La intoxicación por plomo afecta a 800 millones de niños en el mundo

Intoxicación por plomo, un problema que afecta a 800 millones de niños

UNICEF ha lanzado un estudio, junto a Pure Earth, en el que exponen un grave problema que afecta a 800 millones de niños en el mundo: la intoxicación de plomo. Este elemento, sobre todo, ingresa en nuestro cuerpo por las malas prácticas en su reciclaje, por lo que claman por medidas que hagan más seguro el proceso


La conmoción que vivimos aquella noche no se puede describir con palabras, básicamente, porque pocos quedan que puedan articularlas. Tan solo la memoria es capaz de plasmar lo que ocurrió aquella oscura madrugada cuando, de entre la densidad de la selva, emergió una densa nube de humo negra iluminada por las llamas de un incendio lejano.

Apenas nos preocupamos porque pensamos que era un suceso pasajero, pero tan solo fue la antesala de nuestra decadencia. Noche tras noche, la misma nube humo nos volvía acosar, como un depredador paciente al ataque de su presa. Y efectivamente, cierto día nos atacó: los búfalos que habían respirado el humo se desplomaron a los pocos días, escupiendo en el proceso una viscosa espuma blanca por la boca, del mismo modo que lo hacían las personas que entraron en contacto con el humo.

“Con la lluvia, el humo caía como tinta sobre las hojas que tocábamos y el agua que bebíamos. Mis hijos jugaban en los árboles que estaban recubiertos de ese material”, narra Sharmin Akhter, uno de los supervivientes del desastre que vivió el poblado de Kathgora a 15 kilómetros de Dhaka (capital de Bangladesh) en 2017.

Plomo
Un niño pasa cerca de una función improvisada de metales pesados | Foto: UNICEF

Unos días más tarde decidieron buscar el origen de ese extraño humo y encontraron las respuestas a sus preguntas. El artífice era una función al aire libre de baterías de plomo-ácido usadas que cada noche, al arder, emanaban ese humo tóxico cargado de plomo.

“Mis hijos escalaban entre los montones de baterías y, aunque se quejaban de picores en su piel al terminar, no dimos importancia al asunto”, explica Sharmin Akhter. La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que incluso una concentración de 5 µg/dl en sangre puede ser catastrófico para la salud de los niños.

En este caso, posteriores análisis desvelaron que los hijos de Sharmin Akhter estuvieron expuestos a concentraciones medias de 21.3 µg/dl en sangre que los marcaron por vida. Ahora sufren pérdidas de memoria y problemas en sus órganos que no disponen de una cura.

“Las personas que rodean el área de fundición, no viven, ni duermen, ni comen. La vida que entra en contacto con ese humo simplemente se desvanece hasta morir”, comentan quienes vivieron aquello.

Por suerte, posteriores movimientos en contra de la fundición, apoyados por organismos internacionales como la Organización de las Naciones Unidas (ONU), pudieron acabar con aquella actividad y eliminar la mayoría del plomo que quedó esparcido en el medio y en sus viviendas. Eso sí, jamás pudieron acabar con las secuelas que dejó el suceso.

Un problema mundial

Con esta historia, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y la organización Pure Earth, pretenden concienciar con su nuevo estudio sobre un problema que afecta a unos 800 millones de niños en todo el mundo, que no es otro que el de la intoxicación por plomo.

“Se trata de una escala masiva de envenenamiento que era previamente desconocida y que debe despertar una respuesta urgente internacional debido a los estragos que puede causar en estas personas”, destaca el documento.

El plomo es un elemento altamente venenoso que, incluso con dosis bajas, tiene la capacidad de penetrar en todos los órganos de cuerpo humano y causar potenciales daños.

Por esto, la OMS expresa que no existe un nivel de concentración de plomo en sangre que pueda considerase exento de riesgo ya que incluso una concentración sanguínea de 5 µg/dl “puede afectar a la inteligencia de los niños y causar problemas de comportamiento y dificultades de aprendizaje”.

“El plomo es un veneno crónico que causa efectos hematológicos, como anemia, y alteraciones neurológicas, entre las que se incluyen dolores de cabeza, irritabilidad, convulsiones, parálisis y la muerte”, reza el estudio.

