Frente a la ola de incendios forestales que sufre España, los expertos reclaman una adecuada gestión forestal como única solución a largo plazo y trabajar durante todo el año en la retirada de biomasa de los bosques para que los bosques «dejen de ser polvorines»



Ante la oleada de incendios que sacude España a causa de las elevadas temperaturas y las previsiones climáticas nada halagüeñas para las próximas décadas, los expertos reclaman cambios profundos en la gestión forestal de espacios naturales. Es el caso de el Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales (COITF) que ha puesto el foco en la gestión de los bosques como única solución frente a los incendios cada vez más frecuentes e intensos.
El Colegio señala en un comunicado que la superficie forestal se ha incrementando aproximadamente un 5% en menos de una década como consecuencia de la pérdida de la población y el cambio de costumbres tradicionales en los pueblos rurales. Poder abordar los incendios forestales de los próximos años, “con mínimas garantías de extinción”, exige “sacar biomasa forestal de los bosques para que dejen de ser polvorines”. Para ello, considera imprescindible “actuar de una vez por todas a nivel político con perspectiva de Estado”.
El COTF insiste en que el uso de la biomasa forestal aporta beneficios económicos, ecológicos y sociales, que se traducen en generación de empleo, ahorro energético, uso eficiente de la energía y gestión sostenible del medio natural. Y reclama esa gestión del territorio también en los espacios naturales protegidos porque esa figura por sí sola “no sirve de nada si previamente no se han preservado frente a los incendios forestales con medidas de gestión concretas”.
En cualquier caso, consideran que una buena gestión de los espacios naturales también necesita complementarse de una política forestal común a nivel europeo, nacional, autonómica.
Un verano infernal
Los datos del Sistema Europeo de Información sobre Incendios Forestales (EFFIS) han registrado un total de 193.247 hectáreas forestales calcinadas en España en lo que va de año, lo que sitúa al país a la cabeza de Europa en cuanto al impacto de incendios, con el 0,38% del territorio nacional en este punto de 2022.
El colegio denuncia que la administración pública «no permite hacer caminos que faciliten la entrada de los recursos terrestres y de maquinaria pesada en las zonas óptimas para el ataque al fuego; no se permite realizar nuevos cortafuegos o los que hay no se mantienen adecuadamente y la ganadería extensiva prácticamente ha desaparecido sin destinar recursos a incentivarla”. En definitiva, para el COITF hay una excesiva normativa “sin sentido común ni racionalidad, sin el criterio técnico apropiado, sin la precisa sabiduría del mundo rural que es imprescindible”.
Para el COITF, ante el escenario de abandono de la gestión del territorio, por falta de población y por falta de políticas forestales, se suma el cambio climático “que ha aumentado en más de un mes el tiempo de sequía; provoca mayores y más frecuentes olas de calor y con un descenso considerable de pluviometría. Estos factores inciden en un aumento del número y virulencia de los incendios forestales y dificulta su gestión”.
Pero este cambio climático no es el responsable máximo de los incendios forestales. “El cambio climático por sí solo no mata, lo que verdaderamente mata es no gestionar adecuadamente nuestras masas forestales, nuestros bosques y espacios naturales, protegidos o no; lo que mata es no tener una política forestal común a nivel europeo, nacional, autonómico y de las entidades locales; lo que verdaderamente mata es sacar leyes y normativas sin contar en su redacción con los verdaderos actores y músicos que componen la ópera forestal: todos los profesionales del sector forestal”.
