España se convierte en el primer país en contribuir al nuevo fondo para la Resiliencia y la Sostenibilidad del FMI con una aportación de 1.860 millones de euros para hacer frente a la emergencia climática en países menos desarrollados



En abril de 2022 el Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó el establecimiento del Fideicomiso de Resiliencia y Sostenibilidad (RST por sus siglas en inglés) para ayudar a los países a aumentar la resiliencia ante los shocks externos y garantizar un crecimiento sostenible.
Apenas tres meses después, España se ha convertido en el primer país en contribuir con una dotación de 30,5 millones de euros y otra en Derechos Especiales de Giro (DEG), que situará la aportación total de España en aproximadamente 1.860,5 millones de euros, según aprobó este lunes el Consejo de Ministros.
A esta contribución se unen los DEG ya canalizados por el Banco de España al fondo fiduciario para el Crecimiento y la Reducción de la Pobreza también del FMI, por importe de 350 millones de DEG, en abril de este año.
«De esta forma, España cumple con su compromiso de canalizar el 20% de los DEG recibidos en la asignación general de 2021 poniéndolos a disposición de los países más vulnerables«, ha señalado el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, dirigido por la vicepresidenta Nadia Calviño.
«España ha sido de los primeros países en impulsar la creación de este nuevo fondo fiduciario, que aportará financiación a largo plazo a países de renta baja y de renta media vulnerables, por ejemplo, en África y en América Latina, que cuenten con un programa tradicional de apoyo financiero del FMI», ha añadido el Ministerio.
En un primer momento, el apoyo financiero de este fondo se centrará en las medidas para hacer frente al cambio climático y para mejorar la preparación ante futuras pandemias, aunque se espera que se puedan incorporar otros objetivos más adelante.
Adicionalmente, el Consejo de Ministros ha autorizado la contribución económica de España, por importe de 62 millones de euros, al fondo del FMI para el crecimiento y la reducción de la pobreza, a través del cual se canalizan préstamos en términos concesionales, es decir, con condiciones financieras más favorables para los beneficiarios que las del mercado, a países de renta baja.
Riesgos macroeconómicos de la emergencia climática
El Fideicomiso de Resiliencia y Sostenibilidad recibió en el momento de su creación durante el Foro de Gobernanza Ibrahim, 40.000 millones de dólares en compromisos, de los 45.000 millones necesarios para hacer frente a desafíos como el cambio climático y posibles pandemias en el futuro.
El RST complementará el conjunto de herramientas crediticias existente del FMI al centrarse en los desafíos estructurales a más largo plazo, incluido el cambio climático y la preparación para pandemias, que implican riesgos macroeconómicos significativos y donde las soluciones de política tienen una fuerte naturaleza de bien público mundial.
El RSF apoyará medidas destinadas a la adaptación, la mitigación y la transición de los países frente a las problemáticas del cambio climático y la posibilidad de futuras pandemias. Alrededor de tres cuartas partes de los miembros del FMI serán candidatos para pedir el financiamiento asequible a más largo plazo del RST, incluidos todos los países de bajos ingresos, todos los pequeños estados en desarrollo y vulnerables, y los países de ingresos medianos bajos.
El fideicomiso basado en préstamos funciona con recursos movilizados de forma voluntaria. El acceso se basará en la fortaleza de las reformas de los países y las consideraciones de sostenibilidad de la deuda y se limitará al 150% de la cuota. Los préstamos tendrán un vencimiento de 20 años y un periodo de gracia de 10 años y medio, y los prestatarios pagarán una tasa de interés con un margen modesto sobre la tasa de DEG a tres meses, y se otorgarán los términos de financiamiento más favorables a los países más pobres.
El RST estará listo para comenzar las operaciones de préstamo una vez que se logre una masa crítica de recursos de una amplia base de contribuyentes. Así como que se establezcan sistemas y procesos financieros lo suficientemente sólidos, lo que se prevé que ocurra a finales de año.
