Los países europeos podrían duplicar el reciclaje de residuos mejorando la recogida

Los países europeos podrían duplicar el reciclaje de residuos mejorando la recogida

Un nuevo estudio de la Agencia Europea de Medio Ambiente afirma que se podría duplicar la tasa de reciclaje en toda Europa de residuos municipales, electrónicos y de construcción aumentando la recogida separada y privilegiando la reutilización


La economía circular está aún lejos de explotar todo su potencial en Europa. Las barreras económicas, técnicas y normativas siguen obstaculizando el logro de mayores tasas de reciclado y el bajo precio de los materiales vírgenes frena la reutilización. Según un informe de la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA), los países miembro de la Unión Europea (UE) podrían duplicar la cantidad de residuos urbanos y electrónicos reciclados y aumentar un 30% la de los procedentes de construcción y demolición en el marco actual si se mejoraran las técnicas de recogida.

En el caso de los llamados residuos sólidos urbanos, la tasa de reciclaje si se aplicaran las reformas correctas podría pasar de un 43 a un 80%, es decir, de 126 millones a 237 millones de toneladas, sobre todo en el caso de comida, plástico, textil y desechos de jardín, según apunta el informe. La tendencia hasta el momento es la inversa: las cantidades recicladas de estos flujos de residuos han ido aumentando en los últimos años, a pesar de la apuesta de muchos países europeos por la economía circular.

Según la AEMA, hay mucho trabajo por hacer también en el sector de la construcción. Y la solución pasa por mejorar la selección de residuos en origen: aumentando la recogida separada de mampostería, hormigón y restos de asfalto, el reciclaje de residuos de la construcción y demolición subiría del 74% al 96%. Aunque los últimos datos disponibles muestran que los niveles actuales de reciclaje de residuos de construcción y demolición ya son altos, la naturaleza del material de este flujo de residuos puede permitir tasas de recolección por separado aún más altas.

Y es que, actualmente, la mayoría de los residuos no reciclados se utilizan para operaciones de «relleno», en el que se utiliza material de desecho para llenar los agujeros excavados. Sin embargo, el relleno no se considera reciclaje y no es la opción de tratamiento de residuos más ecológica. Si se separaran correctamente los materiales destinados a rellenar, las tasas de reciclaje podrían alcanzar valores próximos al 100%.

Eso sí, los cálculos de la AEMA se basan en los últimos datos disponibles y el actual estatus de la legislación comunitaria, pero no incluyen las medidas previstas en el plan de acción de economía circular del nuevo Acuerdo Verde Europeo, que podrían mejorar aún más el potencial de reciclaje.

Potencial de los residuos electrónicos

En el caso de los residuos electrónicos, el informe ve posibilidades de doblar los 3,8 millones de toneladas recogidos en 2017, pasando de un 31 a un 75 % de tasa de reciclaje. Aunque este es el flujo de residuos más pequeño, en términos de masa, contiene muchos recursos valiosos para el reciclaje, como metales y materias primas críticas. Sin embargo, también es el flujo de desechos con la tasa de reciclaje más baja, principalmente debido a fallas en la recolección por separado de este tipo de desechos.

Según la AEMA, como los desechos electrónicos se componen principalmente de metales, plástico y vidrio, que se reciclan rutinariamente, existe una oportunidad significativa para aumentar el reciclaje. Eso sí, el problema es que muchos de estos materiales y productos de desecho están contaminados con sustancias peligrosas, como retardantes de fuego, lo que dificulta o imposibilita el reciclaje, ya que estas sustancias no pueden recircularse en la economía por razones de salud.

En cualquier caso, la AEMA admite que la principal barrera para mejorar las tasas de reciclaje de estos flujos de residuos es el bajo precio de mercado de recursos naturales y materias primas vírgenes, seguida por la composición compleja de algunos desechos, lo que dificulta el reutilizamiento de los materiales. Este organismo resalta que la legislación comunitaria actual marca ya objetivos ambiciosos de reciclaje hasta 2035, pero considera que la recogida más frecuente y selectiva de residuos, regímenes de mayor responsabilidad de los productores y prácticas de demolición selectiva podrían aumentar el potencial.

Otros aspectos, como la presencia de materiales no reciclables en los flujos de residuos, el coste creciente de la recogida selectiva y las dificultades de los consumidores para distinguir y separar de forma correcta los materiales en productos complejos obstaculizan también el aumento de la tasa de reciclaje. De ahí que la AEMA señale que es necesario impulsar medidas complementarias para mejora la economía del reciclaje, eliminar substancias peligrosas de los productos y usar conceptos de «diseño para reciclar».



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