Tuvalu, un país del pacífico sur, ha prohibido las botellas de plástico de menos de 1,5 litros de capacidad, así como platos, cubiertos y envoltorios de comida de este material. De este modo pretende aliviar la presión que sufre por la presencia de plásticos en sus costas



Ningún rincón del planeta se libra de la presencia de los plásticos. La isla Henderson, dentro del conjunto de las islas Pitcairn, es una remota formación rocosa del pacífico sur de no más de 37 km2 que, sin embargo, acumula 37,7 millones de residuos plásticos en sus playas. Tuvalu, un país menor a la isla de Henderson formado por un conjunto de islas, sufre el mismo problema, solo que, a diferencia de su vecino del Pacífico, acaba de prohibir los plásticos de un solo uso para hacer frente a la amenaza.
Así lo ha decretado el Ministerio de Medio Ambiente de Tuvalu tras informar que quedarán prohibidos las botellas de plástico de menos de 1,5 litros de capacidad, así como platos, cubiertos y envoltorios de comida de este material. De este modo, se podrán aliviar, tal y como ha informado EFE, la presión de los vertederos de basura en Fongafale, la capital.
El vertedero de Tuvalu se encuentra en el extremo norte de la capital y está flanqueado por el océano y la laguna interna del atolón, donde las autoridades temen que la acumulación de residuos haya provocado la proliferación de algas.
La medida, que cuenta con el apoyo financiero de Reino Unido, ha entrado en vigor poco antes de la celebración del Foro de las Islas del Pacífico en este país, al que acudirán unos 600 dignatarios y funcionarios.
Por otro lado, Tuvalu también impondrá una tasa a la importación de artículos de gran tamaño como neveras o vehículos. Una medida que servirá para financiar su envío al exterior una vez estos sean descartados.
Otros países se suman a la prohibición
Que un país o región prohíba un tipo de plástico no es una medida novedosa. No hace mucho tiempo que Washington dejó de utilizar las pajitas de este material, un invento que, como curiosidad, fue originado en ese estado.
El Gobierno de Washington ofreció en su entonces un periodo de transición de seis meses, que concluyó en julio. De este modo, a partir de ahora, cualquier establecimiento que no ofrezcan alternativas de papel, paja o aluminio podrán ser multados con sanciones de entre 100 y 800 dólares (entre 88 y 708 euros).
Solo en Estados Unidos, se estima que se utilizan más de 500 millones de pajitas al día. Es uno de los objetos de plástico de un solo uso que más abunda en los residuos que acaban en los océanos y que más daño causan a la fauna marina.
Al sur, en Chile, Colombia, México y Perú, también se intensificó la guerra contra este material a través de una declaración de intenciones con la que sus dirigentes ses comprometieron a impulsar y dar “atención coordinada y efectiva” a la lucha contra la contaminación y en favor del reciclaje y la economía circular.
