El MITECO abre a audiencia pública la Hoja de Ruta del Autoconsumo para impulsar el despliegue masivo en España de energías renovables que permitan reducir la factura de la luz. El proyecto quiere alcanzar 9.000 MW de potencia instalada en 2030 y cuenta con 1.500 millones de euros



El autoconsumo es un esquema de generación en el que la producción eléctrica se lleva a cabo en el mismo sitio donde está la demanda, generalmente a través de sistemas renovables como los paneles solares o las turbinas eólicas. Esto permite a sus usuarios favorecer la transición energética y la lucha contra el cambio climático mientras ahorran en su factura eléctrica, por lo que muchos Gobiernos europeos están apostando por favorecerlo. También España, donde el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) ha abierto este martes a audiencia pública la Hoja de Ruta del Autoconsumo con el fin de identificar los retos y las oportunidades que presenta y establecer medidas para asegurar su despliegue masivo en España.
De acuerdo con un estudio del Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía (IDAE), el autoconsumo puede alcanzar los 9.000 MW de potencia instalada en 2030. Una cifra que aún queda muy lejos a pesar que, desde 2018, gracias a las medidas adoptadas por el Gobierno tras eliminar el llamado ‘impuesto al sol’, el autoconsumo se ha multiplicado por 2,5 hasta alcanzar casi 600 MW instalados el pasado 2020. La vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha destacado que “la Hoja de Ruta permitirá el despliegue masivo del autoconsumo, eliminar barreras y fomentar su aplicación en todos los sectores productivos, a la par que se desarrolla la cadena de valor y generación de empleo”.
Además, la vicepresidenta ha indicado que “estamos avanzando de forma importante en facilitar el crecimiento exponencial de las renovables, no sólo en su integración en redes y en entornos urbanos en general, sino en programas específicos, gracias a un Plan de Recuperación nos permite movilizar más de 1.500 millones de euros al autoconsumo». «Queremos que esto sea una aventura no solamente energética, sino también industrial y con una alta participación social, porque vemos una respuesta sumamente interesante: los pequeños municipios, en poco más de un día, coparon toda la salida inicial de ayudas para contar con instalaciones de autoconsumo y eficiencia. La fotovoltaica, la hidráulica, la biomasa, la eólica… Nos permite pensar en futuro brillante para nuestro país desde un punto de vista energético y renovable”, ha añadido.
La elaboración de una Estrategia Nacional de Autoconsumo es de hecho uno de los objetivos fijados en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030 (PNIEC) y constituye, a su vez, uno de los elementos clave de la Estrategia de Descarbonización a Largo Plazo (ELP), que persigue alcanzar una economía neutra en carbono en 2050. Ahora, este documento estratégico, en cuya elaboración se ha tenido en cuenta la contribución de agentes económicos, administraciones y la ciudadanía mediante la consulta previa convocada en julio de 2020, se somete a información pública para reforzar el proceso de participación de cara a su aprobación definitiva
En este sentido, los fondos europeos Next Generation de la Unión Europea suponen una oportunidad que impulsa el que las primeras líneas de ayuda con cargo al Plan de Recuperación en materia de energías renovables están enfocadas específicamente a autoconsumo y almacenamiento. Concretamente, el pasado 29 de junio, el Consejo de Ministros aprobó el Real Decreto 477/2021 para conceder 660 millones de euros, ampliables a 1.320 millones, en ayudas para instalaciones de autoconsumo, almacenamiento detrás del contador y climatización con energías renovables. Con estas líneas se espera incorporar, al menos, 1.850 MW de generación renovable para más de 40.000 viviendas, lo que permitirá crear más de 25.000 empleos directos e indirectos, además de impulsar un crecimiento del PIB de 1,7 millones de euros por cada millón de ayuda y una reducción de las emisiones de CO2 de más de un millón de toneladas al año.
Gran potencial de autoconsumo
Según apunta MITECO, España presenta ventajas competitivas frente a otros países cercanos para la implantación del autoconsumo, al disponer de mejores recursos renovables, especialmente en energía solar. Además, nuestro país ya cuenta con una sólida cadena de valor industrial, con fabricantes líderes mundiales de inversores y estructuras dentro del sector fotovoltaico, importantes fabricantes de turbinas minieólicas o grandes empresas de ingeniería y desarrollo.
Sin embargo, la tecnología más empleada para autoconsumo sigue siendo la solar fotovoltaica. En 2020 se instalaron cerca de 600 MW de autoconsumo solar y se estima que hay más de 1.500 MW acumulados en España. Pero sigue habiendo mucho margen de crecimiento: el IDAE ha realizado un estudio sobre el potencial fotovoltaico del autoconsumo, atendiendo a las posibilidades técnicas y socioeconómicas, en el que se inidca que se podrían alcanzar los 9.000 MW instalados en 2030, una cifra que puede crecer aún más con la aplicación de las medidas contenidas en la Hoja de Ruta. La mayoría de la potencia le correspondería al sector comercial, con 5.700 MW, seguido por el residencial, con unos 1.900 MW, y el industrial, con más de 1.100 MW. El plazo medio de amortización de las instalaciones varía entre los 7 y los 11 años, dependiendo de la irradiación, el perfil de consumo y el tipo de tecnología empleada. En el reparto territorial, las comunidades autónomas más pobladas son las que tienen un mayor potencial.


En cualquier caso, la transición hacia un sistema energético renovable, descentralizado y multidireccional requiere de una fuerte presencia de los sistemas de autoconsumo, que suponen un ahorro importante en costes energéticos y económicos. Asimismo, el autoconsumo constituye una palanca para la generación de empleo directo e indirecto a partir de las cadenas de valor locales y una herramienta para mitigar la pobreza energética, ya que puede reducir la factura eléctrica, por ejemplo, en promociones de parques de vivienda pública.
Paralelamente, con el autoconsumo se consigue una mejor integración y aceptación de las infraestructuras energéticas en el territorio, se reducen las pérdidas por transporte y distribución, se aprovecha espacio urbano inutilizado, se fortalece y desarrolla la cadena de valor asociada al autoconsumo y la sociedad se conciencia energética y climáticamente.
