El clima extremo en Alaska, que ha dejado en la última semana temperaturas récord y lluvias torrenciales, ha obligado a las autoridades de esta región a alertar sobre la llegada este invierno de un ‘Icemageddon’, combinación en inglés de las palabras «hielo» y «Armagedón»



Las últimas semanas han sido muy atípicas en Alaska. A pesar de estar en pleno mes de diciembre, las temperaturas se dispararon hasta alcanzar el domingo 26 los 19,4 °C en la isla de Kodiak, situada al sur de este territorio estadounidense. Este récord, que supone casi siete grados más que el anterior máximo del estado, fue provocado por la llegada de un frente de aire cálido y húmedo desde Hawaii, acompañado de fuertes lluvias que tampoco son habituales en esta época del año.
Sin embargo, el verdadero problema ha llegado pocos días después, cuando la meteorología volvió a sus registros habituales con temperaturas bajo cero y todo ese agua fue cubierta por nieve, lo que provocó su congelación y resultó en cortes de energía generalizados, cierres de carreteras y un aviso novedoso: los habitantes de Alaska se tienen que preparar para un ‘Icemageddon’ que podría durar todo el invierno.
Este neologismo climático, que surge de la combinación en inglés de las palabras «hielo» y «Armagedón», ha sido acuñado por la autoridad de transportes del Estado para describir la catastrófica situación que pueden vivir las comunicaciones en este estado por culpa del atípico fenómeno meteorológico. «El hielo es extremadamente difícil de quitar una vez que se ha adherido a la superficie de la carretera», ha asegurado el departamento en Twitter, adviertiendo que es muy probable que esta situación se prolongue durante todo el invierno hasta al menos marzo o abril.
Según apunta a la BBC Rick Thoman, especialista en meteorología de la Universidad de Alaska, las precipitaciones de este fin de año han supuesto la tormenta de invierno más feroz desde 1937 en la zona central de Alaska, donde es muy raro que llueva entre diciembre y abril. Fairbanks, la ciudad más grande de esta región interior y la segunda urbe más poblada del estado después de Anchorage, tuvo más de 25,4 centímetros de nieve en una sola jornada. De hecho, cayó tanta nieve que derrumbó en el techo de la única tienda de comestibles en la ciudad de Delta Junction, 153 kilómetros al sureste de Fairbanks.
El ‘Icemageddon’ podría ser recurrente
Para Thoman, esta combinación poco habitual de ráfagas de temperaturas extremadamente cálidas y frías que ha provocado este ‘Icemageddon’ son una señal clara del cambio climático. «Este tipo de cosas, un alto contenido de humedad récord, un aire caliente récord, es exactamente lo que esperamos, por supuesto, del actual calentamiento global», asegura el científico.


De acuerdo con un estudio publicado en noviembre en la revista Nature Communications, los inviernos árticos experimentarán más lluvia que nieve de aquí a 50 años si las emisiones de efecto invernadero no se reducen y el calentamiento global continúa afectando a la meteorología de esta región. Una situación que, combinada con más episodios extremos de temperaturas como los de este diciembre, podría hacer que el ‘Icemageddon’ fuera una constante en Alaska en las próximas décadas, limitando seriamente las condiciones de vida de las más de 730.000 personas que habitan esta región estadounidense.
En cualquier caso, lo de Alaska no es el único extremo climático que está viviendo Estados Unidos en este arranque del 2022. En el oeste norteamericano, el estado de Washington y California también enfrentan fuertes nevadas, (con casi cinco metros de nieve al día en lugares de Sierra Nevada, un récord histórico) y lluvias que han provocado la cancelación de cientos de vuelos, el bloqueo de carreteras y evacuaciones de población ante el riesgo de inundaciones. Al mismo tiempo, la sequía histórica que sufre el vecino estado de Colorado ha provocado masivos incendios en los últimos días de diciembre.