Sevilla y Barcelona apuestan por la economía circular de los alimentos - EL ÁGORA DIARIO

Sevilla y Barcelona apuestan por la economía circular de los alimentos

La fundación Ellen Macarthur ha seleccionado a dos ciudades españolas para participar en un proyecto de economía circular en el consumo de alimentos. Con este tipo de iniciativas, explican, se podría llegar hasta 450 trillones de litros de agua limpia al año en todas las ciudades


La fundación Ellen Macarthur ha seleccionado a Barcelona y Sevilla para participar en un “pionero” proyecto con el fin de fomentar la economía circular en los alimentos dentro de los núcleos urbanos que se desarrollará durante los próximos tres años.

Además de las ciudades españolas, la fundación ha escogido a Almere, Lisboa, Milán, Oporto, Rio de Janeiro, Salvador, Toronto y Torres Vedras para participar en la iniciativa. Además, han anunciado que habrá tres capitales emblemáticas que serán objeto de una iniciativa específica durante los tres años: Londres, Sao Paolo y Nueva York.

Por otro lado, la organización ha destacado que, a parte de las ciudades, han seleccionado a algunas grandes empresas del sector alimentario con el fin de que den su visión y propuestas sobre el modelo de gestión de la alimentación que existe actualmente. Estas son Danone, Mizkan, Nestlé, Novamont, Veolia y Yara.

Ciudades y la economía circular de la alimentación

Durante la cumbre mundial del foro de Davos de 2019, la fundación presentó el informe Ciudades y la economía circular de la alimentación en el que se basa este proyecto.

En este documento, la fundación explica que el actual sistema alimentario no sirve para satisfacer las necesidades a largo plazo y que, por lo tanto, es necesario un cambio hacia una economía circular.

“La economía circular en los alimentos es un modelo que presenta una oportunidad de negocio y, además, aporta beneficios a toda la cadena alimentaria y a la sociedad en general”, se indica en el texto.

En este sentido, la fundación Ellen Macarthur señala que las ciudades son los perfectos lugares para iniciar esta transformación debido a que, según datos aportados en el documento, el 80% de toda la comida será consumida en los núcleos urbanos para 2050.

Al cambiar hacia una economía circular para la alimentación, las ciudades pueden ayudar a realizar la visión y generar importantes beneficios ambientales, económicos y de salud dentro y más allá de sus límites

Las ciudades son el lugar donde van a terminar la mayoría de los alimentos. Por eso, tenemos que procurar que estos productos se aprovechen en esos focos al máximo y dejar de ver las urbes como el destino final de los alimentos”, explica la fundación. “Las ciudades pueden convertirse en centros donde los subproductos de los alimentos se transforman en una amplia gama de materiales valiosos, lo que genera nuevas fuentes de ingresos en una bioeconomía próspera”, añade.

Además, destaca en el documento que también son los lugares idóneos para aplicar este proyecto debido al impacto en la sociedad que poseen. “Las ciudades pueden ayudar a hacer realidad esta la visión y generar importantes beneficios ambientales y económicos dentro y más allá de sus límites”, afirma la organización.

Los beneficios que se pueden obtener con la economía circular de los alimentos, informa, son varios. Por ejemplo, aplicar esta práctica puede reducir en 4,3 mil millones de toneladas las emisiones de dióxido de carbono a la atmosfera, comparable a retirar de circulación a mil millones de coches, o ahorrar incluso 450 trillones de litros de agua limpia al año.



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