la gestión de los desechos electrónicos y el cambio a la electrónica circular puede generar un valor global de hasta 57.000 millones de dólares anuales, una rentabilidad que podría servir para que los países impulsen su crecimiento económico tras la crisis del coronavirus
Cambiar el sistema
La CEP considera que, para lograr el objetivo de la circularidad en la electrónica en apenas una década, se requiere que «todas las partes interesadas trabajen juntas y desarrollen cambios en todo el sistema«. Por eso, entre las metas que se propone esta alianza están la de maximizar el valor de los componentes, productos y materiales a lo largo de sus ciclos de vida completos, dependiendo únicamente de los recursos circulares, cambios que, según indican en el comunicado, «generarán valor económico a la vez que crearán un impacto medioambiental y social positivo».
Por ahora, la creación de esta red de redes no solo servirá para mejorar la acción coordinada y aumentar la ambición de la industria, sino que se traducirá además en acciones inmediatas, que irán desde la definición de productos y servicios electrónicos circulares hasta la movilización de un compromiso de compra global, sostenible y circular, pasando por el desarrollo de un sistema de reciclaje responsable y la puesta en marcha de proyectos de seguimiento de materiales. De hecho, la hoja de ruta lanzada por la CEP identifica un total de seis caminos prioritarios y 40 acciones concretas que deben llevarse a cabo en los próximos diez años para que la industria alcance la circularidad.
Estos seis caminos prioritarios se dividen en diseñar para circularidad, impulsar la demanda de productos y servicios circulares, escalar modelos comerciales responsables, aumentar las tasas de recolección oficiales, mejorar las posibilidades de reutilización y reciclaje, y escalar los mercados de materiales secundarios.
«No hay tiempo que perder para encontrar soluciones sostenibles para el consumo y la producción», ha explicado Dominic Waughray, director general del Foro Económico Mundial. «La hoja de ruta y la visión establecidas por la Circular Electronics Partnership crearán el impulso necesario para maximizar los recursos, transformar las cadenas de valor y hacer realidad la transición circular en la electrónica«, ha añadido.