Incluso el informe llega a afirmar que existe una conexión entre la contaminación de plomo y el aumento de la violencia y compartimientos delictivos derivados de los déficits cognitivos.

“Con pocos síntomas, el plomo causa estragos silenciosamente en la salud y el desarrollo de los niños, con posibles consecuencias fatales. Saber cuán extendida es la contaminación por plomo y comprender la destrucción que causa a las vidas individuales y a las comunidades debe estar entre nuestras prioridades”, comenta Henrietta Fore, directora ejecutiva de UNICEF.

Fuente del plomo

El plomo es un elemento natural con propiedades químicas únicas que lo convirtieron en un material muy útil para diversos cometidos. Por ello, en la actualidad se puede encontrar en fontanería, baterías, materiales de construcción, pinturas, esmaltes o la gasolina.

Según UNICEF, las fuentes naturales que dan lugar a exposiciones no suponen un riesgo para nuestra salud, a diferencia de las antropogénicas, como la minería. De hecho, exponen en el informe que, a partir de la Revolución Industrial, el cuerpo humano ha estado sometido a cantidad de plomo 1.000 veces superior a lo que estaba acostumbrado.

Aproximadamente el 85% de todo el plomo que se utiliza en nuestros días se destina a la producción de baterías de plomo-ácidas que, debido al auge de la electricidad como fuente de energía del futuro, están sufriendo un aumento de demanda sin precedentes.

El tratamiento clandestino o bajo unos estados insalubres son,en ocasiones, las únicas fuentes económicas con las que se sustentas las familias. Esta situación se da, sobre todo, en África e India

“La demanda cada vez mayor de plomo ha incrementado los precios de los metales pesados de unos 44 euros en el 2005 hasta los 91 euros en el último trimestre del 2019”, informa el estudio de UNICEF.

Casi todo el plomo utilizado en estas baterías se debe reciclar y recuperar por ley en los países del mundo occidental bajo estrictos controles. Sin embargo, en aquellos Estados más vulnerables, con unas leyes más suaves, el plomo se sigue tratando sin seguir unos estándares mínimos de salud ambiental y humana.

“Estas operaciones informales de reciclaje a menudo se realizan en patios traseros, donde los trabajadores no están protegidos. Se rompen las baterías con herramientas manuales y se quitan las placas de plomo sin seguridad que, posteriormente, se funden en pozos al aire libre que propagan humos y partículas cargadas de plomo”, reza el estudio

“Se estima que solo en África se reciclan más de 1,2 millones de toneladas de las baterías de plomo-ácido, de las cuales la mayoría acaban tratadas en instalaciones no oficiales. Incluso se conoce que aquellas más preparadas hacen uso de técnicas no aptas para tratar el plomo”, añade.

Cuestión de concienciación

Según UNICEF, la concienciación es vital para abordar el problema del mal tratamiento del plomo, además de un enfoque coordinado y concertado que traten seis áreas de trabajo. Estas pasan desde sistemas de monitoreo controlados hasta el establecimiento de leyes de reciclaje más duras que impulsen las buenas prácticas.

“El retorno de la inversión es enorme: mejor salud, mayor productividad, mayor coeficiente intelectual, menos violencia y un futuro más brillante para millones de niños en todo el planeta”, concluye Richard Fuller, presidente de Pure Earth.

Tratamiento contra el plomo

Según se expone en el informe, en la actualidad no existe una cura contra el envenenamiento por plomo. Una vez que el plomo ha ingresado en el cuerpo durante un periodo prolongado, es muy difícil de eliminarlo e imposible de borrar las secuelas.

El único tratamiento que existe para paliar el envenenamiento agudo por plomo es la quelación, un procedimiento médico que involucra el uso de químicos conocidos como quelantes que se unen metales pesados que luego serán excretados a través de la orina.

Una dieta nutritiva rica en hierro, vitamina C y calcio también puede reducir la absorción del plomo por parte del cuerpo. “Con suficiente hierro y calcio en el cuerpo se pueden reducir los niveles de absorción”, aseguran.

Sin embargo, en ningún caso se puedes deshacer los daños causados.



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